Las lámparas de rayos UVA tuvieron su momentazo hace un par de décadas, y después de un letargo avalado por su 'mala prensa' y los consejos generalizados para dejar de utilizarlas (aunque en España no son ilegales, ni mucho menos) parece que vuelven a hacer acto de presencia por obra y gracias de las redes sociales, para acelerar el bronceado de manera artificial y apresurada.
Puesto que se trata de una máquina controvertida, de efectos según muchos peligrosos, y en la que las opiniones son encontradas en la mayoría de los casos, hemos entrevistado a cinco expertos en la salud de la piel, para saber realmente si las cabinas de rayos UVA son recomendables o no.
De las tres opiniones recabadas, cuatro abogan claramente por una respuesta, y la quinta, aunque se decanta por la contraria, expone multitud de objeciones. Pero queremos que seáis vosotras las que leáis los argumentos científicos para que decidáis si las lámparas de rayos UVA son peligrosas, y si merece la pena 'correr el riesgo' para broncearnos artificialmente.
Lámparas UVA, ¿en qué consisten?
Para comenzar a entender si son buenos o malos los rayos UVA, el cosmetólogo Arkaitz Felices, director en España de Reviderm, nos explica en qué consisten estas lámpara de bronceado artificial.
Las lámparas de rayos UVA "son dispositivos que emiten radiación electromagnética en la banda ultravioleta tipo A (320-400 nm). Parte de la radiación solar natural está formada también por radiación de esta longitud de onda. Estas lámparas se utilizan en salones de bronceado simulando la exposición al sol".
Gema Cabañero, fundadora y directora de la Clínica Anti-aging y Estética Avanzada que lleva su nombre, por su parte, añade que "cuando hablamos de las lámparas de rayos UVA nos referimos a los dispositivos utilizados en la industria de la estética para proporcionar un bronceado sin necesidad de exposición directa a los rayos solares".
¿Y cómo lo consiguen? La experta explica que es "gracias a la emisión de luz en un rango de longitud de onda de 320 a 400 nanómetros, que estimula la producción de melanina en la piel, dando lugar al bronceado de forma más rápida".
¿Por qué ya no se habla casi de esta técnica de bronceado?
El director en España de la firma Reviderm considera que "el declive en la popularidad de las lámparas de rayos UVA se debe a una mayor concienciación sobre los riesgos para la salud asociados a su uso. Las campañas de salud pública han enfatizado los peligros de la radiación ultravioleta y han promovido alternativas más seguras para obtener un bronceado, aunque hay que recordar que ningún bronceado derivado de la radiación, es un bronceado saludable".
Cuando la piel está expuesta a la radiación UV y comienza a sufrir daños, "reacciona generando melanina como mecanismo de defensa para proteger el ADN del núcleo celular. Este pigmento actúa como una “sombrilla protectora”, proyectando una sombra sobre el núcleo y minimizando el daño al ADN. Por lo tanto, el bronceado es en realidad una respuesta a un daño ya infligido".
Daños colaterales de los rayos UVA según los expertos
Por lo que respecta a los daños colaterales que puede provocar, Felices enumera tres. En primer lugar hay que tener en consideración que estas lámparas dañan la estructura de la piel.
"La exposición prolongada a rayos UVA puede causar envejecimiento prematuro de la piel. Los rayos UVA tienen la capacidad de activar las proteínas encargadas de destruir la matriz extracelular. Son enzimas que actúan como tijeras cortando nuestro colágeno, que nos aporta sostén; nuestra elastina, que aporta elasticidad; y el ácido hialurónico endógeno, que aporta turgencia y flexibilidad".
De lo anteriormente expuesto, se deduce que "el consumo de rayos UVA se manifiesta en forma de arrugas, manchas y pérdida de elasticidad de leve a severa".
La segunda consecuencia indeseada es el daño en las células y el ADN. "Existe una fuerte correlación entre el uso de camas de bronceado y mayor riesgo de cáncer de piel, incluyendo melanoma, carcinoma de células basales y carcinoma de células escamosas".
"Las partículas de radiación UVA tiene suficiente energía para “robar” electrones de los átomos y moléculas, lo que causa un daño directo sobre el ADN. Esto se traduce en daño celular, posibles mutaciones y riesgo de cáncer de piel".
Para finalizar, hay que hablar del sistema inmunológico. "La exposición a los rayos UVA puede afectar la función del sistema inmunológico, reduciendo la capacidad del cuerpo para combatir ciertas infecciones y a localizar las mutaciones que la radiación ultravioleta puede causar. Las células de Langerhans, los “patrulleros” del sistema inmunológico de la piel, son especialmente susceptibles a la radiación ultravioleta".
Esta inmunodepresión es el motivo por el cual los rayos UVA se utilizan como terapia en ciertas enfermedades autoinmunes como la psoriasis, donde el sistema inmune está sobre-estimulado. Los rayos UVA “atontan” esta actividad. Es otro de los motivos por el cual, la rosácea o el acné parecen remitir cuando nos exponemos al sol. En estos casos, el sistema inmunológico deja de “luchar” contra bacterias y microorganismos, y nos da una falsa sensación de mejoría.
En este apartado, la doctora Candy Hernández, directora de Candhé Clinic, añade que "estas lámparas provocan una aceleración del proceso de bronceado exponiendo la piel a rayos UVA de alta potencia. Cuando la radiación penetra en las capas superiores de la piel causa un daño al ADN en las células de la epidermis, al cual éstas responden oscureciéndose para protegerse. Por lo tanto, cuando la piel broncea el daño celular ya está hecho".
¿Son peligrosas las lámparas de rayos UVA?
Ahora viene 'cuando la matan'. Ante la pregunta del millón, el momento en el que los expertos deben decantarse por una de las dos respuestas, Arkaitz Felices responde, rotundamente, que sí, estos procedimiento de aceleración del bronceado "son peligrosos". Y argumenta su afirmación.
"Sí, las lámparas de rayos UVA son peligrosas debido a los riesgos significativos para la salud que conllevan. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y diversas instituciones médicas han clasificado las camas de bronceado como cancerígenas, recomendando evitar su uso debido".
En países donde hay una mayor exposición a los rayos ultravioleta del sol por su ubicación geográfica, como es el caso de Australia, la población está más concienciada con la protección solar y con evitar la exposición a los rayos ultravioleta. De hecho, allí las camas de bronceado están prohibidas por ley.
"Si las cajetillas de tabaco deben incluir en España mensajes e imágenes impactantes para alertar sobre el peligro de su consumo, las camas de bronceado deberían también advertir sobre el riesgo que suponen para la salud del consumidor", se lamenta el cosmetólogo.
La doctora Rita Seco, especialista en Medicina Estética y cuidado de la piel, expone que los rayos UVA "son los responsables del 90% del envejecimiento cutáneo. Este tipo de rayos son lo peor que podemos hacernos, ya que penetra en la dermis, por lo que, perjudica la producción del colágeno y elastina. Cuando las lámparas de rayos UVA se van desgastando, la luz que emiten cambia a rayos UVB, la radiación más peligrosa que produce cáncer de piel".
¿Algún beneficio de las cabinas de rayos UVA?
Gema Cabañero, aunque no es cien por cien partidaria del uso de las lámparas de rayos UVA, sí habla de algunas aplicaciones beneficiosas.
"Antes de calificarlas como peligrosas, es importante destacar que cuentan con diferentes usos y beneficios. Pueden ser de gran utilidad para casos de personas a las que les cuesta broncearse y se queman con facilidad, ya que les ayuda a adaptar la piel gradualmente a la exposición ultravioleta al aumentar la cantidad de melanina y engrosar la capa córnea. De esta forma, la piel está mejor preparada para soportar la exposición al sol y se reduce la sensibilidad a las quemaduras solares".
Por otro lado, las lámparas de rayos UVA "también pueden ser beneficiosas para personas con intolerancias solares, puesto que al exponerse de forma gradual y controlada a la luz ultravioleta, se entrena a la piel para que tolere mejor la exposición solar. Como resultado, la piel se vuelve menos propensa a desarrollar efectos adversos como erupciones cutáneas, enrojecimiento o picazón".
A pesar de lo argumentado, Cabañero quiere dejar claro que "es importante no abusar de este tipo de dispositivos ya que las radiaciones que recibimos son mucho más concentradas. De hecho, pueden provocar daños en el colágeno y la elastina y, pueden llegar incluso al ADN de las células que, en casos severos, pueden mutar y ocasionar serias enfermedades dermatológicas".
El envejecimiento prematuro de la piel no revierte
Sonia Lucena, fundadora del Centro Integral Método Five de Madrid, tampoco recomienda el uso de las cabinas de rayos UVA. "Respecto a los rayos UVA mi recomendación siempre va a ser evitarlos, por varios motivos que expongo a continuación".
La primera razón es porque provocan el envejecimiento de la piel: "Veo a diario en mi consulta personas con la piel envejecida por su excesiva exposición al sol y rayos UVA, envejecimiento que no se puede revertir y que con el tiempo deriva en un deterioro mayor".
Y añade: "Como experta en salud siempre voy a abogar por la prevención. La exposición a rayos UVA afecta al sistema inmune de la piel que se puede ver debilitado y por lo tanto puede mermar la protección ante infecciones y daños externos".
Las lámparas deben estar siempre en condiciones óptimas y renovadas "porque el mal estado puede exponernos a melanomas y otros peligros. Yo siempre recomiendo mucha protección solar y disfrutar del bronceado natural que da el verano priorizando la salud por encima del tono de la piel".
La doctora Candy Hernández afirma rotundamente que "las lámparas de rayos UVA son peligrosas. Aunque los rayos UVA son menos dañinos que los UVB, exponernos a ellos de forma programada y desprotegida con el único objetivo de broncearnos es un sinsentido. El bronceado es una señal de que estamos causando daño a nuestra piel".
Alternativas para broncearnos rápido y sin riesgos, según los expertos
Para conseguir ese tono moreno deseado, sin necesidad de recurrir a las cabinas de rayos UVA, Felices propone echar mano de los autobronceadores de última generación que tienen innumerables ventajas.
"Se trata de productos tópicos que contienen ingredientes activos que reaccionan con los aminoácidos y las proteínas presentes en nuestra piel y las 'cocinan' para aportarles un color oscuro sin necesidad de una exposición. La dihidroxiacetona (DHA) es el ingrediente más conocido en este campo".
La DHA no crea melanina sino melanoidinas, un pigmento diferente que varía su color desde el amarillo hasta el marrón. Es por esto que el color que se consigue con los autobronceadores a veces no parece tan natural. Es ideal buscar productos que además de broncear activen la generación de melanina de la piel, para obtener un color mucho más parecido al que se obtiene al broncearse al sol.
Gema Cabañero, por su parte, propone aprovechar todas las posibilidades que nos brinda la nutricosmética. "Existen suplementos nutricosméticos destinados a preparar la piel y cuidarla al mejorar sus defensas y aumentar la tasa de melanina. Ayudan a restaurar los niveles de hidratación y regenerar los tejidos reduciendo la inflamación tras la exposición solar".
Un ejemplo de ello es el Plan Solar de la firma 180 The Concept, que logra todo ello gracias a ingredientes como el betacaroteno y beneficiosas algas como las Algas Chlorella, Espirulina y Algas AFA capaces de preparar la piel antes de la exposición solar y reforzar sus tejidos.
Asimismo, este nutricosmético también funciona como un escudo solar ya que ayuda a eliminar las toxinas y propicia la regeneración celular gracias a vitaminas como la Vitamina D3 o la Vitamina J y varias Vitaminas del grupo B, que favorecen una correcta nutrición de la piel para protegerla del daño oxidativo.
Para finalizar, la doctora Rita Seco habla de "tomar el sol poco a poco con protección y sin quemarte. Al final, si tomas sol de forma saludable no te quemas, sino que coges color de forma gradual y proteges tu piel de los UVB (encargados de la producción de la melanina). Es importante que cada vez que notemos que la piel sube de temperatura reapliquemos solar y nos pongamos a la sombra, aplicando agua fría".
¿Quieres recibir gratis todos los jueves en tu correo los mejores contenidos de salud y mujer? Apúntate a nuestra Newsletter.
Comentarios