En España se llevan a cabo alrededor de 50.000 procedimientos de liposucción y lipoescultura cada año, según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE). Las mujeres somos las principales consumidoras y ambas opciones quirúrgicas se revelan como las prácticas más habituales para remodelar la figura mediante la cirugía estética.
A pesar de que muchas personas pueden confundir ambos conceptos, y de que las dos se focalizan en eliminar la grasa sobrante del cuerpo, lo cierto es que la liposucción extrae el tejido adiposo, y la lipoescultura lo extrae, pero a continuación redistribuye la cantidad necesaria para definir y remodelar la figura. Digamos que va más allá de la mera extracción.
Para descubrir todo lo que cada una de estas técnicas quirúrgicas puede ofrecernos, la doctora Eva Lumbreras, cirujano plástico de clínica FEMM, nos proporciona todas las coordenadas con el objetivo de tener claro hasta dónde puede llegar cada una de estas operaciones.
Lo que tienen en común la liposucción y la lipoescultura
A pesar de sus diferencias, tanto la liposucción como la lipoescultura tienen puntos en común en lo que respecta a su técnica quirúrgica y también al proceso de recuperación. Ambos procedimientos se realizan bajo anestesia local o general en un entorno hospitalario, y requieren un tiempo de recuperación que puede variar según la extensión de la intervención y la capacidad de recuperación del paciente.
Otro punto en común entre ambos procedimientos quirúrgicos hace referencia a las áreas del cuerpo más comúnmente tratadas con liposucción y lipoescultura: abdomen, flancos, muslos, glúteos y brazos. "Estas zonas suelen acumular depósitos de grasa que pueden ser difíciles de eliminar mediante dieta y ejercicio, lo que las convierte en candidatas ideales para estos procedimientos", añade la doctora.
Eso sí, los resultados de ambas cirugías dependerán de diferentes factores, entre los que debemos incluir la cantidad de grasa localizada a eliminar, la elasticidad de la piel de la paciente y la anatomía de cada mujer.
Diferencias entre ambas técnicas de remodelación de la figura
Para comenzar por el principio, la doctora Lumbreras aclara que "tanto la liposucción como la lipoescultura son procedimientos quirúrgicos diseñados para remodelar la silueta mediante la eliminación de acumulaciones de grasa no deseadas".
"La liposucción tiene como principal objetivo la extracción de tejido adiposo en áreas específicas del cuerpo. Las más comunes son el abdomen, caderas, muslos y brazos, y el procedimiento es mediante la aspiración con cánulas especializadas. Se trata de una excelente opción para personas que desean deshacerse de esos depósitos de grasa persistentes que no responden a la dieta y al ejercicio", señala la doctora.
La lipoescultura, por otra parte, va más allá. Su objetivo no es solo eliminar grasa, sino también esculpir y redistribuirla, de manera que se consiga una apariencia más armónica y definida. "Esta técnica es la más adecuada para quienes buscan mejorar la forma y la definición de su cuerpo", añade.
En la lipoescultura, además de la extracción de grasa, se emplean técnicas de transferencia de grasa para realzar áreas específicas y mejorar la simetría corporal. Con la lipoescultura de alta definición se pueden realizar marcajes musculares: pectorales, six pack u oblicuos.
Así pues, la diferencia más importante entre ambas técnicas radica en sus objetivos. Mientras que la liposucción suele finalizar al extraer la grasa, la lipoescultura implica un proceso más meticuloso que incluye la redistribución estratégica de la grasa para esculpir contornos más definidos y proporcionados.
Así son ambos post-operatorios
Tanto la liposucción como la lipoescultura están diseñadas para eliminar depósitos de grasa localizada que no responden de manera persistente a la dieta y al ejercicio. Sin embargo, no podemos pensar que son sustitutos de un estilo de vida saludable.
Es cierto que ambas cirugías pueden mejorar la silueta y el contorno corporal, pero en ningún caso deben considerarse como soluciones absolutas o milagrosas para la pérdida de peso general. Una vez llevada a cabo la intervención, los profesionales recomiendan a los pacientes mantener un peso estable y un régimen de ejercicio regular para maximizar los resultados a largo plazo.
La liposucción y la lipoescultura no son soluciones definitivas para mantener un cuerpo delgado y tonificado si no ponemos algo de nuestra parte. Una dieta equilibrada y saludable es esencial para conservar los resultados obtenidos después de la cirugía. "Consumir alimentos ricos en nutrientes, limitar el consumo de alimentos procesados y mantenerse hidratado son prácticas fundamentales para preservar la nueva forma corporal", añade la doctora Eva Lumbreras.
"La cantidad de grasa eliminada durante estos procedimientos puede ser permanente y definitiva, si el paciente mantiene un peso estable después de la operación. En el caso de que se produzca un aumento significativo de peso después de la cirugía, es posible que las células grasas restantes en otras áreas del cuerpo se expandan, lo que puede afectar negativamente a los resultados conseguidos. Por lo tanto, es fundamental adoptar un estilo de vida saludable para mantener los resultados a largo plazo", concluye la doctora.
Como consejo final y general, antes de someternos a cualquier procedimiento estético, es importante consultar con un cirujano plástico experimentado para evaluar las opciones disponibles y dialogar sobre expectativas realistas. La elección entre ambas técnicas dependerá de los objetivos estéticos del paciente y las recomendaciones del experto en cirugía estética.
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