El pillowing es el hábito relacionado con la postura que adoptamos para dormir. Esta posición se adopta desde la infancia e influye en el desarrollo de las estructuras faciales.
El sueño "no es sólo un descanso necesario, sino una función crítica que pone en marcha nuestro sistema de reparación celular después de un largo día. Durante el sueño, se produce una intensa actividad reparadora que incluye la síntesis de colágeno y elastina, esenciales para mantener la elasticidad y la firmeza de la piel", explica la doctora Almudena Arroyo de IML (Instituto Médico Láser).
Como avanza la segunda consultada, doctora Carla Isturitz de la Clínica Isturitz de Donostia, el fenómeno de pillowing "es uno de los factores más relacionados con el envejecimiento facial, al igual que la edad, la exposición solar, los hábitos tóxicos, la genética y los antecedentes patológicos".
Y es que el acto de dormir en la misma posición con la cara presionada contra una almohada durante largos periodos de tiempo, puede tener efectos en la simetría facial y contribuir al desarrollo de arrugas. Hablamos con un buen número de expertas para profundizar en este interesante tema, que se refiere a que "durante el sueño, el organismo genera niveles más altos de hormona del crecimiento, fundamentales para la regeneración celular", comienza explicando Eva Collar, esteticista y fundadora de la clínica estética Marquessa.
¿Dormir en mala posición puede afectar a la simetría facial?
Claramente, la respuesta a esta pregunta es sí. En este sentido, la doctora García Bonome explica que "cuando te acuestas en la misma posición noche tras noche, la presión constante ejercida sobre un lado de la cara puede causar desplazamientos en los tejidos faciales y la piel".
Y añade: "Con el tiempo, esto puede conducir a una pérdida de simetría facial, ya que un lado puede parecer más hundido o tener una textura de piel diferente en comparación con el otro. La fricción repetida entre la cara y la almohada puede contribuir al desarrollo de arrugas, especialmente alrededor de los ojos, la boca y la frente. La piel es delicada y susceptible a la formación de pliegues y líneas finas cuando está expuesta a presión y fricción de manera regular".
Eva Collar expone que "mantener una postura incorrecta mientras dormimos, reduce la circulación sanguínea en ciertas áreas del rostro que puede interferir en el proceso de regeneración celular, provocando que la piel sea más propensa a desarrollar arrugas".
La doctora Isturitz, por su parte, expone que en cuanto a los hábitos de descanso adquiridos desde la infancia "es habitual tener predisposición a dormirse hacia uno de los lados sobre el que nos encontramos más cómodos o de pasar gran parte de la noche en una posición concreta (por ejemplo, con la mano o el brazo apoyado debajo de la cara o de la almohada)".
Esta postura mantenida durante horas "ejerce una fuerza de presión sobre el hueso maxilar y el resto de estructuras del lado sobre el que nos apoyamos y, por tanto, una mayor pérdida de volumen y atrofia unilateral. Asimismo, puede inducir a la formación de pliegues o arrugas profundas en la piel, especialmente alrededor de la zona de la boca y del mentón".
Relación entre calidad del sueño y salud facial
La calidad del sueño "está directamente relacionada con la capacidad de nuestro cuerpo para realizar las funciones reparadoras de la síntesis de colágeno y elastina. No solo importa la cantidad de horas que dormimos, sino también las fases del sueño que experimentamos", comenta la experta de IML.
Tal es la relación, que "un sueño inadecuado acelera el reloj biológico del envejecimiento, incrementando la aparición de arrugas y afectando la simetría facial".
Dormir en una mala posición puede comprimir ciertas zonas de la cara durante horas cada noche, lo que resulta en una nutrición deficiente de esos tejidos y acelera su deterioro. Con el tiempo, esta compresión continua puede traducirse en arrugas más profundas y una pérdida visible de firmeza en áreas específicas del rostro. "Observando a los pacientes, a menudo se puede deducir de qué lado suelen dormir por la asimetría facial que presentan", continúa la doctora Arroyo.
Así podemos corregir los daños colaterales del pillowing
“Si tendemos a dormir siempre en la misma postura, sobre todo cuando lo hacemos boca abajo o de lado, es posible que acostumbremos a la piel a coger ciertas manías. Cuando somos jóvenes, no pasa nada, porque esas arrugas que surgen al dormir desaparecen. Es lo que llamamos arrugas dinámicas, que se van porque nuestra piel es rica en colágeno y elastina. En cambio, con el paso de los años, esas arrugas pueden ir volviéndose estáticas y marcadas”, dice Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.
Como medidas a adoptar para corregir, la directora dermocosmética de Boutijour, Marta Agustí, sugiere que "una buena recomendación para que no nos salgan arrugas es tener en cuenta la postura. En este sentido, siempre que consigamos dormir boca arriba, podremos evitar estas marcas que, con una repetición constante, pueden acabar convirtiéndose en arrugas prematuras”.
