El coregasmo sucede de manera involuntaria mientras realizamos ejercicios denominados de 'core' (entrenan los músculos de la pelvis, cadera y abdomen), y sus efectos son muy similares a los que proporciona un orgasmo, aunque quizá con algo menos de intensidad según los expertos (y algunas protagonistas que lo han experimentado).
Como su propio nombre indica, el coregasmo es un 'dos por uno' que tiene lugar de manera espontánea durante la práctica deportiva, y la buena noticia es que "se produce en mayor medida en las mujeres (puede haber algún caso masculino también, aunque diferente)".
Crys Díaz, entrenadora personal, fisioterapeuta y ex nadadora de la Selección Española nos ha compartido esta estadística que, por una vez y sin que sirva de precedente, nos favorece. Además, entrevistamos a la experta que colabora con Flavia para saberlo todo sobre este orgasmo desde el 'core'.
Orgasmo, pero algo diferente
La experta entrevistada comienza explicando que "el coregasmo es un orgasmo que aparece de manera espontánea cuando realizamos determinados ejercicios que involucran el core de manera activa".
Según desvelan algunos estudios recientes, "este tipo de excitación provoca un placer algo menos intenso que el de un orgasmo normal, y sucede de una manera involuntaria de forma diferente en las mujeres que en los hombres" (menos propensos a 'disfrutarlo').
La fisioterapeuta y ex nadadora profesional añade, no obstante, la variable de que, aunque sobre todo el coregasmo se manifiesta con ejercicios de core (del abdomen hasta el suelo pélvico), también se puede conseguir practicando otro tipo de deporte.
"Deportes como el spinning (bicicleta estática a velocidad y con resistencia), la natación, el running e, incluso determinadas posturas que se adoptan en yoga, también son candidatos a provocar coregasmos", comenta Díaz.
¿Por qué se produce el coregasmo?
Aunque no existen certezas que puedan avalar el origen de este clímax espontáneo, la experta entrevistada dice que la mayoría de las opiniones la asocian a que "la fatiga que se produce en la musculatura del abdomen durante el entrenamiento, así como del suelo pélvico, desencadenan una estimulación interna que aumenta la presión sobre las áreas que rodean la pelvis y los genitales".
En el caso de los hombres, aunque es mucho menos frecuente según desvelan todos los estudios realizados hasta el momento, estos orgasmos de los que hablamos se producen de una manera bien diferente. "La mayoría de las opiniones apuntan a que podría llegar a darse como consecuencia de una estimulación de la próstata", señala la entrenadora.
Esta desproporción en la incidencia entre hombres y mujeres "tiene que ver con una cuestión meramente anatómica; nuestra zona genital lo tiene más 'fácil'".
En cualquier caso, tanto en las mujeres como en los hombres, estas circunstancias no son las únicas que influyen en el resultado. "Existen otros factores tan dispares como las características anatómicas de cada uno, y el estado de ánimo", concluye Crys Díaz.
No sólo de 'core' vive este clímax espontáneo
Efectivamente, está científicamente demostrado que la práctica de deporte puede provocar cierta excitación. Obviamente, a este tipo de orgasmo involuntario, que además tiene lugar en un espacio lleno de personas desconocidas como puede ser un gimnasio, le falta el momento emocional. Sólo es algo mecánico. Pero bueno… si llega sin llamar, ¡bienvenido sea!
En la línea de lo que comentaba Crys Díaz, en realidad, cualquier tipo de ejercicio que nos active determinadas zonas corporales como los abdominales clásicos, isométricos como las planchas cruzadas, los hipopresivos o el spinning, en los que puede producirse esa fricción, son buenos postulantes al coregasmo. La contracción del suelo pélvico de manera repetida no falla.
Se trata, al fin y al cabo, de experimentar con la musculatura de determinadas zonas como el abdomen, contrayendo de forma repetida, un ejercicio que puede mejorar considerablemente nuestra vida sexual (fuera del gym).
Algunas ideas para 'provocar' coregasmos
Ahora que ya hemos desvelado este agradable secretillo con ayuda de la entrenadora y fisioterapeuta Crys Díaz, ya no nos pillará por sorpresa experimentar un coregasmo. Por eso, por la ansiedad imperante en nuestra sociedad, si hay quien se pregunte dónde está ese clímax espontáneo (bueno, ya no tanto), a continuación vamos a compartir un par de ejercicios estimulantes.
Perteneciente al denominado Bikram Yoga, la pose del pico del águila es una excelente candidata al coregasmo, sobre todo si se practica de manera repetida. Para ello, debemos tirar de los codos hacia abajo para abrir bien los hombros, hasta que los dedos de las manos queden por debajo de la nariz. En esta postura de pie con las piernas semiflexionadas, metemos el estómago y nos sentamos como si lo hiciéramos en una silla imaginaria.
Otra actividad puede ser la 'V'. Sentadas en el suelo, dibujamos esta letra del abecedario con las piernas dobladas y elevadas, y los brazos extendidos hacia delante. Mantenemos el equilibrio y apretamos el abdomen de forma consciente. repetimos estos movimientos durante 30 segundos.
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