Teresa Viejo Periodista y escritora
OPINIÓN

¿Hablamos de canas o de sexo?

La periodista canadiense Lisa LaFlamme sin canas y con canas
La periodista canadiense Lisa LaFlamme sin canas y con canas
GTRES
La periodista canadiense Lisa LaFlamme sin canas y con canas

Hace unos días leí la noticia del despido de Lisa LaFlamme, conductora del informativo de máxima audiencia en la televisión canadiense, que ella achaca a mostrar sus canas en pantalla. A los periodistas no suele gustarnos protagonizar noticias y menos sobre asuntos personales, así que supongo que no le resultaría fácil grabar un vídeo donde, además de agradecer la fidelidad del público, explicaba el motivo por el que se dejó crecer las canas durante la pandemia, al tiempo que lamentaba el injusto resultado de exhibir sin prejuicios dicha melena blanca, una decisión liberadora para ella, pero condenatoria a juicio de la cadena.

Creo que la primera vez que pisé un plató ya tenía canas, así que según la regla anterior la tele no hubiera tenido cabida en mi currículum. No me teñí para ocultarlas, desde luego. Las mujeres mudamos el color del pelo porque nos apetece; a veces, porque queremos más luz, otras porque es tendencia y la mayoría porque nos aburrimos hasta de nuestra sombra. Las que tenemos el pelo rizado lo aplanamos y las del pelo plancha se aficionan a la misma para conseguir ondas. Un día sacrificamos la melena y al siguiente cambiamos el tinte por los barros naturales, como es mi caso, y abrazamos la incertidumbre de no saber nunca qué color final resultará. Si te gustan las aventuras, pásate a ellas sin dudarlo.

Dejarnos o no las canas es una decisión privada que no debería de salir de ahí, salvo cuando, en esa construcción del relato en que nos movemos, mostrarlas incluya un mensaje. ¿Cuál? Adelante, ejercita tu curiosidad. ¿Quizá indique “me siento libre de dictaduras estéticas”? ¿Soy lo que trasmito, no solo lo que observas a simple vista? ¿Nos empoderan? Entonces parece opinable el efecto que causan en los demás y aquí viene el nudo gordiano del despido de Lisa: ¿Qué sienten quienes la contemplan ahora en la pantalla? ¿El problema son las canas o sus años?

Annika Von Holdt es una escritora danesa de éxito (por cierto, novelas de misterio así que es otra maestra de la curiosidad) con bastante presencia en redes, donde airea una de las cabelleras blancas más bonitas que he visto nunca. Annika tiene 54 años, cuatro menos que la defenestrada presentadora de televisión, unas piernas de vértigo y esa forma de posar que envidian las 'influencers': lo mismo se fotografía pilotando una avioneta que en bikini junto a su hijo veinteañero en las Bahamas. Me pregunto, ¿si hubiese sido ella la conductora del informativo los responsables de la cadena hubieran finiquitado su contrato antes de tiempo?

¿Y si la cuestión no fuesen las canas ni siquiera los años, sino cómo se traducen en nuestro aspecto? ¿Seguimos mostrando una imagen de 'mujer deseable'? ¿Mantenemos la categoría de objeto de deseo o nuestra apariencia ya ha amortizado la carga sexual que se le supone a toda mujer? ¿Por qué este 'detalle' determina la idoneidad de una mujer en un puesto que la exponga ante los demás? ¿Y si el relato resultara más perverso aún que una mera cuestión estética en torno a si las canas encajan o no con el fondo de un decorado?

¿Y si la cuestión no fuesen las canas ni siquiera los años, sino cómo se traducen en nuestro aspecto?

Si buscamos reforzarnos y crecer, entonces cuestionémonos los mensajes que recibimos a diario. Cuando aplicamos curiosidad a todo aquello que nos rodea, cuando nos hacemos preguntas como te invito en este post, dejamos de vivir de puntillas para anclar los pies en la tierra y comprender las extrañas fuerzas de poder que nos sostienen. Así que, sigue practicando.

¿Quieres recibir gratis todos los jueves en tu correo los mejores contenidos de belleza, moda y estilo de vida? Apúntate a nuestra Newsletter.

Teresa Viejo
Periodista y escritora

Mi nombre es Teresa Viejo y soy una contadora de historias, que estudia los efectos de la curiosidad en el comportamiento humano. Gracias al periodismo he observado la vida desde ángulos muy variados, pero tras muchos años entre focos sé que la mejor luz la emitimos las personas, por eso te descubriré a mujeres inspiradoras a quienes les ha “salvado” su curiosidad. ¿Cómo? Ya lo verás. También dirijo programas y escribo libros, la mayoría novelas de misterio, menos el último que se lo he dedicado a nuestra principal competencia –“La niña que todo lo quería saber. La curiosidad: claves para una vida más inteligente y feliz”-. También conduzco “La Observadora” en RNE y practico la Comunicación No Violenta y la Indagación Apreciativa. ¡Ah! Ser Embajadora de UNICEF me llena de orgullo. Como vivo en modo aprendizaje, casi nunca miro hacia atrás. Bueno, un día sí… un día me puse a contar las entrevistas que había realizado y al llegar a las diez mil, paré abrumada. Preguntar es más revolucionario que afirmar y ahora enseño a las personas a hacerlo. Y a liderar activando su curiosidad. Tú también puedes, créeme. ¿Te he contado que mi bebida favorita es el té?

Mostrar comentarios

Códigos Descuento