De la estigmatización a la aceptación: así ha conseguido Taylor Swift cambiar el significado de 'fangirl'

Entradas agotadas en segundos, días y días buscando el look perfecto para sus conciertos o amistades espontáneas en las colas del estadio, la artista estadounidense se ha convertido en un fenómeno tan grande que ha conseguido cambiar (parte) de la sociedad.

Taylor Swift en el Eras Tour
Taylor Swift en el Eras Tour
AP
Taylor Swift en el Eras Tour

Llegó, vio y venció. Que Taylor Swift tenga la industria musical en la palma de su mano es un hecho conocido -y finalmente reconocido- por todo el mundo y los números la avalan. La cantante estadounidense agota en minutos las entradas de su gira mundial, su último álbum, The Tortured Poets Department rompió Spotify al lograr más de 300 millones de reproducciones en solo un día, batiendo récords con décadas en vigencia y las regrabaciones de sus antiguos álbumes triunfan igual que un nuevo lanzamiento.

En muchas entrevistas y canciones, Swift ha dejado claro que, para ella, la perfección en todo lo que hace es lo único aceptable, desnudando su alma en cada disco para poder conectar con sus fans como nunca nadie lo ha hecho y organizando conciertos por todo el mundo para que sus nuevos fans puedan descubrir su música, mientras que los más veteranos vuelvan a revivir aquellos años. 

Toda esta devoción hacia su público ha conseguido que, tras 18 años, sus seguidores sigan apoyándola en cada nuevo proyecto y haciéndose con los fans más fieles de todo el panorama musical. Pese a que no hay una respuesta correcta a por qué Taylor Swift es la voz de toda una generación, una de ellas es la facilidad de empatizar con todas sus letras sin sentirnos juzgados por ella y siendo un apoyo en los momentos más difíciles de nuestra juventud, porque hemos envejecido con ella y pasado por los mismos problemas. 

Sin embargo, entender este fenómeno fan no es fácil y más si represamos los anales del fanatismo femenino, que desde el primer momento fue tratado como un sinónimo de histeria, como ocurrió con la 'Beatlemanía' o, más recientemente, con One Direction. "Este término (histeria femenina) lleva arraigado desde los juicios de Salem. ¿Qué estás muy emocionada? Tienes histeria femenina o tienes un problema psicológico. Siento que es un término tan arraigado a lo femenino porque no se habla de ser fan y ser hombre. No se les ve decir que son superfans de algo, pero luego hay señores que son muy fans de muchas cosas. Ellos mueven muchas masas, pero al final lo que se considera locura y tiene más repercusión es lo que a nosotras nos gusta, porque también hay una parte de la feminidad que es muy comunicativa", nos cuenta Patricia Agüero (@patriciasinprisa), ilustradora y autora de Taylor Swift, la era de la generación SWIFTIE, que sale a la venta este 15 de mayo (Lunwerg Editores / 19,95 €).

Portada de 'Taylor Swift: la era de la generación Swiftie' de Patricia Agüero
Portada de 'Taylor Swift: la era de la generación Swiftie' de Patricia Agüero
Lunwerg Editores

La autora señala que, entre un 'swiftie' y un hincha de un equipo de fútbol, no hay ninguna diferencia, y es que ambos se emocionan cuando ven a sus ídolos, gritan o hacen lo que sea para conseguir entradas. "¿En qué punto es correcto tu forma de celebrar un partido de tu equipo de fútbol, y porque es incorrecto que una persona celebre que le guste, por ejemplo, Batman? ¿Por qué es tan malo? Yo creo que es porque no cumplen los estándares de la heteronormatividad. Se asocia un poco también con que al final acaban siendo conductas a veces un poco agresivas. Sin embargo, las fans que van al Eras Tour, lo hacen vestidas con un look la era que más le guste y se intercambian pulseritas de la amistad. ¿Cuál es el problema? ¿Hasta qué punto una cosa es histeria y otra un comportamiento normal? 

