Anitta Ruiz Consultora de moda | #LAROPAHABLA
OPINIÓN

El fenómeno 'swiftie' no tiene límites, tampoco en la moda

Taylor Swift se ha despedido este jueves de España tras un segundo concierto en la capital madrileña. La cantante estadounidense aterrizó el miércoles con su The Eras Tour, después de trece años sin actuar en el país, debido a la cancelación obligada por el covid del concierto que tenía programado en 2020 en el festival MadCool.
Taylor Swift durante un concierto
Taylor Swift se ha despedido este jueves de España tras un segundo concierto en la capital madrileña. La cantante estadounidense aterrizó el miércoles con su The Eras Tour, después de trece años sin actuar en el país, debido a la cancelación obligada por el covid del concierto que tenía programado en 2020 en el festival MadCool.

Un lugar lleno de lentejuelas y purpurina siempre es un buen lugar. Eso me ha pasado en el concierto de Taylor Swift, sitio en el que caí por fortuna y sin esperarlo, y donde fui feliz durante unas horas. Hablábamos hace unos días de cómo moda y música han ido de la mano desde hace más de un siglo, y gracias a 'la novia de América' lo pude comprobar de nuevo. Era curioso andar por los alrededores del magnífico nuevo Bernabéu unas horas antes del evento de la temporada.

Miles de 'swifties' hacían cola, pero sobre todo paseaban sus 'outfits'. Si no habéis estado metidos debajo de una piedra, sabéis que el 'show' estaba organizado por las ''ERAS'' (o temporadas) musicales y personales de Swift. Cada una de estas épocas vitales, esta mujer ha tenido una vida intensísima y le han roto el corazón más que a la media (este es otro tema que deberíamos abordar). Si a este espectáculo de mujer le rompen el corazón una vez al año, ¿qué nos queda a los demás?. Todo está reflejado en un disco con un estilo diferente, y por ende, con un look diferente.

fotografo: Sergio García Carrasco [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Taylor Swift - Repor vecinos
Fans de Taylor Swift hacen cola antes del concierto en el Santiago Bernabéu
Sergio García Carrasco

Ojo, no ella, que ha conseguido que su melena rubia y sus impecables labios rojos sean seña de identidad, pero sí su ropa. Más 'country', más jefa de animadoras de instituto, más hada del bosque, más reina de la fiesta… Pues ahora ha llevado todo esto al mundo de la fantasía, con más de una docena de looks que pasean por la inmensa pasarela que recorre el estadio. Todos lujosísimos, todos llenos de brillos, todos de alta costura.

Una locura estética que siempre camina sobre unas botas espectaculares de Louboutin. El 'show' está tan medido y trabajado que Taylor cambia de una ''era'' a otra cambiando de vestido sobre el propio escenario. Es una locura. Ahora la tapan unos paraguas, ahora unos abanicos de plumas, ahora su equipo de coristas. Y de pronto, ella emerge cual diosa del Olimpo con un nuevo vestido más brillante y maravilloso que el anterior (y el labio rojo perfecto). En serio, absolutamente hipnótico.

Ella emerge cual diosa del Olimpo con un nuevo vestido más brillante y maravilloso que el anterior
Taylor Swift en su primer concierto en Madrid.
Taylor Swift en su primer concierto en Madrid.
Agencia EFE | JUANJO MARTIN / EFE

Pero volvamos a las 'swifties', que como decía estos días eran tan protagonistas en los medios como su ídolo. Las más acérrimas han conseguido replicar con sus propias manos, máquinas de coser y pistolas de silicona los diseños firmados por Cavalli, Ferreti, Westwood u Oscar de la Renta. No sé si quedará algún brillo en las tiendas de manualidades de este país. Cuando les acercaban un micrófono, algunos decían que habían querido replicar el look porque era su época musical favorita, otros porque estéticamente era la que más les gustaba.

Aquí una vez más esa dualidad que tanto me fascina. Así a simple vista creo que puedo decir que ganó la época de ''Reputation'', muchas fueron las que se atrevieron a clonar el 'body' negro recorrido por una serpiente roja, y ''Lover'', la otra cara de la moneda. Llena de color, tules y corazones. Todo junto era un espectáculo de contrastes y emoción.

El show dura tres horas y media de reloj. Sin detenerse ni un segundo y con un ritmo frenético donde Taylor Swift no cesa casi ni para respirar. Bueno, sí, para un par de veces para emocionarse, dar las gracias al público español y volver a moverse cual gacela por la kilométrica plataforma. Después de mi experiencia de ayer, termino con varias reflexiones que quiero compartir con vosotras. Por un lado, el fenómeno fan no tiene límites. Qué lagrimones vi ayer, qué nervios, ¡qué gritos!. Por otro lado, y por favor no me matéis. Qué importantísima es la ropa para construir un fenómeno como el de Swift. He de decir que su música, aunque amable y fácil de escuchar, me resultó ciertamente plana, pero el carisma de ella, sus infinitos cambios de look y toda la pompa del evento convierten el 'show' en una experiencia única.

Qué importantísima es la ropa para construir un fenómeno como el de Swift.

 Y finalmente, ¿cómo narices lleva pintados los labios esta muchacha? Sí, ya sé que me vais a decir que primero era MAC y que ahora tiene su propia tonalidad en Pat MacGrath, pero tiene que haber algún secreto más. 

Os prometo que durante las más de tres horas que duró el espectáculo no se le movió NADA. ¿Eso cómo se consigue? Yo me dediqué a dar palmas, corear los 'hits' y beber cerveza, y no me quedaba ni gotita de labial cuando volvía feliz a mi casa, cual Cenicienta, al dar la medianoche.

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