![Luis de la Fuente aseguró, tras ganar a Francia (2-1) en semifinales de la Eurocopa 2024 de Alemania, que fue una "exhibición" de sus jugadores y una "muestra más" de que el grupo que dirige es "insaciable", así que espera poder festejar el domingo el título.](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_360/uploads/imagenes/2024/07/10/luis-de-la-fuente-ha-sido-una-exhibicion-este-equipo-es-insaciable.png)
La España diversa. La que integra y festeja la diferencia. La multicultural. La que valora el talento de cualquier edad. La España que se levanta. La que se echa a la espalda los malos augurios. La que lleva a la familia al campo y come tortilla de patata regada con sangría. La de los nietos instalando TikTok a los abuelos. La que siente la victoria de un grupo de jugadores como si fuese propia.
La Selección Masculina de Fútbol merece elogios que trascienden a lo deportivo porque su ejemplo integrador ha sido una lección para quienes polarizan el mensaje desde posturas enconadas. Mientras escribo, ojeo en la televisión la celebración del triunfo de la Eurocopa con una madrileña plaza de Cibeles abarrotada de familias vestidas de rojo.
![Los jugadores de la selección española de fútbol celebran el título de la Eurocopa en Cibeles.](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_auto/uploads/imagenes/2024/07/16/los-jugadores-de-la-seleccion-espanola-de-futbol-celebran-el-titulo-de-la-eurocopa-en-cibeles.jpeg)
Parece la verbena de un pueblo disfrutando de una romería estival. El fútbol desata emociones que se contagian como el gas de la risa y eso es muy de agradecer en una sociedad crispada, en parte por unos políticos que más que arreglar problemas los generan. Sigo con la vista puesta en la pantalla y reconozco la paridad entre quienes aplauden, y me pregunto si esa equidad del público existe también en el ámbito deportivo, no como algo cosmético, sino porque por fin ha modificado el ADN de un deporte antes circunscrito a lo masculino.
El fútbol desata emociones que se contagian como el gas de la risa y eso es muy de agradecer en una sociedad crispada
Hace algunas semanas conocí a María Pry. María fue jugadora, pero su carrera se ha fraguado como entrenadora, sobre todo en el Betis Femenino. No ha sido fácil, me comentó, y tampoco ahora lo resulta. Participaba en la celebración del Mes Europeo de la Diversidad organizada por la fundación que presido -Fundación Diversidad- y preguntándole por esos episodios donde se echa de menos la equidad recordó lo kafkiano de leer en la prensa la noticia sobre su baja de maternidad: ella y su pareja, Ana Llamas, fueron madres de trillizos, pero, como la gestante había sido Ana, María terminó cogiendo una ''baja de paternidad''.
![María Pry y Teresa Viejo](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_auto/uploads/imagenes/2024/07/16/maria-pry-y-teresa-viejo.jpeg)
Aquellos redactores no sabían mencionar algo tan natural como que ambas madres disfrutarían del permiso que la ley contempla para ellas, demostrando que lo que no se nombra no se normaliza. Recuerdo también a Alexa Putellas descolocada cuando Jaume Collboni, alcalde Barcelona, le arrebata la camiseta de las manos en un acto oficial y su gesto de ''hombres, ya están con lo suyo''. Lo suyo es adueñarse de algo como si solo fuese con ellos. Ojalá a esta selección diversa y multirracial no le suceda.
Los conceptos diversidad, equidad e inclusión son indisolubles. Aceptar la diversidad como una riqueza social implica la voluntad de facilitar la equidad e incluir lo diverso en el primer plano de lo visible. La España que alumbra chavales prodigiosos como Nico o Lamille, debe de esforzarse por corregir los desequilibrios. ¿O acaso a nadie le extraña que los jugadores de fútbol tengan tantos niños? Ellos juegan, ellas paren. Y no precisamente goles.
Aceptar la diversidad como una riqueza social implica la voluntad de facilitar la equidad e incluir lo diverso en el primer plano de lo visible.
![Lamine Yamal y Nico Williams, felices con su medalla de oro.](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_auto/files/fp/uploads/imagenes/2024/07/15/lamine-yamal-y-nico-williams-felices-con-su-medalla-de-oro.r_d.1664-676.jpeg)
Por suerte las sociedades son orgánicas y evolucionan con tal tenacidad que muestran el camino a quienes gobiernan. La selección refleja nuestra mejor versión, diversos y multirraciales, con varias generaciones afanadas en un mismo objetivo, demostrando que los triunfos se alcanzan mejor desde la unión y con alegría, que imponiendo y criticando. Ahora solo falta que nos vengamos tan arriba que acabemos reclamando Gibraltar.
¿Quieres recibir gratis todos los jueves en tu correo los mejores contenidos de belleza, moda y estilo de vida? Apúntate a nuestra Newsletter.
Comentarios