Piloto de avión, aventurera en África y la primera mujer en comprar un Porsche: la impresionante historia de Jolantha Tschudi

Porsche es un hoy en día una marca que goza de un pasado y un presente tan fuertes como han logrado labrarse a base de buenos productos, calidad y esfuerzo. Sin embargo, hubo un día en que eran desconocidos y nuevos, el inicio de una compañía histórica.

En 1948, Jolantha Tschudi, piloto de avión y aventurera que exploró África, fue la primera clienta de la joven marca de automóviles deportivos Porsche, una pionera, también ella, que vio en Porsche el potencial que pocos vieron.

‘’Estoy sola con mi pájaro. Él obedece todas mis órdenes y me lleva por el aire. Un simple error puede costarme la vida. Pero eso es lo que lo hace tan atractivo, lo que me da esa sensación de orgullo y libertad’’. Jolantha tenía sólo 18 años cuando documentó en su diario la sobrecogedora experiencia de su primer vuelo en solitario.

PORSCHE

Y es que Jolantha estaba predestinada a ser una aventurera. ‘’No sabía lo que era el miedo’’, comentaba su hijo Christian Neukom. ‘’Le encantaba explorar territorios desconocidos’’. Lo mismo lo ocurrió cuando, en 1944 y después del bachillerato, asistió a una escuela de vuelo sin motor en Belp, cerca de Berna. Por aquel entonces, volar era algo casi exclusivamente masculino. Sin embargo, no había por qué preocuparse, ya que superó todos los obstáculos y marcó el comienzo de una apasionante carrera como piloto, carrera que llevaría a Jolantha hasta África, por un camino lleno de aventuras.

Pero además de ser una pionera del aire, Jolantha también estaba abierta a nuevas experiencias en tierra. Esto fue precisamente lo que provocó que quedase extasiada la primera vez que oyó hablar de un nuevo vehículo deportivo bautizado con el nombre de Porsche, en 1948. ‘’Para ella, conducir y volar significaban libertad y aventura’’, recuerda su hijo Christian. Así, hizo realidad su sueño y adquirió un elegante Porsche 356.

1948: primera mujer en comprar un Porsche

En junio de 1948, el primer automóvil con el nombre Porsche obtuvo su permiso de circulación en Gmünd, Austria. Con el 356 Nº1 Roadster, Ferdinand Porsche cumplió un sueño: crear su propio coche deportivo. Un plan valiente para una época difícil a finales de esa década. Porsche encontró entonces a sus primeros entusiastas en Suiza que, como país neutral, se mantuvo en gran medida al margen de la Segunda Guerra Mundial.

PORSCHE

En invierno de 1948, Bernhard Blank, hotelero y concesionario de automóviles en Zúrich, poseía dos de los primeros Porsche jamás construidos: un 356/2 Coupé, que expuso en la planta baja de su hotel, y un 356/2 Cabriolet azul oscuro con carrocería de Gebrüder Beutler, que fue el que vendió a Jolantha Tschudi. De este modo, ella se convirtió en la primera mujer que compró un Porsche en todo el mundo. Ahora bien, Blank tenía una petición antes de entregar el Cabriolet a su nueva propietaria. Quería presentarlo junto al 356/2 Coupé en el Salón de Ginebra en marzo de 1949. Esta supuso la primera aparición de la marca en un evento internacional.

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En cuando a Jolantha, esta emprendió en 1946 el primero de sus largos viajes de estudios a África con el conservador del museo etnográfico. Junto con el Director del Museo Rietberg de Zúrich, visitó pueblos indígenas africanos hasta entonces desconocidos en Europa. ‘’Mi madre fue probablemente la primera mujer europea que vivió con los tuaregs en la región de Sahel, durante un largo periodo de tiempo’’, afirma su hijo.

Además, poseía varios récords de altitud y distancia y era miembro del equipo nacional suizo de vuelo sin motor. También utilizó su Porsche 356/2 Cabriolet con matrícula ZH 44035 para largos viajes a varios lugares de los Alpes. Pero su alegría duró poco, ya que chocó con un bordillo en el paso de Julier, en el cantón de los Grisones, dañando considerablemente el coche, que luego vendió a su hermano. En 2011, a los 86 años, Jolantha falleció tras una larga vida de aventuras, récords, viajes y experiencias; y siendo pionera en campos que hasta entonces eran desconocidos para cualquier mujer e incluso para la gran mayoría de hombres.