Estamos pasando unos días en una aldea en la que habitualmente hay cinco o seis casas habitadas (de un total de 20 o así), aunque en verano la población se triplica y se llegan a habitar la friolera de 15 casas. No tenemos Wi-Fi y mi hijo suplica que le compartamos datos cuando no está viendo ovejas y conejos recién nacidos o tirándose de cabeza sobre una montaña de paja.
Anoche ocurrió algo inaudito. En la 2 de TVE (o sea, sin anuncios) pusieron la película TOP SECRET. La he visto muchas veces, pero es verdad que hacía muchos años que no la veía. Mi hijo no la conocía. Su padre y yo dijimos a la vez: "déjala que es muy divertida". Mateo nos miró con esa incredulidad insolente y llena de condescendencia con la que solo saben mirar las personas que tienen 15 años. Empezamos a verla.
Él no daba crédito a lo que estaba viendo, pero a la vez no podía dejar de reír. Ni yo. En cada escena hay algo hilarante. Absolutamente todo es surrealista. Si la habéis visto ya sabréis que no se trata de humor fino, elegante y socarrón. Es HUMOR en su esencia más pura, es la acepción más básica de la palabra. Es una maravilla que siempre me olvidó de mencionar cuando hablo de mis películas favoritas.
Durante más de una hora (la pillamos empezada) no hubo móviles, ni TikTok, ni Instagram, ni vídeos de Youtube. Ni él ni yo (no me escondo) miramos el móvil ni una sola vez.
Una buena película no solo es aquella que cuenta una historia maravillosa, o con una fotografía espectacular, un guion maestro o unas interpretaciones dignas de un Oscar. Una buena película es aquella que sirve para algo y que, por supuesto, cumple el propósito para el que fue creada, divertir en este caso. Aunque la cinta sea, como diría mi padre: "una tontería detrás de otra".
Cuando éramos pequeños recuerdo que mi hermano y yo no podíamos dejar de llorar de la risa viendo 'Aterriza como puedas', ante la estupefacta mirada de mi madre. Otra gran película. No es que seamos muy finos para el humor ninguno de los dos.
Anoche, cuando acabó la película mi hijo dijo: "está to' guapa". No es la persona que mejor se expresa del mundo, pero anoche fue una vez más mi persona favorita. Gracias Jim Abrahams, David y Jarry Zucker, los directores; y por supuesto, gracias Val Kilmer por hacer esta película tan absurda como maravillosa.
Llega agosto y esta que opina y habla de sus cosas dejará de hacerlo durante los próximos 5 jueves. Cerramos por vacaciones y volvemos en septiembre con más y mejor material. ¡Felices días!
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