Mañana se estrena 'Del revés 2'. En la redacción, hablando del estreno de la primera parte, calculábamos que había sido hace cuatro o cinco años. Resulta que fue en 2015, hace la friolera de nueve. Podría haber sido ayer. Las emociones nunca pasan de moda, y siempre, siempre regirán el día a día de toda persona. Esta segunda parte aborda las de los adolescentes. Casi nada.
Repasando las emociones que tocan ambas películas me reitero en la idea de lo difícil que es ser adolescente (y pre). La niñez, según 'Del revés' está dominada por cinco emociones fundamentales: alegría, tristeza, ira, miedo y asco. Estas cinco se completan con otras cuatro que aparecen cuando las hormonas empiezan a revolucionar nuestro cuerpo, a eso de los 13: ansiedad, envidia, vergüenza y hastío (o aburrimiento). Coge todo eso, mételo en una coctelera, agítalo bien y tienes un adolescente de manual. Todas lo hemos sido, sabemos de lo que hablamos. En el caso de las personas de mi generación con la diferencia de que cuando nosotras lo éramos los estímulos, los referentes, los consejos, incluso las distracciones venían de sitios contados. Y ahora… es tan profundo e inquietante el pozo del que viene todo eso que no es fácil mantener el foco o tomar decisiones.
Y ahora… es tan profundo e inquietante el pozo del que viene todo eso que no es fácil mantener el foco o tomar decisiones
Hace unas semanas hablando con Nuria Roca en la gala Mujeres comentábamos lo complicado que hubiera sido para nosotras centrarnos en las asignaturas del instituto, aprobar la carrera, una oposición, etc… teniendo un móvil lleno de whatsapps sin leer, publicaciones de Instagram de la persona que nos gusta agolpándose, DM sin revisar, reels y vídeos de tiktok de nuestro cantante o actor favorito esperando a ser vistos y sobre todo, un 'scroll' infinito que hacer durante horas viendo NADA.
Todo este mundo que ahora está a nuestro alcance sin movernos de casa es para los jóvenes un túnel por el que transitar sin necesidad de salir y exponer ni la vergüenza ni el miedo, y con el que ir acumulando ansiedad y envidia. Y no tienen que estar necesariamente encerrados 24x7. Lógicamente salen, van al colegio/instituto, a comidas familiares, a hacer deporte… pero lo hacen por ese túnel, aunque puedan quemarse con el sol.
Creo que es muy importante que sepan que es lo que toca, que el miedo y la vergüenza no es solo cosa suya. Que todos tenemos miedo, que llega un momento en el que la vergüenza deja de ser el motivo por el que haces o no haces cosas, que la envidia está a la orden del día y que se canaliza, que aburrirse es bueno y que la ansiedad se trabaja y que va y viene. Y que a pesar de todo esto se puede ser muy feliz, pero no siempre. Que la vida sube y baja, que los ricos no son siempre felices (a veces ni son ricos) ni si quiera los felices lo son siempre. En esta etapa de la vida lo de 'mal de muchos consuelo de tontos' sí que vale. No estáis solos.
Lo importante es que sean buenas personas, independientemente de lo que nos exaspere su languidez, sus contestaciones vagas o sus imprecisiones. Sé de lo que hablo aunque esta adolescencia en casa me tenga a mí también del revés. Pasará.
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