Sonia Ferreiro, biotecnóloga y cosmetóloga en Byoode añade: "cuando dormimos, surgen dos tipos de marcas. Por un lado, tenemos las propias marcas de la arruga de la funda de la almohada. Lo llamamos dermografismo y puede ocurrir en pieles sanas ricas en colágeno, pero también en pieles sensibilizadas o en tejidos que retienen líquidos. El otro tipo de arruga es la que se produce por la presión del rostro sobre la almohada y si esto se repite mucho, eso sí que puede acabar en arrugas marcadas”.
Para evitar las marcas de la almohada "debemos usar fundas de seda, más amigables con la piel, y que no dejan señales", dice la asesora facial de Pure Niche Lab, Ana Yuste. "El masaje facial a la hora de aplicar los productos 'beauty' de la mañana también ayudará a que la circulación facial vaya mejor" y desaparezcan las posibles marcas, concluye Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.
Dormir de lado, ¿la mejor opción?
Todas las expertas consultadas coinciden en que dormir boca abajo es una mala idea por lo que respecta a la aparición de arrugas y la simetría facial, y que la mayoría de las personas descansamos de lado (lo mejor para el funcionamiento del organismo en general). En este sentido, es importante variar la posición durante la noche "para evitar la presión prolongada en una sola parte del rostro". Si dormimos boca arriba, no existe esa presión.
"Debemos esforzarnos por conseguir entre 7 y 8 horas de sueño de calidad cada noche para facilitar los procesos naturales de reparación y rejuvenecimiento de la piel", comenta la experta de IML.
Hablemos de opciones de tratamiento
"Hoy en día con los avances en el campo de la medicina estética, existen opciones de tratamientos no invasivos para abordar el pillowing y sus efectos en el envejecimiento facial. Entre ellos, la aplicación de rellenos dérmicos como el ácido hialurónico para restaurar la pérdida de volumen y suavizar las arrugas. También están las terapias láser y otros tratamientos de rejuvenecimiento cutáneo que estimulan la producción de colágeno y mejoran la calidad de la piel", explica la doctora Isturitz.
La detección, prevención y el tratamiento precoz del pillowing es fundamental para evitar un envejecimiento prematuro y otras patologías asociadas. El tratamiento debe incluir cambio de postura al dormir.
"Existen almohadas anatómicas específicas diseñadas para ayudar a dormir en posición neutra hacia arriba, así como fundas de almohada de tejidos como la seda que previenen la formación de arrugas y pliegues faciales", añade.
Además, "hay que llevar a cabo una correcta rutina facial que incluya protectores solares de amplio espectro, mantener una dieta equilibrada y saludable, evitar el tabaquismo y el alcohol y seguir un estilo de vida activo nos ayuda a minimizar y retrasar los efectos del envejecimiento en la piel".
Resultados inmediatos que corrigen el pillowing
"Cuando vienen pacientes a la consulta, es inmediato detectar de qué lado suelen dormir porque presentan una mitad del rostro con más arrugas e incluso menos volumen. Las arrugas formadas por dormir de lado son muy características; no son las mismas arrugas dinámicas que aparecen en el rostro con el paso de los años por nuestra propia expresión", nos dice la doctora Candy Hernández, médico estético y directora de Candé Clinic.
Aunque la experta nos invita a no obsesionarnos con la postura, sino a poner el foco en descansar realmente bien y de manera profunda, nos habla también de los posibles tratamientos reparadores para corregir estas marcas 'del sueño'.
"Hoy en día la mayoría de efectos del sueño en el rostro son corregibles a través de tratamientos médico estéticos mínimamente invasivos. Tanto las arruguitas formadas por dormir de lado como posibles asimetrías en el rostro las tratamos en consulta con infiltraciones de ácido hialurónico y el resultado es espectacular".
"Las infiltraciones de ácido hialurónico se hacen con una agujita superfina o con cánula, por lo que el paciente no siente dolor. El resultado se ve al instante. Tanto las arruguitas, como los pliegues formados en la piel o posibles asimetrías se rellenan y corrigen con ácido hialurónico para conseguir un rostro más armónico y simétrico".
Sonia Lucena, experta del centro Método Five de Madrid, sugiere que "sin duda, la postura más adecuada para evitar este tipo de arrugas de las que hemos hablado es dormir boca arriba. Sin embargo, si esta postura poco frecuente en la mayoría de nosotras va a afectar a la calidad del sueño, es mejor no forzar pero sí cambiar de postura durante la noche y usar fundas de almohada de tacto suave. Boca abajo, mejor nunca".
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