¿Tiene también la salud mental una brecha de género?

Las cargas del hogar y las exigencias son algunos de los motivos por los que la salud mental de las mujeres tiene mayores grietas que en el el caso de los hombres
Trastorno bipolar.
La depresión es más común entre mujeres.
ISTOCK/Sharon Dominick
Trastorno bipolar.

Hoy, 10 de octubre se celebra el Día de la Salud Mental en España,  un término que se ha convertido en habitual en todo tipo de charlas y diálogos pero que en ocasiones, deja de lado una realidad: la de que incluso la ansiedad, la carga familiar y la depresión están atravesadas por las diferencias de género. Así lo asegura en sus estudios Laura Sagnier, investigadora y divulgadora sobre igualdad, que señala que la salud mental de las mujeres está más perjudicada que la de los hombres y que la brecha entre ambos empeora con la edad. 

Maternidad y hogar

Sagnier asegura que la salud mental de las mujeres está más perjudicada que la de los hombres por dos razones que están íntimamente relacionadas: "La educación que nos dan a mujeres y a hombres es distinta en casi todos los ámbitos de la vida, por lo que también cómo nos enfrentamos a las situaciones de fragilidad. Las máximas diferencias en cuestión de educación se dan frente a la maternidad y la paternidad, y esto es lo que acaba causando la gran renuncia laboral de las mujeres con su correspondiente pérdida de independencia económica y de libertad", explica Sagnier. "El otro motivo se encuentra en la intimidad del hogar, donde no hay poderes públicos que puedan actuar, muchas mujeres terminan cediendo sin ser conscientes de los riesgos de su decisión. El día tiene 24 horas y la convivencia conlleva una carga ineludible, sobre todo cuando hay hijos/as pequeños en casa. A las mujeres, tener un hombre en casa no les resta ni media hora de trabajo al día. Es por ello por lo que no es de extrañar que en la actualidad muchas mujeres están soportando el doble o el triple de cargas familiares que el hombre con quien viven, comenta.

Daniel Blasco, Psicólogo y experto en Vivofácil, añade dos factores más. "El primero es la mayor exigencia a la que se enfrentan las mujeres en casi todos los ámbitos, parece que necesitan cumplir más requisitos para ser 'buena' hija, 'buena' madre, 'buena' trabajadora, 'buena' pareja, etc. El segundo factor es la mayor capacidad para tomar consciencia de las emociones que están sintiendo, la diferencia en la educación que hemos tenido a lo largo de la historia hace que las mujeres reconozcan mejor sus emociones y sean más conscientes de cuando estas son negativas", comenta. 

La losa de hormigón

Según el Estudio Sanitas "El Estado de la salud mental en España", uno de cada cuatro españoles (el 27,7% de los encuestados) afirma que ha tenido pensamientos dañinos hacia sí mismo cuando ha atravesado situaciones de inestabilidad emocional, un pensamiento que se produce más entre mujeres y jóvenes de entre 18 y 30 años. La tristeza es el principal síntoma y sensación que asocian los entrevistados con el malestar emocional, seguido de la ansiedad y la incertidumbre hacia el futuro. En este sentido, son una vez más las mujeres junto, con los jóvenes menores de 30 años, los más proclives a sentir este tipo de emociones negativas.

Imagen de "Everything Now", de Netflix
Imagen de "Everything Now", de Netflix
Netflix / LeftBank

Laura Sagnier habla de la 'Losa de Hormigón', que impide que las mujeres puedan volar en la vida con la misma libertad que su pareja. Esta 'losa' que muchas mujeres empiezan a acarrear de forma totalmente inconsciente al principio de la convivencia (por la educación que han recibido), cuando todavía es liviana, acaba teniendo muchas consecuencias negativas para ellas. "Uno de esos costes es sobre su salud mental, que a mi modo de ver, se erosiona por varios factores acumulativos en el tiempo. Yo lo veo como un pez que se muerde la cola: si estoy cansada porque no tengo tiempo para mí, no tengo ganas de tener relaciones sexo-afectivas con mi pareja (con todo el mal rollo e incomprensión que esto genera) y cuando ya no puedes más de agotamiento físico y mental (de discusiones a diario con el padre de tus hijos o hijas), decides reducir tu jornada laboral o dejas de estar activa en el mercado de trabajo (porque es muchísimo más fácil que cambiar de pareja), con lo que dejas de ser económicamente independiente. Ahí pierdes toda la libertad y el poder en la relación se concentra 100% en manos de tu pareja", explica a Mujer.es

La carga mental

Vanessa Lorenzo, en una charla sobre el balance vida/trabajo organizada por Nutralie, dice que uno de los desafíos de las mujeres más importante es la carga mental. "En el mejor de los casos en los hogares las parejas nos repartimos las tareas. La carga mental me parece infinitamente más estresante, incluso físicamente más agotador, para nosotras, porque dirigir una familia y un hogar es mucho más duro que ejecutar. Encontrar el equilibrio no es tarea fácil", comenta la modelo, que señala que aunque se repartan esas tareas, la mente pensante sigue siendo más femenina. 

El Dr. José Luis Carrasco, autor de 'Mentalmente sano y feliz' (Ediciones B), comenta que en igualdad de condiciones laborales, la desigualdades en el reparto de la tareas del hogar es una situación de abuso. "Es psicológicamente tolerable que se repartan distintas tareas entre la mujer y el hombre, pero no lo es que el peso de las obligaciones domésticas recaigan sobre uno de ellos mientras la otra parte se relaja o se dedica al ocio. Salvo en situaciones esporádicas, en forma de favor o de regalo, el abuso de la desigualdad sólo puede existir porque la mujer lo consiente, muchas veces porque entiende que si ella no las hace se quedarán sin hacer, aunque es un consentimiento forzado que produce ira. Si esta situación no se afronta, la ira se ahoga y acabará en depresión de la mujer o en ruptura de la pareja", dice. 

Cómo mejorar la salud mental de las mujeres

Para finalizar, Laura Sagnier comparte con nosotras dos formas mediante las cuales cree que la salud mental de las mujeres podría mejorar.

  • Invirtiendo mucho en coeducación en colegios, institutos y universidades, incluido el ámbito sexo-afectivo, de forma que desde pequeños se eduque igual a niñas y a niños, sin sesgos ni estereotipos de género.
  • Logrando convencer a las mujeres y también a los hombres de que, si hay amor, la 'Losa de las tareas familiares' se comparte. Por eso ha diseñado una herramienta: El Termómetro de la Equidad, que es un fantástico disparador de conversaciones en pareja. Permite medir cómo de equilibrada es la relación de pareja en lo que a las responsabilidades domésticas y familiares se refiere.
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