¿Por qué el acoso 'paparazzi' se ceba con las mujeres?

Diana de Gales disfruta con sus dos hijos, Harry y William.
Diana de Gales disfruta con sus dos hijos, Harry y William.
GTRES
Diana de Gales disfruta con sus dos hijos, Harry y William.

De Aitana Ocaña a Laura Escanes, muchas celebridades han alzado la voz en contra de esta hipervigilancia que mina su privacidad e incluso su seguridad. ¿Por qué hemos normalizado esta vampírica relación unilateral?

¿Qué comparten Meghan Markle, Aitana Ocaña y Blake Lively? Las tres han señalado el acoso al que son sometidas por los paparazis , una hipervigilancia que es especialmente voraz cuando la celebridad a inmortalizar es una mujer. 

La cultura del paparazi se volvió especialmente tóxica en los 2000, cuando emplear el término 'it girl' no denotaba que tienes una edad más que suficiente como para que Leonardo DiCaprio te considere vintage y cuando, tras el trauma mundial del 11/S, los medios encontraron en las fotografías de mujeres ricas, jóvenes y amantes de la fiesta, el mejor Lexatin para un mundo ansioso por encontrar una vía escapista.

Cuanto más alcohol, mejor

"Había una misoginia aterradora. Me alegro de que se esté revaluando la fórmula en la actualidad, porque los medios eran realmente crueles con Britney Spears y con otras famosas de entonces. Era un momento en el que los tabloides realmente carecían de moral", explicaba a 'The Guardian' Ben Widdicombe, autor de 'Gatecrasher: How I Helped the Rich Become Famous and Ruin the World'. Hablamos de una era en la que las fotografías más deseadas eran aquellas en las que las celebridades eran inmortalizadas desde los ángulos menos favorecedores y en las que cuanto más grados de alcohol registraran los alcoholímetros , mejor pagada resultada la jornada para quienes capturaban estas dionísicas noches. Mientras tanto, el público aceptaba este placer voyeur sin reparos y con un Pepito Grillo de vacaciones.

Britney Spears
Britney Spears
CHRIS PIZZELLO / GTRES

De esa mirada intrusiva es de donde nacen los paparazzi de la actualidad, que han encontrado en el acoso la mejor fórmula para conseguir lo que desean. En 'Meghan and Harry' vemos a Lady Di pedirle a un fotógrafo que la deje disfrutar de un día en la nieve con su familia. ¿Su respuesta? Si posan para él, les dejará en paz.

El caso de Aitana

Ahora las celebridades han tomado las riendas de la narrativa de sus historias a través de las redes sociales, pero siguen encontrándose con un feroz acoso en demasiadas ocasiones. Así lo hizo saber Aitana Ocaña, que pese a acabar de romper su relación con Miguel Bernardeau y estar muy resfriada, acudió a un evento para pedirle a los medios ayuda. "Os lo digo con la mano en el corazón, para ver si me podéis ayudar, que no me grabéis en casa… Porque está empezando a venir mucha gente, hombres, a las tres, a las cuatro de la mañana… Yo estoy sola y lo paso muy mal. Tengo mucho miedo. Yo entiendo que me grabéis en la calle, que es un rollazo, pero no me grabéis en casa, os lo suplico, por favor", dijo a los medios presentes la cantante, visiblemente aterrada. Fue entonces cuando una periodista le dijo que para no ser perseguida, tan solo tenía que confirmar si los rumores de separación eran ciertos.

Aitana Ocaña
Aitana Ocaña
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"Esto no es otra cosa que una extorsión en toda regla. La libertad que tiene Aitana a su intimidad personal, para decir o no lo que quiera cuando quiera (un derecho fundamental) es secuestrada y se exige sobre ella un rescate bajo la amenaza de no cesar con la violencia mediática. Esto es un chantaje. Te doy algo para que no me molestes. No es No, salvo que seas famosa.La gran pregunta es por qué con quién te acuestas, de quién te enamoras, con quién terminas una relación es información de interés aunque tú seas una persona conocida. Por qué tenemos que tener derecho a saber estas cuestiones si la persona no quiere compartirlas. El problema es pensar que el cuerpo hecho público no tiene ningún tipo de límites, que como ya está manchado por la popularidad, se puede y se debe seguir hurgando en él. Da igual tu consentimiento. Que una vez expuesto ese cuerpo no le pertenece a la persona sino que es de la gente, es popular, que esa persona se debe a su público, que si tú me gustas, aunque yo no te haya pedido gustarte, entonces estoy legitimado para saber de ti y tú obligado. Esto es una relación vampírica en la que ningún afecto es gratis", escribía entonces en sus redes Roy Galán.

Laura Escanes, tras romper con Risto Mejide, explicó en 'La Resistencia' ser también víctima del acoso mediático. "Paparazzis y no paparazzis. No vayáis a las casas de los demás y publiquéis sus direcciones. No se puede normalizar el acoso. Da miedo", dijo la influencer. No olvidemos que por su parte, Shakira tuvo que contratar seguridad privada durante unos meses después del divorcio de Gerard Piqué, quedando claro que cuando hay una ruptura, el rival más débil siempre es la mujer, sometida a un acoso que hemos normalizado (casi) sin darnos cuenta.

Risto Mejide y Laura Escanes posan en un photocall en Madrid el pasado mes de mayo.
Risto Mejide y Laura Escanes posan en un photocall en Madrid el pasado mes de mayo.
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Hemos terminado por pensar que es comprensible que las mujeres cedan a chantajes en los que se ven obligadas a posar para los fotógrafos con tal de tener un mínimo de privacidad. Blake Lively, cansada del acoso mediático, subió por su parte a Instagram una imagen en la que posaba embarazada en bañador. "Aquí tenéis una fotografía de mí embarazada para que esos once tipos que esperan que salga de casa me dejen en paz. Nos ponéis a mis hijos y a mí los pelos de punta", escribía la actriz, que en sus redes ha expuesto alguna vez la oscura realidad en la que vive. "Editáis las fotos para que parezca que os estoy saludando sonriente, pero es falso. La realidad es que mis hijos están siendo acosados diariamente por hombres que aparecen de un salto y se esconden. Una desconocida se enfrentó a ellos en la calle porque se dio cuenta de lo terrible que es esta situación. Cuando intenté acercarme al fotógrafo que contratasteis para hablar con él, salió corriendo y volvió a aparecer en la siguiente calle. ¿Os informáis de la historia de aquellos a los que pagáis para que acosen a niños? ¿Acaso no os importa su seguridad? Cuando hubo fotógrafos que me hablaron, decidí saludar con una sonrisa para que nos dejaran en paz, porque daba miedo. Por favor, dejad de contratar a señores para esconderse y hacer fotos a los niños", dijo la actriz.

Blake Lively
Blake Lively
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No podemos olvidar que Chenoa tuvo que salir bañada en lágrimas en chándal a hablar con los medios mientras que David Bisbal disfrutaba de su soltería sin que nadie le molestara. Aunque de entonces guardamos el recuerdo de su chándal, que forma ya parte de la historia de la cultura pop patria, hemos de quedarnos con la idea de que una mujer tuvo que salir en su peor momento de casa para que la dejaran pasar el duelo en paz. El acoso, una vez más, deja claro que las mujeres son el foco de atención cuando hay rupturas, pero también cuando hay una fiesta (¿por qué era mejor una foto de Paris Hilton saliendo de un club y tropezándose que otra de Robert Downey Jr.?) o cuando se disfruta de un día de playa (aquí hablamos del aplauso del 'dad body' de DiCaprio frente al castigo a la estría de cualquier famosa). Como señala Galán, "el problema es pensar que el cuerpo hecho público no tiene ningún tipo de límites, que como ya está manchado por la popularidad, se puede y se debe seguir hurgando en él".

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