Por qué la sociedad aplaude la "ambición desmedida" de C. Tangana, pero castiga la de JLo

Diversos medios aseguran que la ambición de Jennifer Lopez podría estar dañando su matrimonio. ¿Por qué se sigue demonizando a las mujeres ambiciosas?
JLo en 'Halftime'
JLo en 'Halftime'
Netflix
JLo en 'Halftime'

Aunque el análisis 'Women in the Workplace 2023' conducido por la consultora estratégica global McKinsey & Company ha destacado que por mucho que a algunos les pese, la ambición de las mujeres en el ámbito laboral está en constante ascenso, especialmente gracias a las medidas de flexibilidad que muchas empresas están poniendo en marcha, parece que la sociedad todavía no está enfocando bien la ambición cuando se vincula a las mujeres. Mientras que C. Tangana presume de 'Ambición Desmedida' tanto, que incluso es la que da nombre tanto a su 'tour' como a su documental, la ambición se castiga cuando se achaca a una mujer.

Eso es lo que ha ocurrido con Jennifer Lopez, cuya relación con Ben Affleck lleva tiempo en el punto de mira ante los recurrentes rumores de separación, que señalan a la cantante como culpable. ¿El motivo? Su ambición, esa que supuestamente, el actor es incapaz de tolerar. Al parecer, la ambición de unos es alabada, mientras que la de otras, es motivo de tarjeta roja. No es casualidad que se hable precisamente de "ambición desmedida" en la trama de 'Juego limpio', la película en la que Phoebe Dynevor descubre cómo su ascenso laboral molesta a su pareja, con quien trabaja.

Lo normal (creo) sería decir que el problema radica en la envidia de él, pero la trama subraya las ambiciosas aspiraciones laborales de ella como las verdaderas trabas. "Un codiciado puesto en una competitiva empresa financiera empieza a corroer el romance oculto entre Emily (Dynevor) y Luke (Ehrenreich) al alterar la dinámica de poder entre ellos. El apoyo mutuo se desvanece, y algo nefasto surge del éxito y la ambición desmedida". Si el ambicioso y el triunfador hubiera sido él, al parecer, no habría habido película alguna…

Cargaba con el estigma de que las mujeres no deben ser ambiciosas

"En una de mis primeras entrevistas, un periodista mencionó la palabra 'ambición' y comenté que el término me generaba rechazo. Una amiga me dijo: "No deberías jamás sentirte avergonzada por esa palabra". Tenía razón. Entonces, me di cuenta de que cargaba con el estigma de que las mujeres no deben ser ambiciosas, pues  es algo que genera rechazo. Esto crea un nocivo doble estándar que tenemos que superar para lograr la igualdad", explicó Tory Burch, que en 2017 lanzó la campaña 'Embrace Ambition', cuya finalidad era lograr que las mujeres no se avergonzaran por querer alcanzar sus metas laborales trabajando duro.

La ambición es positiva, excepto cuando se enfoca hacia la validación externa

"La ambición a menudo está mal dirigida, se utiliza para llenar alguna carencia interna dolorosa, está atada al anhelo de complacer a una audiencia invisible, de ser vistas como chicas "buenas" dignas del mundo exterior. Mientras continúa el debate más amplio sobre si la ambición es feminista o no, la conversación que tal vez necesitemos tener es otra: ¿Para qué somos realmente ambiciosas?", reflexiona en 'The Cut' Jennifer Romolini, autora de 'The ambition monster'. Asegura que a grandes rasgos, la ambición es positiva, excepto cuando se enfoca hacia la validación externa, a la forma en la que otras personas ven las cosas o cuando sigue la narrativa de la trampa por antonomasia: la que asegura que podemos tenerlo todo. 

JLo en 'Halftime'
JLo en 'Halftime'
Netflix

Como explica Caroline Castrillon en 'The flirty feminist', perseguir su ambición expone a las mujeres a críticas negativas en el lugar de trabajo, así como por parte de sus familiares y amigos, pues ven su liderazgo y ambición a través de una lente negativa cuando precisamente, esos mismos rasgos se valoran de forma positiva en los hombres. "Esto refuerza el temor de las mujeres de ser vistas como malas mujeres, esposas y madres, o incluso como malas empleadas. Si bien las mujeres jóvenes blancas de clase media experimentan más igualdad de oportunidades en educación y capacitación, así como en la búsqueda de una carrera, también experimentan discriminación social e institucional, a menudo en forma de prejuicios inconscientes, una vez que comienzan a competir en el lugar de trabajo. El sexismo social manifiesto agrava estos temores", asegura. 

Precisamente el otro día hablamos del resurgir de las 'tradwifes', y lo peligroso de estas diosas domésticas es que mandan el mensaje de que el único lugar en el que las mujeres pueden alcanzar la felicidad es el hogar. El problema es que tal vez la ambición a la que tenemos que aspirar sea la laboral, por descontado, pero también la que implica un agotamiento menor, ese que sólo se pude alcanzar con la conciliación y con el reparto igualitario de tareas domésticas. La ambición femenina no ha muerto con el adiós de la 'girlboss', pero aún tiene que toparse con la mirada de una sociedad que cree que triunfar en el trabajo conlleva necesariamente pasar de la familia.

Dejando de lado el hecho de que el concepto de familia no implica para todos necesariamente pareja e hijos, sino la elegida, al final lo vital es comprender que ser la mejor en el trabajo es importante para algunas, mientras que para otras, basta con cumplir. Y creo que eso es realmente ambicioso: lograr que el trabajo no te defina, sino el tiempo de calidad que pasas con los tuyos. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento