El pelo o el cabello, así en general, es un tema delicado para algunas mujeres. Porque, ¡ojito!, eso de dejarlo en manos de cualquiera, no. Al igual que hay quien se preocupa por elegir determinados productos de belleza (sin tener miramientos en cuanto al precio), o solo expone su piel a una serie de tratamientos concretos; cuando el cabello entra en juego, y más si te enfrentas a un nuevo profesional, la 'cosa se pone tensa'.
Porque (seguro que) todas tenemos una amiga que ha querido hacerse pequeña y desaparecer, antes de atravesar la puerta de la peluquería, al mirarse al espejo. Esa que quería ser rubia y se convirtió en cobriza o la que confiaba en que solo la cortaran las puntas, al peluquero se le fue la mano, y le cortó su larga melena por encima del hombro. Y si a los dilemas a los que solemos enfrentarnos, cada vez que nos animamos a innovar, se les suman mentiras que se han extendido socialmente convirtiéndose en verdades, el 'lío' está garantizado. Por ello, vamos a desenmascarar los mitos que existen sobre el pelo.
Las mentiras sobre el cabello que deberías olvidar
Aclarar el cabello con agua fría consigue que brille más. Esta es una de las teorías más extendidas, pero que, según los expertos, no está basada en una explicación científica, aunque la práctica en las peluquerías es habitual. "La lógica indica que enjuagarse el cabello con agua fría hace que las cutículas del pelo pierdan volumen y reflejen más luz, pero no existe evidencia científica que respalde esta creencia. La única técnica científicamente probada de suavizar las cutículas es usar el acondicionador adecuado cada vez que lo lavas", explican desde Pantene.
Si te cortas las puntas, la melena te crece más rápido y mejor. El pelo crece en la raíz del cuero cabelludo, por lo que cortar las puntas no va a tener ningún impacto en su crecimiento en la raíz. Esto, según los especialistas, es un mito, ya que las veces que te cortas el cabello no incide directamente en que el pelo crezca más o menos.
Lavarte el pelo a diario produce más sebo. Debemos tener claro que la cantidad de grasa que produce cada persona está determinada hormonalmente y no exclusivamente por la cantidad de veces que nos lavemos el pelo. Lavarte el cabello más o menos, no aporta más grasa, ni la elimina.
La técnica eco del 'no-poo' funciona. La tendencia sostenible que aboga por no usar champú y sustituirlo por agua, bicarbonato y vinagre puede aumentar el riesgo de infecciones del cuero cabelludo. Quienes lo defienden quieren huir de sustancias artificiales o aditivos químicos contenidos en los champús comerciales, que pueden producir irritaciones en el cuero cabelludo o estropear el pelo. Además, afirman que al no emplear champú, el pelo produce menos grasa y, por tanto, se mantiene limpio durante más tiempo.
Afirmación que no comparten desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). "En primer lugar, el champú elimina la grasa producida por las glándulas sebáceas, donde quedan atrapadas las células muertas del cuero cabelludo, la suciedad o las sustancias que nos apliquemos en él. Esta grasa debe eliminarse periódicamente por razones que van más allá de lo meramente estético, ya que supone una importante fuente de microorganismos que pueden favorecer las infecciones".
Si te arrancas una cana, te salen más. "Cada cabello nace de un solo folículo. Si se arranca la cana o se cae de forma natural, solo puede reemplazarse por un cabello que nacerá del mismo folículo, no de otros folículos adyacentes", explica María Castán, experta científica.
Si te lavas mucho el pelo, se cae. No existe ninguna relación entre estos dos actos. Hay una tendencia a relacionar la caída del cabello con el acto de ducharse y no tiene nada que ver. Simplemente, es el momento en el que somos conscientes de ello porque al desenredarnos, lo vemos.
Cambiar de champú con frecuencia deteriora el pelo. Teniendo en cuenta que debes de elegir el champú, según tu tipo de cabello, no necesitas pensar en nada más. Solo observar si el que usas te va bien o no, y según el resultado, eliges si lo mantienes o lo cambias.
Cortarse el pelo atendiendo a los astros. Seguro que alguna vez has escuchado que cortarse el pelo en luna creciente hace que crezca más sano. Pues bien, ni caso. Según los expertos, no existe ningún estudio que lo avale.
Hacer el último aclarado del pelo con vinagre abrillanta. Estos mitos heredados desde la época de nuestras bisabuelas, mejor mantenerlos lejos. El vinagre, sí o sí, es agresivo para el cabello por ser excesivamente ácido (entre 2,5 y 3,5 de pH). Si quieres aportar brillo y luminosidad, usa los productos adecuados para ello.
Las embarazadas no pueden teñirse. Es cierto que durante el embarazo algunas mamás pueden tener la piel mucho más sensible, pero no tienen que dejar de teñirse, sino que pueden hacerlo con coloraciones vegetales. Lo idóneo en estos casos es consultar con tu dermatólogo antes de acudir a la peluquería.
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