Tirar restos de comida en carretera puede provocar graves accidentes de tráfico

Lanzar objetos por la ventanilla cuando se está en carretera es un gesto castigado y, además, muy irrespetuoso con el resto de conductores y con el entorno. Arrojar, por ejemplo, colillas es una de las infracciones más sancionadas (con 200 euros de multa y la pérdida de 4 puntos) y de las más peligrosas, ya que puede provocar fácilmente un incendio con consecuencias trágicas.

Igualmente, los restos y envoltorios como plásticos y cartones no deben lanzarse desde los coches en marcha ya que contribuyen a contaminar el medio ambiente y a ensuciar el entorno y están penadas también con, como mínimo, 200 euros de multa.

Los restos de comida tampoco deben arrojarse, aunque en la lógica de quien los lanza sean desperdicios biodegradables que no contribuyan a contaminar. Y es que, si bien es cierto que la cáscara de un plátano no contamina, puede atraer animales salvajes hasta los límites dela carretera y provocar un grave accidente de tráfico. 

La culpa es del conductor

En el caso de atropellar a un animal de una especie cinegética en carretera, la responsabilidad recaerá sobre la persona que hubiera cometido el atropello, independientemente de si cumplía las normas de tráfico o no. Esto significa que todos los daños materiales sufridos en el vehículo estarán a cargo del conductor del coche. 

Desde el RACE han avisado del aumento de atropellos a animales, sobre todo jabalíes, con el riesgo que este tipo de accidentes suponen también para los ocupantes del coche y no solo para el animal. Lanzar comida por la ventanilla aumenta los riesgos de que tanto estas especies como perros abandonados o animales de fincas más grandes se expongan a los vehículos que recorren las carreteras convencionales, provocando un accidente.