El verano es esa época del año en la que nos acordarnos de los lunares o nevus… Nos destapamos más, llevamos menos ropa y somos más conscientes de la exposición solar y de sus potenciales peligros. Sin embargo, deberíamos pautar la visita al dermatólogo de vez en cuando, con el objetivo de que no 'se nos escape' ningún lunar o mancha potencialmente malignizable.
Afortunadamente, cada vez existen herramientas más sofisticadas, potentes y eficaces para mantener alejada la posibilidad de desarrollar un cáncer de piel. ¿La penúltima? Fotofinder, una máquina de diagnóstico avanzado capaz de crear un mapa digital de la piel, ayudando a monitorizar los lunares y detectar posibles cambios.
Eso sí, aunque Fotofinder hace gran parte del trabajo en la lucha contra el melanoma, no es capaz de diagnosticar por sí solo. Esta herramienta de última generación proporciona al dermatólogo una base de datos detallada para comparar y evaluar los lunares de la forma más precisa.
Así 'trabaja' Fotofinder
Fotofinder es una herramienta por imagen que permite tener un registro de toda la superficie cutánea del paciente y, además, "diseñar un mapa dermatológico para registrar y hacer un seguimiento de la evolución de lunares y otras lesiones que haga posible ver de manera rápida y clara cualquier modificación sospechosa", comienza explicando la doctora Ana Rodríguez-Villa, de IMR (Instituto Médico Ricart).
¿Hasta qué punto Fotofinder es una herramienta útil en la detección del cáncer de piel? En palabras de la dermatóloga "es muy fidedigna y certera, sensible a los cambios. La sofisticación de la dermatología pasa por seguir a nuestros pacientes y detectar modificaciones que sean sospechosos de forma precoz".
El diagnóstico siempre corresponde al dermatólogo
El diagnóstico de los lunares ha avanzado significativamente con nuevas tecnologías y métodos. La dermatoscopia y la digitalización de imágenes es una tecnología de diagnóstico de cáncer de piel que nos permite visualizar los lunares y otras lesiones de la piel revelando de forma inmediata si son sospechosas de malignidad. Además, gracias al sistema fotográfico que ofrece la dermatoscopia digital, podemos realizar un seguimiento de cualquier lesión que presente la piel y observar su evolución.
Como ya hemos comentado anteriormente, el diagnóstico con respecto a esos lunares que registra Fotofinder siempre corresponde al dermatólogo. Una máquina no es capaz de diagnosticar, para eso es imprescindible el 'ojo' entrenado del especialista.
Además de dibujar este mapa corporal de las diferentes marcas en la piel, el dermatólogo tiene en consulta a un gran aliado, que es el dermatoscopio. Se trata de esa 'lupa' que se convierte en "complemento esencial, y que permite al profesional ver detalles que no son visibles a simple vista, identificando patrones y estructuras que nos dan idea de la benignidad o posible malignidad de una lesión".
Una vez más una máquina puede ser muy útil, pero nunca tendrá la capacidad de diagnosticar. Lo mismo sucede con el dermatoscopio. Como explica la doctora Villa, "muchos pacientes creen que la propia lupa es la que te da el diagnóstico, pero es el ojo del dermatólogo el que lleva a cabo el proceso de cribado".
¿Cuál será el siguiente paso en la detección precoz del melanoma?
"Los dispositivos de seguimiento por epiluminiscencia permiten el mapeo corporal total y nos proporcionan la mayor fiabilidad para el seguimiento estrecho y precoz de las lesiones cutáneas", comienza diciendo la doctora entrevistada.
En un futuro próximo, "veremos cuánto nos puede ayudar la inteligencia artificial en nuestros diagnósticos, puesto que las casas comerciales tecnológicas ya se están poniendo en marcha para desarrollar sistemas que coevalúen y confirmen lo que el ojo clínico ve".
Esta es la razón por la que es importante revisar los lunares
Cualquier momento del año es bueno para hacer una revisión, "si bien es cierto que los dermatólogos preferimos ver a los pacientes antes del periodo estival, puesto que el bronceado puede hacer que algunos lunares se vean algo diferentes a la exploración con el dermatoscopio".
"Como siempre digo: la revisión dermatológica es la más rentable de la medicina. Solo necesitas un dermatoscopio, un ojo entrenado y algo de tiempo para examinar las lesiones de la piel que tenemos al alcance de nuestra vista", expone Ana Rodríguez-Villa.
