Moda, suerte y sororidad: los salvavidas de las modistas de Auschwitz

Las costureras y hermanas Betka and Katka Berkovic en 1941 y 2013
Las costureras y hermanas Betka and Katka Berkovic en 1941 y 2013
Tom Areton
Las costureras y hermanas Betka and Katka Berkovic en 1941 y 2013

La costura y la amistad fueron capaces de vencer a la codicia del nazismo, al menos en parte. 

La historiadora Lucy Adlington, autora del éxito de ventas ‘La cinta roja’, ha llevado a cabo una impresionante labor de investigación en la que ha conseguido hablar con Bracha Kohút, la única superviviente viva de las 25 costureras que en medio de las atrocidades del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, encontraron en la moda la única vía de escape de las cámaras de gas

Gracias a confeccionar ropa a medida para las damas de la alta sociedad nazi, pudieron escapar de un infierno que Adlington expone en ‘Las modistas de Auschwitz’ (Planeta), donde habla de esas “mujeres resistentes y esclavizadas que diseñaban, cortaban, cosían y arreglaban ropa para las esposas de los mandos de las SS, creaban preciosos vestidos para las mismas personas que las despreciaban y las consideraban seres infrahumanos".

Lucy Adlington y Bracha Kohút, la única costurera superviviente.
Lucy Adlington y Bracha Kohút, la única costurera superviviente del campo de concentración.
Lucy Adlington

En el libro incluye la emotiva entrevista en exclusiva con la única superviviente, así como historias a las que ha llegado mediante los familiares de las modistas, sus testimonios, sus cartas y 20 fotografías inéditas. “Sin duda esta es una historia increíble, un contraste entre el campo de exterminio y un taller de costura en el que estas mujeres trabajaban haciendo moda impresionante. En cuanto supe de la existencia del Estudio Superior de Confección, me propuse investigar para saber más. Entonces ya era consciente de que los nazis eran codiciosos, de que saquearon y de que se aprovecharon de la mano de obra esclava, pero quise saber la historia de esas mujeres. Me ha llevado muchos años saber más de ellas, poder mostrar sus fotografías, sus rostros y dar a conocer sus historias. Lo importante para mí fue poder hablar con la última costurera superviviente, Bracha Kohút”, explica emocionada. 

“A veces los astros se alinean para ayudarnos en este tipo de investigaciones. Pude encontrar sus datos de contacto y me desplacé a San Francisco para entrevistarme con ella. Estuve investigando todo lo que pude en los archivos y tuve el privilegio de poder reunirme con esta increíble mujer que no paraba de hablar. Yo, por supuesto, escuché su impresionante historia, la de una joven que pudo sobrevivir mil días en Auschwitz y que en sus propias palabras, dijo que cada día hubiera podido sobrevivir mil veces más”.

La moda como pancarta

La existencia de un taller de costura en Auschwitz era una inmensa anomalía. Se llamaba Estudio Superior de Confección y Lucy se topó con él al documentarse sobre los vínculos entre el Tercer Reich de Hitler y el comercio de moda. Le pedimos a Adlington que nos hable de hasta qué punto los nazis eran conscientes del poder de representación de la ropa. “Ellos fueron expertos en aprender la fuerza de la moda, que siempre transmite mensajes. Es un indicativo muy poderoso del estatus, de la creatividad y de la individualidad. Ellos fueron capaces de manipular ese lenguaje y pudieron mandar mensajes muy claros con respecto a sus políticos. 

Imaginemos la llegada de esas costureras al campo de concentración, vestidas pensando que llegaban a un campo de trabajo. Llegaron con ropa confeccionada en ocasiones por ellas mismas, con recuerdos de su vida pasada. Sin embargo, fueron desnudadas de forma brutal para deshumanizarlas, un símbolo de la primera humillación ejercida por los nazis. La segunda fue hacerles llevar esas ropas harapientas, pues la ropa de los prisioneros era un símbolo de la persecución y la humillación que sufrían. Pero no podemos olvidar que la moda, a su vez, fue su salvación. Esas pocas mujeres que trabajaban en el taller pudieron salvar su vida gracias al trabajo que desempeñaban ahí. Coser fue lo que les salvó”, explica la autora.

Lucy Adlington, autora de 'Las costureras de Auschwitz'.
Lucy Adlington, autora de 'Las modistas de Auschwitz'.
Denise Curran

La fuerza de la sororidad... y la suerte

Se esfuerza por subrayar el papel del optimismo y de la amistad en esta historia de supervivencia en la que tiene, cómo no, importancia un tercer esquivo elemento: La suerte. “En la gran mayoría de los casos, las supervivientes de los campos dicen que lograron mantenerse con vida gracias a ella. Sin embargo, las supervivientes hablan también de la amistad y de las conexiones que establecieron entre ellas. Esta combinación entre la suerte y la amistad, de tejer esta red de amigos y conexiones, es lo que les permitió sobrevivir a unas circunstancias tan extremas”, comenta con ilusión. “Uno de los detalles más sorprendentes es que estas mujeres pudieron sacar en secreto postales del campo de concentración para contactar con sus familiares, que estaban escondidos. Marta Fuchs, que dirigía el taller de costura, fue miembro de la resistencia clandestina en Auschwitz, y gracias a esta labor, pudo ayudar a otros prisioneros. Trataba también de mandar información sobre el genocidio a otros países y pudo planear su propia escapatoria. En esa operación, algunas perecieron por los disparos propinados por los nazis, pero afortunadamente, ella sobrevivió”.

Las modistas de Auschwitz
Las modistas de Auschwitz
Cortesía

Para terminar, le preguntamos qué es lo que más le ha conmovido de lo descubierto a través de su profunda investigación. “Me sorprendió el nivel extremo de la codicia de los nazis, cómo fueron capaces de saquear y robar para obtener beneficios propios y poder alimentar así esa expansión que querían llevar a cabo. Sin embargo, a nivel más humano, me han sorprendido esos actos de amabilidad entre las prisioneras. Al final, el poder de esos pequeños actos de amabilidad es mucho mayor que el de la crueldad de los nazis”. En definitiva, por ello, esta es la historia de cómo la sororidad venció a la codicia y de cómo la escapatoria, a veces, se teje entre costuras.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento