Las 6 mujeres sostenibles de Matarraña, 'la Toscana' española

Las 6 mujeres sostenibles de Matarraña
Las 6 mujeres sostenibles de Matarraña
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Las 6 mujeres sostenibles de Matarraña

Entre olivos y almendros, en un paraje escondido y desconocido de espectacular belleza hay 6 mujeres emprendedoras dispuestas a cambiar la historia de Matarraña, también conocida como “la Toscana española”. Una comarca de Teruel dentro en la frontera entre Cataluña, Aragón y Valencia donde Marta Goiri, ha construido su nuevo proyecto de vida. Rehabilitar la antigua Torre del Marqués de Santa Coloma hasta que 6 años después la ha convertido en un 'Small Luxury' de 5 estrellas 100% sostenible. Un proyecto que no solo ha cambiado su vida en Madrid como jefe de Operaciones de DHL Barajas, sino la de los habitantes de esta zona rural en la que ahora, gracias a Marta, vienen turistas de lujo nacional e internacional en busca tradición e inmersión cultural. Entre las innovaciones cuenta con el reconocimiento de edificio biosostenible, pues no dejará huella si un día es demolido, y ha sido elegido entre los 40 mejores del mundo de arquitectura en tierra por el premio internacional Terra Fibra Award. Además, acaba de ganar el premio Terra Ibérica.

Estos méritos también se deben a otra mujer de la zona. A la arquitecta aragonesa Ángels Castellarnau experta en construcción biosostenible. “Impusimos que la mayor parte de los artesanos y trabajadores fueran vecinos de los pueblos de los alrededores. Al igual que los proveedores del material y sus materiales están ubicados a menos 80 kilómetros para reducir al máximo la huella deCO2 del edificio”, me explica orgullosa. “Al principio del proyecto no estaba afincada aún aquí, iba y venía de Madrid y mis hijas no sabían bien lo que estábamos haciendo mi marido y yo con el que comparto este sueño. Ahora tenemos nuevas aventuras en las que ellas también participan, como por ejemplo la recogida de uva. Este hotel es un proyecto vivo en el que no paramos de innovar y ahora nos hemos embarcado en producir garnacha blanca y estamos experimentando para crear nuestro propio vino, también queremos traer caballos y un equipo de doma para poder ofrecer a los turistas que vienen más opciones en este bonito entorno” añade Marta.

Marta Goiri, dueña del Hotel la Torre del Marqués
Marta Goiri, dueña del Hotel la Torre del Marqués
Cortesía de Marta Goiri

La sostenibilidad no es solo lo medioambiental en la Torre del Marqués y en su plantilla priman las personas de la comarca (90%) donde Marina Moeira ya se encontraba desde hacía cinco años tras haber huido del estrés de Barcelona donde ha trabajado con los mejores y en los mejores restaurantes, entre ellos el cocinero Jordi Vilá con Estrella Michelin. En la Torre del Marqués es la 'maîtrey'  del restaurante y en esta comarca vive su sueño en una parcela de 10 hectáreas que la gente autóctona le enseñó a podar y trabajar.

“Cuando vine los vecinos, aunque vivieran a kilómetros me acogieron como a una más y me ayudaron y enseñaron a trabajar la tierra. Yo nunca había cogido unas tijeras de poda y poco a poco mantengo las seis hectáreas de almendros y olivos, más las diez de bosque. En Barcelona no sabia quién era mi vecina de la planta de arriba, aquí conozco a todo el mundo. Se vive de forma más real, sin estrés y con relaciones de calidad”, expresa Marina. 

Marina Moreira, 'maîtrey' del Hotel La Torre del Marqués
Marina Moreira, 'maîtrey' del Hotel La Torre del Marqués
Cortesía de La Torre del Marqués

En el huerto que nutre el restaurante, está Sandra Gasulla, que llegó por amor y adoptó la labor de sus suegros con la tierra como forma de vida. Se encarga de la parte contable de las tierras de la familia donde ella y su marido Miguel cultivan almendra, aceituna y cebada. Y además planta y mantiene los calabacines, pimientos, pimientos de padrón, berenjenas, tomates, patatas, sandías o melones. En función de la época del año del huerto del hotel que luego se sirven en el restaurante. “He ido conociendo el campo desde que llegué a la zona y el huerto es lo que más me gusta. Me genera mucha curiosidad ir probando nuevas formas de cultivo”.

Sandra Gasulla, agricultora
Sandra Gasulla, agricultora
Cortesía de Sandra Gasulla

En Matarraña se da mucha importancia a la cocina con producto de temporada y proximidad como también hace Fabiana Arévalo desde su restaurante El Baudilio. Argentina de nacimiento, llegó hace diez años a la comarca como chef y aunque el asado se le de maravilla cocina la tradición de la zona con su personalidad creativa en este restaurante con nombre dedicado a su padre. “Siempre me ha gustado hacer equipo con mujeres y la energía que se desarrolla conjuntamente. Actualmente somos cuatro y tenemos una gran sinergia a la hora de trabajar. Entre sus platos destacan platos como el 'carpaccio' de gamba al aroma de trufa de la zona, los mejillones del Delta con ajoblanco y espuma de la almendra local y la flor de carnaval con 'steak tartar' de vaca vieja y trufa fresca.

Fabiana Arévalo, en su restaurante El Baudilio
Fabiana Arévalo, en su restaurante El Baudilio
Cortesía de Fabiana Arévalo

La trufa es muy importante en la comarca y atrae a muchos turistas. Por eso se incorpora en diferentes menús que promueven la gastronomía local entre los que también se encuentra la Posada de Guadalupe. Creada en el año 63 por dos hermanas y una hija: Teresa y Joaquina Soliva, y Guadalupe Omella Soliva. “Eran años muy duros para la España rural donde dar dos platos como hacían ellas era algo excepcional. Por aquí pasaban camioneros de todas partes. Aún vienen terceras generaciones que recuerdan que a su abuelo aquí se le dieron dos platos”, relata Cesar, hijo de Guadalupe, a la que honra manteniendo vivo este proyecto reconvertido en hotel rural, restaurante, bar y sala para y eventos.

Además de las trufas, los olivos son protagonistas de esta tierra y hasta aquí se acercan muchas personas queriendo conocer a Evelyn la creadora de Cosmética Matarrania. Cosmética con Denominación de Origen que utiliza el aceite de oliva virgen extra de las almazaras vecinas para la formulación de su cosmética totalmente Bio obtenido con el método de primera presión en frío. “Mucha gente llega al territorio por el nombre de nuestra cosmética hecha a mano con fórmulas naturales que son el legado de las personas de la tierra que conocen las propiedades de las plantas” explica Evelyn.

Ella misma desde hace 14 años se encarga de recoger las plantas que se utilizan en esta marca cosmética que ya factura medio millón al año y en la que también trabaja Esther Pallarés junto a otras 7 mujeres: “todos los días embotellamos 500 botes de las diferentes gamas de productos que son completamente respetosos en sus fórmulas y packaging para que nuestro impacto medioambiental sea el menor posible”. Que todas seamos mujeres se debe a la filosofía de Evelyn que promueve con la media jornada de trabajo poder conciliar vida personal con laboral.

Evelyn, fundadora de Cosmética Matarrania
Evelyn, fundadora de Cosmética Matarrania
Cortesía de Cosmética Matarrania

Daniela Krapan es la artista, la que crea con barro y esparto, como se hacía antes. Desde que llegó a Matarraña hace 2 años, esta argentina siente las montañas como su casa y de sus elementos naturales extrae la inspiración. “Me gusta crear formas orgánicas con formas naturales, piezas únicas, esculturas, me gusta mucho la cerámica antigua, la cerámica íbera” explica Daniela. “El turista francés y belga es el que más valora mi creación. Allí el precio de estas creaciones es muy superior”, confiesa. Los lavabos que Marta ha instalado en la Hotel Torre del Marqués son de ella, como no podía ser de otra manera y ahora están pensando en nuevas creaciones para dar vida a una vajilla especial en este camino del desarrollo colaborativo que hace grande a la comarca con estas cinco estrellas de La Torre del Marqués que tanto van a dar que hablar.

Daniela Krapan, artista de Matarraña
Daniela Krapan, artista de Matarraña
Cortesía de Daniela Krapan
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