Anitta Ruiz Consultora de moda | #LAROPAHABLA
OPINIÓN

Claves para elegir tu vestido de novia y que no te pase como a Tamara Falcó

Tamara Falcó en el último desfile de Pedro del Hierro de la MBFW
Tamara Falcó en el último desfile de Pedro del Hierro de la MBFW
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Tamara Falcó en el último desfile de Pedro del Hierro de la MBFW

Después del famoso "nano segundo en el metaverso", nuestra archiconocida Tamara Falcó sigue renovando nuestro diccionario de refranes. Ella ahora está "compuesta y sin vestido". Una nueva variación del terrible 'compuesta y sin novio'. Lo que tengo que decir sobre el novio me lo ahorro, pero aquí estoy para que a ninguna novia le pase nunca algo parecido a lo de la Marquesa. Para ello me dispongo a enumerar lo que tienes que tener en cuenta a la hora de elegir el que probablemente sea el vestido más importante de tu vida.

1. Consulta tu presupuesto

Los mortales no podemos pagar nuestro modelito con portadas de revistas, así que lo mejor es que tengamos muy claro lo que podemos permitirnos. Un poco de cabeza, queridas, ahora hay cosas monísimas hasta en Zara, no es necesario hipotecarse para estar guapa el día de tu boda.

2. ¿Sabes cuál es tu estilo?

Piensa que es lo que te identifica, cómo te ves: romántica, campestre, sobria, exagerada... Es importante que tú y tu vestido seáis uno el día del enlace. Que cuando la gente te vea entrar no se pregunte quién es esa persona. No hay que disfrazarse (bueno, a no ser que hayas elegido una boda temática, que al parecer ahora se llevan mucho). Te prometo que en estas ocasiones menos es más, aunque no lo te lo pueda parecer a la hora de elegir. Además, piensa que la foto de tu boda estará en tu salón, el de tus padres y el de tus suegros 'para toda la eternidad'. Así que es mejor que pienses en el futuro. Las tendencias pasajeras son muy peligrosas y es posible que nos arrepintamos de haber elegido algunas de ellas diez minutos después de salir de la iglesia.

3. Elige con quien te identifiques

Cuando ya sabemos cual es nuestro estilo podemos ponernos con el famoso 'moodboard' del que hablaba Onieva. Es decir, un tablero de inspiración. Pregunta a tus amigas casadas, compra revistas de novia, surfea la web. Con todo el material te aconsejo que elijas dos o tres propuestas que encajen en los puntos uno y dos. Nada más. ¡Si no te vas a volver loca! Acuerda una cita con cada uno y con toda la calma explica a tus posibles futuros diseñadores/modistas quien eres y qué quieres. Es fundamental que en este encuentro las cosas fluyan. Que te sientas entendida y que lo que hayas visto y te han contado te guste y te convenza. Habrá en sitios donde te puedas probar algo en el primer momento, en otros a lo mejor sólo te hacen un boceto o te emplazan a una siguiente cita para enseñarte propuestas. No digas que sí por inercia ni temas decir que no si no era lo que te esperabas.

4. Se sincera, exigente, realista y ¡ten paciencia!

Cuando ya te hayas decidido por una opción tendrás varias pruebas de vestido. Pregunta todas las dudas que tengas, comenta todos los detalles con los que te veas bien o que no te gusten. Se exigente con el trabajo pero a la vez realista con lo que hay. No puedes pedir que un traje te haga crecer diez centímetros, pero sí que los bajos estén perfectamente rematados y las pinzas en su sitio. No seas agonías al principio. En muchas ocasiones no verás el vestido rematado hasta muy poco antes del gran día. Por eso es importante tener una relación de confianza. Eso sí, dejad claros los plazos para que todos trabajéis y estéis tranquilos durante el proceso.

5. Tu voz es la más importante

Cuanta más gente opine sobre tu traje de novia más líos te van a armar en la cabeza. Muchas voces terminan convirtiéndose en mucho ruido. A algunos les gustarás más sexy a otros más recatada y así con todos los adjetivos que se te ocurran. Piensa en dos personas en las que confíes y que creas que tienen 'buen ojo'. Tu madre, tu hermana, tu mejor amigo… No importa. Pide ayuda, comprensión y sinceridad. Muchas veces lo que debería ser un momento ultra feliz tiene pausas algo estresantes. Querrás a tu lado a alguien que lo entienda y te ayude a buscar soluciones. Pero recuerda, tú siempre tienes la última palabra.

A partir de aquí te toca ponerte a trabajar. Creo que estos cinco puntos pueden ayudarte a la hora de empezar el viaje del vestido más especial que probablemente vayas a vestir en tu vida. Pero lo más importante de todo es que intentes hacerlo desde la serenidad y pensando en positivo. El amor es lo importante (y no me estoy refiriendo al flechazo textil, precisamente).

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