Y añade: "Con un chequeo reglado podemos detectar rápidamente lesiones pigmentadas atípicas o melanomas que pueden poner en riesgo al paciente, además de otras lesiones malignas o premalginas que también son cribables con una revisión dermatológica".
Nunca es tarde para revisarse porque el cáncer de piel o el melanoma puede desarrollarse a cualquier edad. Detectar cambios en los lunares en cualquier momento puede permitir un tratamiento temprano y eficaz. Siempre es mejor prevenir y diagnosticar a tiempo que enfrentarse a complicaciones más graves. Además, hay ciertos momentos de la vida en los que los lunares pueden cambiar, como en el embarazo, por ejemplo.
El problema de la falta de concienciación sigue existiendo
En el centro IMR han elaborado el Estudio de la Piel "porque los profesionales seguimos viendo mucho desconocimiento general en el día a día dentro del campo de la dermatología. Concretamente, si hablamos del cáncer de piel, nos damos cuenta de que falta mucho camino por recorrer en cuanto a concienciación".
Por ejemplo, en este estudio hemos sabido que "al 54 por ciento de la población en España le preocupa tener cáncer de piel, pero sólo un 20 por ciento ha ido al dermatólogo en el último año. Otros datos curiosos que extraemos del estudio es que 6 de cada 10 encuestados no lleva un seguimiento de sus lunares o que casi la mitad de los españoles (43 por ciento) no utiliza protector solar, a pesar de que saben que es la principal arma de prevención", se queja la experta.
Por lo que respecta al seguimiento, "más que preocuparnos, deberíamos ocuparnos. Ocuparnos de hacer una vigilancia adecuada para prevenir enfermedades graves. Uno de los objetivos de este estudio es, precisamente, concienciar a la población sobre los signos de alarma del cáncer de piel".
A pesar de que la población cada vez está más informada y el interés por la salud de la piel cada día es mayor, aún hay muchas personas que no le prestan atención. "Concienciar a la población es clave y esto se consigue a través de campañas de salud pública, educación y visitas regulares al dermatólogo", dice la doctora.
"También hemos participado en la campaña del Euromelanoma organizada por la Academia Española de Dermatología (AEDV). Esta actividad surge para promover y compartir información sobre la prevención, diagnóstico precoz y tratamiento del cáncer de piel, ofreciendo una revisión dermatológica de lunares preventiva a la población general".
¿Conoces la regla del ABCDE?
Uno de los datos importantes que se extraen del Estudio de la Piel IMR hace referencia a que sólo el 5 por ciento de las personas encuestadas conoce la regla del ABCDE de los lunares, principal arma de autoexploración y detección precoz del cáncer de piel. Esto, a pesar de que se ha hablado en los últimos años de ella hasta la saciedad.
Aunque es cierto que se trata de un cribado grosero para el ciudadano de a pie, es una manera de autoexploración que suele funcionar. Eso sí, "ante la más mínima duda hay que consultar con un dermatólogo, puesto que con la dermatoscopia digital podemos detectar cambios mucho más sutiles de lo que permite el ojo".
Para vigilar nuestros lunares, debemos prestar atención a la regla ABCDE. La A hace referencia a la asimetría. Los lunares asimétricos son más sospechosos. La B se refiere a los bordes irregulares, que deben alertarnos para consultarlo. La C es el color: cualquier cambio de color o colores múltiples en un mismo lunar son motivo de consulta. D es el diámetro, puesto que los lunares de más de 6 milímetros deben ser observados. Por fin, la E es la evolución: cualquier modificación en tamaño, forma, color o síntomas como picazón o sangrado deben ser revisados.
¿Cuál es la diferencia entre detectar un lunar maligno a tiempo o años después?
Uno de los datos más importantes para medir el riesgo de un melanoma es lo profundo que esté y cuánto de invasivo sea al diagnóstico.
"Detectar un lunar maligno a tiempo puede significar la diferencia entre un tratamiento sencillo y curativo o enfrentar un cáncer avanzado que puede ser más difícil de tratar y tener peores resultados. Está comprobado que la detección temprana mejora significativamente las tasas de supervivencia. Por lo tanto, es fundamental consultar de forma rápida ante cualquier cambio sospechoso", concluye la dermatóloga.
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