La Dirección General de Tráfico evoluciona y cada año incluye en su equipo nuevas técnicas y dispositivos que permiten controlar el tráfico y detectar las infracciones de una manera más rápida y precisa, con la finalidad de mantener los estándares de seguridad vial necesarios.
Desde el pasado 2019, este equipo de vigilancia de Tráfico cuenta con los drones como nuevos compañeros de operativo que detectan más de dos centenares de infracciones a lo largo del año. Entre enero y agosto de 2020, estos dispositivos sancionaron 220 infracciones, siendo el 28% por no respetar la prioridad en la calzada.
También hubo faltas por usar incorrectamente los sistemas de retención (16%), por utilizar el móvil al volante (12%) o no respetar las marcas longitudinales de la calzada (12%). Por otro lado, en el caso de los colectivo vulnerables, un 4% de las infracciones captadas por drones fueron por adelantar a ciclistas sin respetar la distancia mínima de seguridad.
Cómo trabajan
De todos los drones que dispone la DGT, unos pueden detectar infracciones y están conectados con el Centro de Meteorología y otros simplemente se utilizan para regular el tráfico. Independientemente de su finalidad, todos los dispositivos siguen las mismas instrucciones para operar de manera correcta y con seguridad:
- Elección del tramo. Los jefes provinciales de Tráfico, los Centros de Control de la DGT y los subsectores de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, en base a sus datos, determinan qué tramos necesitarían que los drones vigilaran la circulación.
- Despegar con seguridad. Se elije un punto cercano al tramo a vigilar donde se pueda aparcar la furgoneta de la Unidad de Medios Aéreos. Se mide el viento y su dirección y se señaliza en el suelo un perímetro de seguridad donde despegará y aterrizará el dron
- Comprobaciones. Los drones viajan desmontados, así que se procede a su montaje y a las comprobaciones necesarias: funcionamiento y calibración del aparato, estado de las cámaras de grabación...
- A 120 metros. Los dos operadores implicados en la vigilancia hacen despegar el dron, que en su vuelo no cruzará la carretera ni volará por encima de 120 metros, ni cerca de lugares estratégicos, manteniéndose siempre en el campo visual del piloto.
- Sobrevolar y observar. El dron sobrevuela las inmediaciones de la carretera en el punto o puntos en que se solicita la vigilancia mientras el operador de la cámara se dedica a observar y vigilar las maniobras de los conductores.
- La denuncia. En caso de producirse una infracción, siguiendo las instrucciones del operador de la cámara del dron, se detiene al conductor responsable y se le notifican la apertura del expediente sancionador 'in situ', salvo en los casos en que sea imposible hacerlo determinados por la correspondiente normativa.
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