Cómo afecta la industria del bienestar a la autoestima (y cartera) de las mujeres

El término wellness es tan amplio que infinidad de marcas se quieren asociar a él agarrándose a la promesa de que conseguir la mejor versión de nosotras mismas depende de nuestra voluntad y disciplina. Pero, ¿cuál es nuestra mejor versión?
La industria del wellness
La industria del wellness
Lisa Tomasetti / Netflix
La industria del wellness

"La industria del wellness es la nueva iglesia", aseguraba a The Guardian Celeste Barber, la humorista que protagoniza la serie de Netflix Vida saludable a tope, donde interpreta a una crítica gastronómica que se ve forzada a cambiar las degustaciones por la disciplina y los 'smoothies' de kale (si metemos un anglicismo más, gritad). La consultora McKinsey & Company estima un crecimiento anual de la industria del 'wellness' de entre el 5 y el 10 % y calcula que su valía ronda los 1,5 trillones de dólares. Poneros por delante objetivos realistas es saludable y puede ayudarnos a crecer, pero no es extraño que las metas que nos pongamos sean tan inalcanzables que terminen por resultar dañinas y puedan caer en la trampa del perfeccionismo, algo especialmente delicado cuando hablamos de una industria cuyo lema es conseguir la mejor versión de uno mismo. 

¿Ayuda o yugo?

El bienestar trae consigo asociada la idea de que las mujeres tienen defectos que han de ser reparados con suplementos, actividades físicas en clubs de renombre, dietas, rutinas y todo tipo de microgestiones de sus agendas que merman sus bolsillos, su tiempo y su autoestima. Como alertan las académicas Shani Orgad y Rosalind Gill a en su libro Confidence Culture, hashtags como #loveyourbody y #believeinyourself implican bloqueos psicológicos. 

"En los últimos treinta años he visto como terapeuta a infinidad de personas que sufren por distintas razones, a las cuales he intentado sacar de su problemática utilizando varias técnicas y procedimientos, principalmente de la terapia cognitiva. Muchas de estas personas son víctimas de lo que denomino mandatos irracionales perfeccionistas. Estos mandatos pretenden que seamos «hombres y mujeres que han alcanzado el top 10», es decir, seres excepcionales en algún área, no importa el costo. Preceptos muy publicitados y trasmitidos por el aprendizaje social que, con el tiempo, se convierten en una forma de autoexigencia cruel e injustificada. Un sufrimiento inútil que se instala y echa raíces en la mente con la anuencia y la premeditación de una cultura obsesionada por los «ganadores»", escribe Walter Risto en Maravillosamente imperfecto, escandalosamente feliz.

"Un mandato irracional perfeccionista es una exigencia cultural que promueve la realización personal (véanse prosperidad, bienestar, éxito) o la adecuación social (véanse excelencia, ejemplaridad, prestigio, reconocimiento) a través de una supuesta perfección psicológica, conductual y emocional, que además de inalcanzable es profundamente nociva. Cuando entran a nuestras mentes producen estrés, fatiga crónica, desesperanza, altos niveles de ansiedad, sensación de fracaso, infelicidad, frustración y sinsentido, entre otras muchas", asegura.

La industria del bienestar
La industria del bienestar
Netflix; Inc.

En ocasiones la presión que se impone sobre las personas al decirles que han de ser mejores sin analizar lo que les rodea y todo lo que no pueden controlar les empuja a una crítica constante a sí mismas y a caer en una espiral perfeccionista en la que es imposible lograr la felicidad. Este enfoque en uno mismo da como resultado mensajes que de forma velada prometen eliminar las inseguridades sin desafiar su base, algo que puede derivar en la 'fatfobia' y en los estándares de belleza exigentes. "También centra todo el poder para acabar con la lucha y la enfermedad en la propia fuerza de voluntad, sin tener en cuenta la riqueza de factores externos y biológicos que son cruciales para determinar la salud de las personas", advierte Sadhbh O'Sullivan en Refinery29.

El bienestar, en su forma actual, es una obsesión aspiracional

Aunque por descontado siempre hemos comprado productos con los que mejorar nuestro bienestar y hemos apostando por actividades físicas con la finalidad de mejorar nuestra salud, en la actualidad el bienestar es un movimiento que se centra en la superación personal. "Nos hemos convertido en una nación que se cuida a sí misma, aunque todavía carece de los fundamentos del bienestar. Ser saludable una vez significó ir al médico con regularidad. Ahora rara vez debería necesitar ver a un médico. El bienestar, en su forma actual, es una obsesión aspiracional para algunos y cercano al dogma religioso para otros, el devoto del bienestar cree que la adhesión a métodos populares puede superar la infelicidad e incluso la muerte. Una revisión estricta de la dieta en la que el bienestar es aclamado como el nuevo mesías", escribe Rina Raphael en The Gospel of Wellness: Gyms, Gurus, Goop and the False Promise of Self-Care.

Gwyneth Paltrow sorprende con su look
Gwyneth Paltrow, gurú del estilo de vida saludable
Getty Images

Por si fuera poco, el 'wellness' es el nuevo símbolo de estatus, pues desde las clases de barre, la nueva obsesión fitness, hasta el pilates en máquina son actividades que no sólo exigen disciplina, sino dinero. Por eso la abismal diferencia de precios entre gimnasios de cadena low cost y los premium: porque formar parte de esa comunidad fitness impone caché. El 'wellness' es la nueva industria 'du jour', y al ser un término tan amplio y abstracto, las nuevas marcas se posicionan como firmas 'wellness' sin quedar jamás claro hasta qué punto lo son, porque en realidad, no sabemos qué implica serlo. Las mujeres son bombardeadas con mensajes que apelan al bienestar cuando en muchos casos, siguen siendo las trampas de antaño, esas que hacen a las mujeres obsesionarse con su físico. Por si fuera poco, la industria 'wellness' se comporta ahora como las de la moda y la belleza, por lo que cambian de tendencia constantemente, haciendo que creamos que el cuerpo y su silueta son igualmente moldeables, como si de un bien se tratara. 

¿Sabes cuál es el mejor batido détox y, además, el más barato? El gazpacho

El furor por 'los alimentos reales' y por las dietas détox es otra de las zancadillas ante las que nos encontramos. En 2016, la Autoridad Europea de Salud Alimentaria (EFSA) ya advirtió sobre los riesgos de estos batidos verdes y las dietas basadas sólo en ellos, bebidas que pueden ser un riesgo por los oxalatos que contienen las hortalizas de hoja verde. "Al llegar al tubo digestivo, se unen a los iones de calcio y forman oxalato cálcico, que puede formar piedras en el riñón. Además, el oxalato es considerado un antinutriente. No sólo reduce la cantidad de calcio disponible uniéndose a los iones de calcio, sino que también reduce la cantidad de hierro. ¿Sabes cuál es el mejor batido détox y, además, el más barato? El gazpacho", dicen En comida, vamos a llevarnos bien Pablo Ojeda y Virginia Troconis.

Sobre los superalimentos, ambos son tajantes: no existen. Las bayas de goji, la kombucha, la maca, la espirulina o el alga Chlorella son algunos de los alimentos con precios desorbitados que han adquirido la categoría de súper, como si sus propiedades nutricionales fueran mucho mejores que otros productos similares.

El marketing y el yugo de la perfección son los opresores de las mujeres, y han encontrado en el término 'wellness' el disfraz perfecto para adentrarse en nuestras vidas obligándonos una vez más a culparnos por no alcanzar unos estándares imposibles de lograr.

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