Los beneficios para la salud de hacer ejercicio en el agua

  • Ejercitarse en el agua protege las articulaciones, mejora la circulación y eleva menos la temperatura corporal.
Hacer ejercicio en el agua tiene muchos beneficios para la salud.
Hacer ejercicio en el agua tiene muchos beneficios para la salud.
Armin Rimoldi / Pexels
Hacer ejercicio en el agua tiene muchos beneficios para la salud.

Durante el verano, y más en uno tan sofocante como este, el calor es la excusa perfecta para dejar de hacer ejercicio. Sin embargo, la solución, si hay voluntad, es muy sencilla, pues en el agua podemos hacer multitud de ejercicio que, no solo nos protegerán de un golpe de calor y nos ayudarán a manteneros en forma en la época de más calor, sino que tienen beneficios adicionales para la salud.

No eleva tanto la temperatura corporal

El ejercicio eleva la temperatura corporal, por eso es peligroso hacerlo, especialmente el aeróbico, cuando las temperaturas son elevadas. Si hacemos el ejercicio en el agua, la temperatura corporal nunca se elevará tanto, pues las temperaturas el agua es inferior y ayuda a compensar por la capacidad de este fluido para mantener la temperatura. Además de reducir mucho el riesgo de un golpe de calor, será más llevadero.

Se queman más calorías

Si realizamos el mismo ejercicio en el agua que fuera de ella es lógico pensar que quemaremos más calorías, pue el agua ofrece mucha más resistencia que el aire y se necesita más energía para realizar los mismos movimientos. Si uno de los objetivos es perder peso o mantenernos en un peso saludable el agua es, sin duda, un gran aliado para conseguirlo.

Es más tonificante y fortalece más los músculos

Además de ayudarnos a quemar más calorías, la mayor resistencia que nos ofrece al agua con respecto al aire hará que el ejercicio sea más exigente en cuanto a tonificación, pues mover el agua con nuestras extremidades es muy parecido al hecho de usar mancuernas o pesos, aunque sean ligeros. Ejercitarse el agua mejora, por tanto, el tono muscular y aumenta la masa muscular y la fuerza, con todo lo que conlleva, pues una mayor musculatura protege huesos, articulaciones y nos ayuda a quemar más calorías incluso en reposo.

Mejora la circulación

Para las personas con problemas de circulación sanguínea, el ejercicio en el agua es un gran aliado, pues la fuerza que ejerce el agua sobre las piernas es similar a la de una media de compresión. Ejercitarse en el agua ayudará, por tanto, a las personas con varices o hinchazón de piernas. Esta mejora de la circulación también reduce el riesgo de sufrir un desmayo mientras se realiza una actividad física. Algunos estudios también relacionan los ejercicios en el agua con una reducción de la presión arterial, especialmente en adultos mayores.

Protege las articulaciones

Es uno de los grandes beneficios de ejercitarse en el agua, pues el agua amortigua el impacto que el tiene nuestro peso contra el suelo, lo que convierte a cualquier disciplina en el agua en un ejercicio de bajo impacto. Esto se traduce en un menos riesgo de desgaste de las articulaciones -previene la artrosis- y reduce las molestias en personas que ya padecen problemas de articulaciones, como artrosis o artritis. Los ejercicios en el agua ayudan a que las personas con estas patologías se mantengan activas. Un menos impacto también se traduce en menos presión sobre algunos músculos y huesos.

Provoca menos lesiones

Un menor impacto también se traduce en menos lesiones. Por un lado, las posibilidades de caernos son menores, y por otro, las caídas tendrán menos impacto, lo que se traducirá en menos lesiones, como roturas, esguinces…

Ayuda a trabajar el equilibrio

El agua es una red de seguridad para las personas con problemas de equilibrio, pero no solo reduce el riesgo de caídas y en caso de que producirse, estas serán menos graves y dolorosas, sino que trabajar en el agua ayuda a mejorar el equilibrio, lo que reducirá el riesgo de caídas también fuera del agua.

Acelera la rehabilitación

Volver a hacer ejercicio después de haber sufrido, por ejemplo, un ataque cardiaco, una operación en la columna o cualquier lesión que nos haya hecho perder movilidad por cualquier motivo es mucho más fácil si lo hacemos en el agua. El motivo es que en el agua y te puedes mover más fácilmente. La progresión será más paulatina y se podrá empezar antes.

Es ideal para principiantes

Aunque es cierto que la actividad física en el agua es ideal para las personas mayores, en realidad puede beneficiar a todo el mundo, especialmente a los que les cueste empezar. Además de costar menos moverse, provoca menos agujetas y es más divertido, lo que hace que sea más llevadero para aquellas personas a las que les cuesta arrancar en las disciplinas tradicionales ‘en tierra firme’. 

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