El 'coitocentrismo', la idea que cuestiona el coito como el 'principal placer femenino'

Una pareja en la cama
Una pareja en la cama
UNSPLASH
Una pareja en la cama

Existen distintas prácticas sexuales que pueden llevar a la mujer al orgasmo. La opinión popular habla de que tanto la mayoría de hombres como de mujeres consideran que si no ha habido penetración no han mantenido relaciones sexuales, sin embargo hay muchas prácticas que pueden suponer el eje central de una relación sexual más allá de la penetración. Esto es lo que se denomina 'coitocentrismo' que, tal y como la psico-sexológa Lara Castro-Grañén, colaboradora de Control, explica, básicamente consiste en "centrar las relaciones sexuales en el coito, otorgándole la mayor importancia y considerando que, para que el “acto sexual” sea completo, debe incluir la penetración".

Asimismo, Esther Cremaes Mayorga, sexóloga, enfermera y psicóloga, y Mayra Pérez Suarez, sexóloga y enfermera, coinciden en que esta creencia está "socialmente compartida" y habla de que "la penetración vaginal debe primar por encima de todo lo demás, que incluso todo lo que ocurre antes del coito son considerados como 'preliminares.' Ello significa que el coito vaginal es el fin último y el que va a garantizar el logro del placer más intenso y con mayor significado". 

La importancia de la educación sexual

Si bien es cierto que el coito es una práctica más en el sexo, las expertas argumentan que no es la única para llegar al orgasmo. En este sentido, la Lara Castro-Grañén señala que existen distintas alternativas a la penetración para disfrutar de una relación sexual placentera. Por ello, argumenta que es básico eliminar de nuestro vocabulario el concepto 'juegos preliminares' ya que "centrar las relaciones sexuales en el coito, otorgándole la mayor importancia y considerando que, para que el 'acto sexual' sea completo, debe incluir la penetración", y sustituyéndolo por 'juegos eróticos'. "A partir de ahí en cada encuentro erótico con una pareja, se puede centrar la atención en las caricias, en los besos, en la estimulación genital con las manos o con otras zonas del cuerpo (como los pies o los pechos), el sexo oral…", añade la sexóloga.

Daremos herramientas para que cada persona sea capaz de mantener las conductas eróticas que más les satisfagan y nos movamos en lo que queremos y no en lo que debemos. 

¿Hay alguna manera de evitar esta creencia? Mayra y Esther defienden que las claves están en la educación sexual ya que "llevada a cabo de forma sistemática, planificada y por profesionales, podría ir cultivando una visión mas amplia de la sexualidad y permitiría que estos contenidos fueran llegando a mayor número de personas, fundamentalmente jóvenes, de forma que se fueran removiendo conocimientos, actitudes, creencias y expectativas en torno a los encuentros eróticos. Potenciando y trabajando desde la diversidad daremos herramientas para que cada persona sea capaz de mantener las conductas eróticas que más les satisfagan y nos movamos en lo que queremos y no en lo que debemos…

Pareja feliz se esconde bajo el edredón en la cama.
Pareja feliz se esconde bajo el edredón en la cama.
Interestido (iStock)

El coitocentrismo, ¿más común en mujeres o en hombres?

Es un tema muy extendido, ya que se nos ha educado sexualmente en torno a esta práctica como la habitual y en torno al placer 'único' del pene, cuando en absoluto esto es así. Más allá de la educación sexual, este tipo de pensamientos (y, por tanto, comportamientos habituales) se ven reforzados por la repercusión que tuvo el mensaje de Freud que priorizaba el orgasmo a través de la estimulación vaginal y criticaba el orgasmo por estimulación directa del clítoris. No obstante, lejos de eso, la realidad es que la psico-sexóloga reconoce encontrarse con más quejas de mujeres sobre que sus parejas se centran más en el coito. "Esto no significa que las mujeres no puedan disfrutar de la penetración, sino que se trata de una práctica más. Lo importante es conocerse y expresar lo que queremos y lo que no queremos", puntualiza Lara. 

Esto no significa que las mujeres no puedan disfrutar de la penetración, sino que se trata de una práctica más.

Por su parte, Mayra y Esther reconocen que compete a ambos sexos. "Por una parte, a ellos les compete porque la sexualidad masculina es más ejecutiva y centrada en el placer derivado de los genitales, unido al mandato social que reciben desde pequeñitos, basado en tamaños de penes, en duración, en potencia…sin que, realmente, se paren a experimentar en torno a sus deseos, ya que, 'tienen que dar la talla'. Mientras que a ellas, "aún es más paradójico, ya que lo genital para las mujeres tiene una importancia secundaria y más la penetración vaginal. La erótica femenina es mas global, las sensaciones corporales tienen una mayor trascendencia y la relación afectiva establecida con su pareja adquiere significados más específicos. No obstante, y por los mandatos sociales, se ven compelidas a manifestar que su erótica es más parecida, de lo que lo es realmente, a la del varón", explican. 

Esto en absoluto quiere decir que la genitalidad, sobre todo para algunas mujeres, es algo intrascendente, pero, en cualquier caso, "el binomio pene/vagina, en el caso de la mujer no tiene, ni siquiera connotaciones anatómicas, ya que la zona más sensible de los genitales femeninos es el clítoris, no la vagina", detallan las expertas. 

¿Cómo afecta el coitocentrismo a nuestra vida sexual?

Lara Castro Grañén habla de que el coitocentrismo reduce absolutamente el abanico de posibilidades que nos regala el sexo a una sola práctica y esto puede conllevar insatisfacción. "Si, por ejemplo, a una mujer le gusta mucho la estimulación del glande del clítoris y su pareja hombre solo se centra en la penetración, y por mucho que lo pide, sigue practicando solo el coito, es probable que se sienta frustrada y su deseo vaya bajando", explica. "Otra consecuencia negativa es que no se dé tiempo a la vagina para lubricarse y ponerse jugosa porque se pasa directamente a la penetración (o incluso que se genere dolor en la vagina). O que, si en algún momento aparecieran dificultades con la erección del pene, podría vivirse de forma muy frustrante", añade.

Este concepto también afecta a la idea de virginidad asociada al no haber tenido una o relación sexual con penetración. No obstante es importante destacar que si ambas personas disfrutan mucho de la penetración, serán encuentros satisfactorios, "especialmente si han aprendido a expandir las sensaciones por todo el cuerpo durante el coito", finaliza.

Las sexólogas Mayra Pérez y Esther Cremaes también destacan que la creencia de priorizar al coito frente a otras prácticas sexuales afecta a ambos sexos: "Cuando tenemos un encuentro erótico, acuden todos estos principios, creencias y obligaciones de cumplir unos guiones claramente establecidos, tanto por parte de los hombres, como de las mujeres". Algunos de los casos con los que ejemplifican las expertas sería el de "ellos, a través de dominar la situación, siendo garantes del placer de su compañera, para lo que tienen que permanece erectos el mayor tiempo posible, ya que las mujeres son 'más lentas' y han de manejar la situación de principio a fin", mientras que ellas lo harían "admitiendo que es normal que tengan menos deseo, sobre todo a partir de cierta edad, pero que han de responder a la demanda erótica de su pareja, a pesar de que su vivencia de placer se aleje de este modelo masculino hegemónico y para ello, en demasiadas ocasiones, recurriendo a la simulación del orgasmo para no defraudar a su pareja". 

Pareja
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La diversidad en el sexo

Como comentaban antes las expertas, llevar a cabo una educación sexual en todos los niveles educativos, de acuerdo con los intereses, necesidades y capacidades de cada uno, resultará fundamental para poder disfrutar de una vida sexual completa, saludable y diversa. No obstante, las sexólogas y enfermeras Mayra y Esther también aconsejan "instar a las personas, hombres y mujeres, que en sus encuentros eróticos interpelen más a su deseos, gustos, apetencias…, propios y de su pareja". En este sentido, es importante "trabajar desde la diversidad, eliminando los reduccionismos, potenciando las diferencias como un valor, no olvidándonos de dar relevancia a los afectos, no olvidarnos del cuerpo, disfrutar del viaje sin pensar en la meta…", finalizan.

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Sandra González
Sandra González - Redactora jefe de mujer.es en 20minutos.es

Mi nombre es Sandra González y formo parte del equipo de Mujer.es, el nuevo vertical de Henneo especializado en moda, belleza y todo lo relativo a la mujer y su papel en la sociedad. Escribir, comunicar y hablar (mucho) siempre fue lo mío. Me gradué en Periodismo en el año 2016, aunque mi andadura en esta fantástica profesión empezó antes de que terminara la carrera (siempre fui un poco impaciente). Desde entonces, he tenido la suerte de trabajar para grandes grupos editoriales y llevar a cabo labores de PR para importantes marcas. Aunque, sin duda, las tendencias en moda y belleza en revistas femeninas son mi especialidad. Si hay un titular que me defina es el de “periodista, malabarista, reina de la pista”. Lo primero es más que obvio, pero hago malabares para conseguir mis objetivos y lo de “reina de la pista”... Bueno, creo que habla por sí solo. Me gusta viajar, disfrutar de un buen bocado y escuchar buena música en directo. En definitiva, pasarlo bien. ¿Y a quién no?

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