El sentido del olfato es un vínculo vital y directo con nuestras emociones, ya que conecta directamente con el sistema límbico, el centro emocional del cerebro. Como un hábil director de orquesta, el olfato crea respuestas poderosas, mezclando experiencias pasadas, instintos y estados de ánimo en el rico tapiz de nuestros recuerdos y sentimientos.
Por eso, aunque la molécula de la que hablamos en esta ocasión, hedione, se descubrió a mediados del siglo XX gracias al trabajo de los químicos, no ha sido hasta hace poco tiempo que se ha comprendido el efecto concreto que tiene esta molécula sobre las zonas del cerebro que tienen que ver con el placer. No es casualidad que hedione, palabra derivada del griego 'hedone' signifique 'placer'.
Después de que nos presentaran una nueva fragancia, Narcotic Delight, 'no apta para menores', cuyo ingrediente principal es el hedione, hemos querido investigar más a fondo sobre el origen y las aplicaciones de esta molécula 'carnal' que promete subir la líbido como ninguna. Los expertos de Initio nos cuentan todo sobre el mecanismo de acción de hedione. Si tienes la misma curiosidad que nosotras, sigue leyendo.
Descubriendo la molécula del deseo: hedione
El hedione, también conocido como 'dihidrojasmonato de metilo', es una molécula de origen floral que se encuentra en las notas de corazón del jazmín y la magnolia. Fue descubierta inicialmente a mediados del siglo XX por químicos que trabajaban en la industria de las fragancias.
Sin embargo, sus efectos específicos en el cerebro relacionados con el placer y el aumento de la líbido no se comprendieron plenamente hasta fechas más recientes.
Como continúan explicando los expertos de Initio, creadora de esta fragancia 'carnal' con hedione, durante décadas, los científicos se mostraron escépticos ante la idea de que ciertas fragancias pudieran tener tales efectos en el cerebro, llevaran el compuesto que llevaran.
Hedione, la molécula directa a nuestra parte más animal
Llegó un día en el que un equipo de investigadores de la Universidad de Bochum (Alemania) realizó estudios definitivos sobre esta molécula y sus efectos sobre el deseo.
Los científicos demostraron la capacidad de ciertas fragancias que contienen compuestos clave, entre ellos el hedione, para activar regiones del cerebro relacionadas con el placer y el aumento de la líbido. Más concretamente, se sabe que activa el receptor VN1R1, uno de los 5 receptores de feromonas funcionales del cuerpo humano.
Este descubrimiento condujo a una comprensión más profunda del potencial del hedione como ingrediente para los perfumes. Se descubrió que el hedione posee la capacidad de estimular las zonas de placer del cerebro, lo que lo convierte en un componente más que deseable en perfumería.
La colección Carnal Blends es un ejemplo de fragancias que aprovechan las propiedades del hedione para evocar sensaciones de placer, atracción y sensualidad. Al infusionar las fragancias con hedione, se crean pociones sensuales que apelan a nuestras emociones más profundas, inconscientes y primarias. Una oda a nuestra parte más animal.
La influencia determinante del olfato en la pasión
El olor y la fragancia tienen la llave para desatar la pasión, creando una conexión íntima que trasciende lo ordinario. Evocan emociones, desencadenan recuerdos y estimulan los sentidos, encendiendo las llamas del deseo y potenciado los momentos de intimidad.
Las fragancias, en la mayoría de los casos, se convierten en una sutil pero poderosa herramienta de seducción, que permite expresar el deseo y captar la atención. Y es que el sentido del olfato está íntimamente relacionado con nuestras emociones, algo que está sobradamente demostrado.
Cómo y dónde aplicar las fragancias con hedione para que 'funcionen'
Los elementos olfativos más transgresores suelen desafiar las normas convencionales con combinaciones atrevidas e inesperadas. Por ejemplo, maderas ahumadas entrelazadas con flores dulces, notas especiadas mezcladas con acordes afrutados, o ingredientes terrosos combinados con sutiles flores.
Los avances de la ciencia permiten a los maestros perfumistas ofrecer una neoperfumería que combina funciones y emociones con creaciones radicales hábilmente diseñadas para crear algo así como adicción.
Para conseguir los efectos deseados de activar las zonas del cerebro relacionadas con el deseo y la pasión, los expertos nos hablan de aplicar la fragancia elegida (con hedione) en los puntos de pulso como pueden ser las muñecas, en el cuello y detrás de las orejas.
La razón por la que las fragancias se aplican en estos lugares es que se trata de zonas que emiten calor, algo que potencia el atractivo del aroma. Estas fragancias con hedione (y vaina de vainilla, pimienta rosa, coñac, humo de puros y cereza jugosa, entre otros ingredientes) son en realidad una provocación que consigue su objetivo sensual, esa atracción deseada… ¡y demostrada científicamente!
¿Quieres recibir gratis todos los jueves en tu correo los mejores contenidos de salud y mujer? Apúntate a nuestra Newsletter.
Comentarios