En los últimos años la venta de vehículos de gasolina está aumentado en España, debido en parte a que tendrán menos restricciones a la hora de circular por la Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que llegarán a partir del 1 de enero de 2024 a las ciudades de más de 50.000 habitantes de nuestro país.
Por tanto, en el caso de conducir un coche de este tipo de características cuando vayamos a repostar a una estación de servicio, el fabricante normalmente nos indicará que tipo de gasolina debemos echar a nuestro automóvil, pero esta puede ser de 95 o de 98.
¿En qué se diferencia la gasolina 95 y 98?
La principal distinción hace referencia al índice de octanaje, es decir, la resistencia a la detonación del carburante dentro del cilindro del motor, por tanto, para se lleve a cabo el proceso de la combustión, la explosión de la mezcla de gasolina y aire debe un fuerte efecto de empuje sobre el pistón, que tiene que ser continuo.
Por ello, si el combustible presenta un alto índice de octanaje, se producirá un mejor rendimiento para el motor. Por lo que, si queremos que nuestro motor de gasolina nos dure más se entiende que es mejor repostar del tipo 98 octanos.
¿Cuándo echar gasolina 95 o 98?
Ambos tipos de gasolina son combatibles para los vehículos que cuentan con este combustible como fuente de alimentación para su motor, pero debido al índice de octanaje, la 98 es más recomendable de echar a los coches deportivos con altas prestaciones.
Por lo que al resto de vehículos es mejor repostar con gasolina 95, ya que esta más diseñada para ellos, además, su composición limita las emisiones de partículas contaminantes a la atmósfera, según algunos mecánicos permite mantener el motor del automóvil más limpio.
¿Qué pasa si mezclas gasolina 95 con la 98?
De primeras, desde una de las petroleras más importantes de nuestro país, como es Repsol, indican que no deberías preocuparte en exceso si un día al repostar el depósito confundes un tipo de gasolina con el otro, ya que no tiene efectos a corto plazo para el motor.
Pero en el caso de que te equivoques constantemente o decidas mezclar ambos tipos de combustible con regularidad sí que es posible sufrir daños en el mecanismo motriz de tu vehículo, por lo que no es aconsejable llevar a cabo esta práctica.
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