La estigmatización de la fan femenina

Según Montserrat Salazar Rodríguez, en su estudio Las llamaban histéricas, existe un estigma social con el 'fandom' femenino, incluso cuando los hombres y las mujeres practican comportamientos similares, siendo aquí cuando entra en juego el paternalismo. Mark Duffet, en Understandig Fandom: An Introduction to the Study of Media Fan Culture, señala que el fenómeno fan femenino se encuentra más asociado a lo comercial y, por lo tanto, es más manipublable, mientras que el masculino se asocia más las cosas independientes y cultas. Todo esto, sumado a la expresividad de las adolescentes, se ha acabado estigmatizando y relacionándolo con la inmadurez.

Una pareja vestida como Travis Kelce y Taylor Swift antes del concierto del Eras Tour
Una pareja vestida como Travis Kelce y Taylor Swift antes del concierto del Eras Tour
AP

En un artículo del periódico Wall Street Journal del 2012 llamado Dentro de los cerebros de las fans de Justin Bieber, no solo se ridiculiza a las admiradoras del cantante, sino también lo tratan como algo patológico y enfermizo: "Los síntomas incluyen gritar incontroladamente, perder el conocimiento y gastar horas en Twitter y Facebook. Afecta principalmente a chicas preadolescentes y adolescentes, aunque también es altamente contagioso y puede infectar a las madres también. En casos severos, las víctimas acampan en las aceras durante días [...]. Según las normas sanitarias, la 'Bieber fever' se acerca a una pandemia global".

Con respecto a este artículo, Patricia Agüero nos cuenta que "nos acerca a este fenómeno fan desde la visión de los hombres, un poco paternalista y de querer controlar, como se ha hecho a lo largo de la historia, las emociones de las mujeres. Al final es una forma de querer otra vez volver a controlar y encerrar a la mujer en ese concepto de tranquilidad, porque las mujeres son tranquilas, las señoritas no pierden las formas y ¿cómo va a estar una señorita chillando por un chico que tiene flequillo y suena como una chica?".

Taylor Swift en el Eras Tour
Taylor Swift en el Eras Tour
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¿Ha sido Taylor Swift capaz de cambiar todo esto?

Con el Eras Tour, Taylor Swift ha conseguido de hacer del fenómeno fan, un estilo de vida, cambiando las rutinas de muchas mujeres para buscar los mejores looks, pasar horas y horas haciendo pulseras o crear comunidades seguras para que las fans de todo el mundo puedan comunicarse entre sí. 

La devoción por los ídolos, que estaba reservado solo para las adolescentes, ha traspasado las barreras de la edad, consiguiendo que mujeres adultas y jóvenes encuentren un punto en común donde no importa los años que tengas, tu procedencia ni el idioma que hables, sino cuál es tu era o disco favorito. 

"Taylor ha redefinido el concepto de fan y de disfrutar serlo. Esto es una elucubración mía, pero siento que se está invitando a que las adolescentes vivan su primer concierto grande y, a las personas de nuestra generación que crecimos con ella, nos está haciendo que disfrutemos de un recorrido por toda nuestra vida, porque hemos crecido escuchándola. Yo mi primera ruptura estuve escuchando We Are Never Ever Getting Back Together tantas veces que me da vergüenza admitirlo, al igual que All Too Well, lo cual es superbonito. Pero, por otro lado, también nos está invitando a pararnos y ver que vamos a llevar, sentirnos guapas para ir al concierto  o de tomarte un momento para pararte y ponerte a hacer tus pulseritas", nos cuenta Agüero.

Fans pintándose un 13 en la mano, el número de la suerte de Taylor Swift
Fans pintándose un 13 en la mano, el número de la suerte de Taylor Swift
AP

La artista no solo ha conseguido que los gritos de odio ahoguen los de sus fans -de hecho, ha logrado mover en el Bernabeu un partido del Real Madrid para que pueda tocar un día más-, sino que también ha hecho posible que muchas mujeres sanen a su niña interior reconciliándose con esa adolescente que, con los años, tuvo que esconder su amor por algo por miedo a que fuera señalada y humillada.

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