María Bosser: "Mi diagnóstico, leucemia aguda mieloide, fue totalmente casual, no tenía síntomas"

María Bosser fue diagnosticada con leucemia aguda mieloide, aunque su caso era diferente, puesto que había una modificación genética con una alteración de 3 cromosomas. Esto hace que su enfermedad sea rara.
María Bosser padece una Leucemia Aguda Mieloide diferente.
María Bosser padece una Leucemia Aguda Mieloide diferente.
Cedida
María Bosser padece una Leucemia Aguda Mieloide diferente.

En el año 2016, María Bosser recibe una noticia inesperada: tiene una leucemia aguda mieloide diferente combinada con una alteración genética. Con el fin de compartir su experiencia y vivencias, en mayo de 2024 publicó Preparada, un libro que ya va por la segunda edición. Hoy, en Mujer.es, nos concede esta entrevista tan dulce y especial.

En verano de 2016 recibes un diagnóstico inesperado, leucemia aguda mieloide, tras unos exámenes rutinarios, ¿presentabas algún síntoma?No, la verdad es que no sentí nada fuera de lo habitual. Sin embargo, ahora que miro hacia atrás, recuerdo que en una travesía que hice con mi esposo por el mar de Cortés, justo después de hacerme ese examen rutinario, al nadar en el mar noté que me cansaba, algo desconcertante, aunque no le di importancia. Yo he nadado casi cada día durante toda mi vida, por lo que podría haber sido una señal de alerta del diagnóstico.

¿Qué es la leucemia aguda mieloide que, en tu caso, además está combinada con una alteración genética?La leucemia aguda mieloide es un tipo de cáncer en el que la médula ósea produce células sanguíneas anormales. En mi caso, además, hay una alteración de 3 cromosomas, lo que es muy raro, con muy poco casos registrados. Tras el diagnóstico, me sometí a un trasplante (el donante fue mi hermano mayor). Sin embargo, esto no terminó con la enfermedad, ya que el tercer cromosoma quedó aún afectado.

En el libro, tras el diagnóstico, esperas para contárselo a tus seres queridos. ¿Cómo lograste ser tan paciente y controlar la ansiedad?Si te soy sincera, no tuve ansiedad ni miedo en ningún momento. Hasta yo misma estaba sorprendida. Supongo que he vivido ciertas experiencias dolorosas —cuento una en el libro—, en las que hay accidentes que arrebatan la vida de personas jóvenes, que me han hecho valorar mi situación. Pues, aunque es cierto que tengo una enfermedad, y esta es rara, para mí ha sido un regalo porque tengo tiempo. Enfermé con 47 años y ahora cumpliré 56. Pienso aprovechar el tiempo que me quede.

Preparada
El libro "Preparada" de María Bosser salió en mayo de 2024.
Cedida.

¿Por qué elegiste el título "Preparada"?El título me vino a la cabeza durante el segundo trasplante al que me sometí a principios de este año. Estuve durante dos meses muy recogida. Mucha gente no lo sabe, pero someterse a un trasplante es algo muy delicado, hay poca gente que lo supera. Fue en esos meses en los que me dije a mí misma que tenía que prepararme ya para lo que pudiera suceder. Fue entonces cuando empecé a plasmar sobre el papel lo que me había ocurrido desde el diagnóstico, todo lo vivido y, también, me animé a dibujar un poco con acuarela (hay algunos dibujos en el libro).

¿A qué tratamientos te has sometido por tu enfermedad? El primer tratamiento fue el trasplante en noviembre de 2016, al que le sigue el realizado este año a principios de 2024. También he recibido quimioterapia, gracias a la cual se eliminó la alteración de los dos cromosomas afectados, menos del tercero. Me sometí a radioterapia y, bueno, están las punciones lumbares que sirven para inyectar medicamentos como la quimioterapia. También están las succiones de médula, muy dolorosas, pero que ayudan a extraer muestras.

¿Cómo has afrontado cada recaída?Si te soy sincera, con el trabajo, siempre y cuando la enfermedad me lo permitía. Soy florista y he hecho talleres, di cursos y trabajé para uno de los centros de jardinería más importantes de España. Sin embargo, debido a la leucemia me prohibieron tocar las flores, porque me da una alergia espantosa. Para hacerlo, tenía que ir hiperprotegida. No obstante, me he mantenido siempre ocupada, haciendo lo que me gusta. Eso sí, nunca me sentí triste durante las recaídas, es más, siempre he disfrutado de esos momentos en los que los médicos no detectan la enfermedad (suelen tener una duración de unos 2 meses y medio). 

En "Preparada", el lector tiene la sensación de que no temes a la muerte, ¿es esto verdad?Sí, es cierto. No pienso en ella en ningún momento, aunque sí he trabajado esa parte de estar preparada para lo que pueda suceder. Esta enfermedad es dura, hay muchas visitas al hospital y, al final, terminas muy cansada, tanto de contar lo que te ocurre como de todas las pruebas que te hacen. Yo estoy satisfecha con la vida que he vivido y en lugar de pensar en el futuro, me centro en disfrutar del presente. 

¿Cómo te ha cambiado esta enfermedad? Pues, en realidad, soy la misma persona, solo que mis circunstancias han cambiado. Disfruto más de las pequeñas cosas, de poder leer un libro, de respirar el aire puro... Es verdad que tengo menos energía, que hay días en los que me encuentro fatal... Pero si me pones música, seré la primera en levantarme y bailar, independientemente de cómo me encuentre. Además de todo esto, nunca me voy a la cama sin resolver aquello que puede estar angustiándome. 

Hay personas que se vienen abajo cuando reciben una noticia inesperada como la que recibiste tú en 2016. ¿Qué palabras les dedicarías desde tu propia experiencia?
Les diría que empiecen a reconocerse, entender de sus recorridos, valorar quienes son y como son, tal como ha sido su vida. Que entren en su oasis personal, sin más exigencias, en una vida que se hilvana y toma sentido. Yo he sido voluntaria y estuve en contacto con personas que han recibido un diagnóstico inesperado de cualquier tipo de enfermedad. Primero, hablo con los familiares y hago hincapié en que cuiden a sus parejas, siempre les insisto en esto. Después, lo que suelo hacer es presentarme como voluntaria y paciente, y si los pacientes están receptivos les escucho, les animo en el grado que se pueda, les acompaño y estoy a su lado. Además, les hablo de lo fundamental de ser buenos pacientes y seguir agradeciendo para recibir los mejores cuidados.

¿Cómo afrontas el futuro?Pues "Preparada". Preparada para lo que vendrá, preparada para disfrutar, preparada para vivir tranquila y en paz. Pero, sobre todo, estoy centrada en el presente, en el tiempo del que dispongo. El tiempo para mí es un regalo y, gracias a Dios, tengo el amor de mi familia y amigos, además de haber estado en manos de médicos y enfermeras excepcionales. 

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