A veces, los accesorios solo sirven para decorar y completar nuestro look. Pero, en la mayoría de ocasiones, también cumplen una utilidad. Las gafas de sol protegen nuestros ojos, los bolsos nos permiten llevar nuestros básicos de un lado a otro y los guantes protegen nuestras manos de las frías temperaturas.
Cuando los termómetros comienzan a bajar sus cifras, muchas rebuscamos en nuestros armarios buscando unos guantes cómodos, bonitos y que nos mantengan los dedos lo más calientes posible. Si no tenemos unos en nuestros cajones, es el momento perfecto para hacernos con unos buenos guantes que nos acompañen en los días más fríos y cumplan todos nuestros requisitos. Según Camotreck, web especializada en recomendar artículos de montaña, estas son las claves para encontrar los guantes perfectos para mantener las manos calentitas este invierno.
Así debe ser su diseño
Unos buenos guantes deben estar diseñados de forma adecuada, para que las manos permanezcan secas y calientes en ambientes de nieve o lluvia. Estas son las normas básicas para elegir unos guantes calentitos.
Los guantes deben ser impermeables, pero también transpirables para evitar que las manos suden demasiado. En cuanto a su diseño, nuestros guantes deben quedarnos ajustados a los dedos, manos y muñeca, de forma que mantengan el calor y eviten que entre humedad. Deberían tener, además, puños largos y que incorporen cierres con cuerdas elásticas o cintas ajustables a la altura de la muñeca, para evitar que el frío, el agua o la nieve se introduzcan en su interior.
¿Lana o piel?
La piel es una opción muy popular a la hora de elegir guantes para ambientes fríos. Esto se debe a que el cuero es resiste a bajas temperaturas, ofrece un buen agarre y es relativamente impermeable, transpirable, resistente a los pinchazos y a la abrasión. Sin embargo, hay varios inconvenientes a la hora de usar guantes de piel. El cuero no es impermeable a menos que se trate con algún químico repelente al agua. Además, los guantes de cuero tardan en secarse y no proporcionan aislamiento cuando están mojados.
Otro de los materiales más comunes es la lana, un componente resistente, cálido y cómodo. Este tejido atrapa el aire, lo que lo convierte en un excelente material aislante. Además, absorbe y libera humedad, por lo que es bastante traspirable.
El material del forro es la clave
El aislamiento térmico es fundamental para la máxima calidez en temperaturas bajo cero. El material con el que esté fabricado el forro del guante determinará su capacidad de mantenernos en calor. Esto se debe a que, para mantener el calor, el aire debe quedar atrapado dentro de la estructura del guante.
Uno de los mejores materiales para el aislamiento de guantes es la lana, un tejido que nos mantendrá abrigadas incluso si llega a mojarse. También los materiales sintéticos son muy comunes en la fabricación de guantes, una opción que mantiene muy bien el calor en el interior. De entre todos los materiales hechos por el hombre, el Primaloft es uno de los mejores para forros de guantes, ya que es resistente al agua, suave y cómodo.
Hay otras fibras hechas para asegurar un excelente aislamiento térmico sin sacrificar la comodidad y la destreza, entre ellas el Thinsulate, el Thermolite, o el Kevlar. Estos son materiales densos, que cuentan con un espacio suficiente entre sus fibras para atrapar el aire en su interior y mantener nuestros dedos calientes en temperaturas invernales.
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