Factor de protección solar y antioxidantes: la pareja perfecta para luchar contra el daño solar, según un experto

Llueva, truene o brille el sol, la aplicación de cremas con factor de protección solar es absolutamente imprescindible para mantener la piel (y la salud) en buen estado. Si a este gesto diario añadimos aporte extra de antioxidantes, multiplicamos la tranquilidad por mil.
Una mujer se protege del sol con crema solar.
Una mujer se protege del sol con crema solar.
Getty Images
Una mujer se protege del sol con crema solar.

Como si de una ceremonia matrimonial se tratase, debemos tener muy presente que el factor de protección solar debe formar parte de nuestra rutina beauty "todos los días de nuestra vida". Incluso esas jornadas en las que el sol brilla, pero por su ausencia, el SPF debe estar presente en nuestro ritual. Sí o sí.

Esta es una premisa que hace mucho tiempo que quedó firme y científicamente constatada, y que más o menos todas sabemos, aunque en ocasiones no la practiquemos. Ahora, yendo un paso más allá, vamos a añadirle una pareja de baile al SPF: los antioxidantes, que actúan desde dentro y complementan la protección más absoluta contra los radicales libres del sol.

Como maestro de esta ceremonia perfecta, la del matrimonio entre el factor de protección solar y los antioxidantes, David Fernández Polo, Skincare Education Specialist de Paula's Choice resume esta sinergia a la perfección: "Ambos forman la pareja ideal, puesto que los antioxidantes protegen desde el interior y los SPF son el primer escudo de defensa de la piel desde el exterior".

¿Por qué debemos combinar nuestro SPF con un antioxidante?

Crema solar.
Los antioxidantes refuerzan el efecto del SPF, desde el interior.
Getty Images

La mayoría conocemos la importancia de aplicar un factor de protección solar 30 o más, a diario, para protegernos de la radiación ultravioleta del sol. "Pero lo que no todo el mundo sabe es que cuando los combinamos con antioxidantes, estamos ejerciendo una acción de doble defensa con resultados visibles en la piel y para nuestra tranquilidad también", comienza explicando el experto de Paula's Choice.

"La forma más sencilla de mejorar la protección frente a los radicales libres consiste en aplicarse cada mañana un protector solar rico en antioxidantes", dice el experto.

Aunque también es cierto que "podemos utilizar un sérum antioxidante antes de la aplicación del protector solar (este debe ser siempre el último paso en el cuidado de la piel por la mañana; el sérum y la crema hidratante pueden aplicarse debajo en función de su textura)". Cuando se trata de la aplicación tópica de antioxidantes, no hay que preocuparse por excederse porque la piel absorbe los que necesita.

Otra opción válida y quizá más cómoda por aquello de que simplifica el ritual sería "aplicar una crema hidratante cargada de antioxidantes por la noche para ayudar a reparar aún más los signos de daño solar provocados por los rayos que hayan podido atravesarla".

Factor de protección solar: el escudo protector de la piel

Cómo aplicar el protector solar con color.
La crema de protección solar forma un primer escudo protector que actúa como barrera sobre la piel..
Getty Images/iStockphoto

Ahora que ya sabemos, por consejo del experto en la piel David Fernández Polo, que la sinergia entre el SPF y los antioxidantes es la pareja perfecta, vamos a profundizar un poco en cada uno de ellos, por separado.

Lo primero a tener en cuenta es que el sol emite tres tipos de radiación: la radiación UV (de mayor energía), la radiación visible (radiación que somos capaces de percibir a través de los ojos) y la radiación infrarroja (de menor energía y que proporciona calor).

Los protectores solares no pueden protegernos completamente, sin fisuras, del espectro dañino de la radiación solar. Y debemos saber también que no todos los filtros tienen la capacidad de ofrecer un nivel de protección frente a la radiación infrarroja o frente a la luz visible de alta energía (HEV), que también pueden dañar la piel generando radicales libres.

Cuando nos aplicamos un protector solar estamos poniendo una barrera real sobre la piel, para impedir que penetren los efectos nocivos de los rayos UV. Pero, ¿cómo elijo el SPF correcto?

Pautas para elegir el SPF correcto

Ocurre lo mismo que con las gafas de sol. Habida cuenta de que su principal función es proteger la piel, no merece la pena arriesgarse a sufrir quemaduras por ahorrar unos euros.
A la hora de elegir el protector solar debemos tener en cuenta una serie de variables, y no sólo el número que aparece junto a las siglas SPF.
Pixabay/AdoreBeautyNZ

"Al elegir un protector solar, lo primero que solemos hacer es observar el número del factor de protección solar o SPF. Es importante saber que este número únicamente nos indica la eficacia de un protector solar para proteger la piel contra los rayos UVB. Un protector solar SPF 15 puede absorber alrededor del 93 por ciento de la radiación UVB, un SPF 30 el 97 por ciento y un SPF 50+ alrededor del 98 por ciento, para que nos hagamos una idea".

Con el fin de asegurarnos de que la crema solar también protege frente a la radiación UVA, "debemos fijarnos que en el etiquetado incluya 'protección de amplio espectro o broad spectrum'", explica Polo.

Cuando ya tenemos la protección correcta, no hay que olvidar aplicar la cantidad necesaria que pide nuestra piel, y reaplicar el producto las veces que sean necesarias para tener la protección deseable. En este punto entran en juego los antioxidantes, "para cubrirle las espaldas al SPF y trabajar en sinergia con el fin de proporcionar la máxima protección posible a la piel".

Así reforzamos nuestra 'reserva' de antioxidantes naturales

Dale a tu piel lo que necesita.
Una forma natural de alimentar nuestra reserva de antioxidantes a través de la dieta.
Pexels

La exposición a factores ambientales como la radiación ultravioleta del sol o la contaminación pueden generar un exceso de radicales libres en el organismo, que nuestra reserva de antioxidantes naturalmente presentes no llega a neutralizar. El estrés oxidativo resultante de ese exceso de radicales libres puede contribuir al envejecimiento prematuro, al daño celular, e incluso al desarrollo de algunas enfermedades.

Y es que para equilibrar ese exceso de radicales libres (moléculas altamente reactivas que se producen constantemente en nuestro organismo de forma normal), nuestro cuerpo produce antioxidantes naturales, en gran parte, a través de la dieta. Sucede que, cuando hay demasiados 'ataques', esos antioxidantes no son suficientes.

Aunque los radicales libres son moléculas con muy 'mala prensa', "son esenciales para muchas funciones biológicas importantes, como la respuesta inmune o la señalización celular. Cierta cantidad de radicales libres es necesaria, pero un exceso puede ser perjudicial para la salud y la piel", añade el experto.

Por todo lo anteriormente dicho, si queremos mantener nuestra piel en buen estado, equilibrada y saludable, debemos ayudarnos de la dieta y también de la aplicación tópica de antioxidantes que penetren y protejan nuestras células desde el interior. Otra forma es a través de extractos botánicos a partir de plantas y hierbas que contienen compuestos antioxidantes como polifenoles, flavonoides, carotenoides, y las vitaminas C y E, entre otros.

Estos son los antioxidantes más importantes

Una mujer con manchas en la piel
La vitamina E minimiza la hiperpigmentación d ela piel
SVETLANA DAMJANAC

No existe un único antioxidante que sea el mejor, sino cientos de ellos que complementan los beneficios antienvejecimiento de la protección solar. Pero sí hay unos cuantos que se han erigido como los más utilizados, y de los que el experto nos habla a continuación.

En el podio está la vitamina C, el antioxidante que más abunda en nuestra piel. "Los productos bien formulados de vitamina C, además de neutralizar el exceso de radicales libres, reducen las manchas, rojeces e hiperpigmentaciones, estimulan la producción de colágeno y elastina y aportan luminosidad. Puede usarse tanto en su forma pura (ácido L-ascórbico) como en sus derivados (como ascorbato de tetrahexildecilo, ascorbil glucósido, ascorbil fosfato de magnesio o palmitato de ascorbilo)".

La diferencia en la formulación de vitamina C en cosmética está en el grado de tolerancia, la velocidad con la que puede ofrecer resultados y los requisitos de formulación para mantenerla estable y con capacidad para penetrar en la piel.

Otro potente antioxidante es la Vitamina E, que ayuda a reforzar las defensas naturales de la piel. También tiene la capacidad de mejorar la hiperpigmentación de la piel y de unificar el tono.

El tercer antioxidante que destaca el experto es el Ácido ferúlico, eficaz para defender a la piel de los signos del daño solar y las agresiones medioambientales. "Es muy habitual encontrar vitamina C, vitamina E y ácido ferúlico formulados juntos ya que ofrecen una estabilidad sinérgica entre ellos que evita la rápida oxidación de la vitamina C".

¿Quieres recibir gratis todos los jueves en tu correo los mejores contenidos de salud y mujer? Apúntate a nuestra Newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento