Anitta Ruiz Consultora de moda | #LAROPAHABLA
OPINIÓN

El año empieza en septiembre

Una persona con una libreta y un ordenador.
Una persona con una libreta y un ordenador.
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Una persona con una libreta y un ordenador.

El año empieza en septiembre y de esta burra no me bajo. Vale que el número cambia en diciembre, pero para mi eso es lo menos importante. Aunque hace mucho tiempo que se quedó atrás mi vuelta al cole, la llegada del 'nuevo curso' todavía me huele a cuadernos por estrenar, lápices recién afilados y libros por forrar. Soy de la generación de las carpetas llenas de fotos (he de confesar que en las mías sólo tenía cabida Julen Guerrero). Y esa sensación de recortar y armar ese collage que te iba a acompañar durante los siguientes meses era un ritual precioso. Del mismo modo que era tradición empezar las listas de propósitos para el nuevo año escolar. Así que con el mes recién estrenado, aunque ya no forre libros y carpetas, voy a continuar con esa bonita costumbre de numerar deseos por cumplir.

1. Buscar un uniforme

Es una idea que me divierte mucho. Sé que el pelo rosa ya me identifica lo suficiente, pero me apetece entrar en una etapa un poco más minimalista estéticamente. Buscar ese tipo de look de confort que me pueda sacar siempre de un apuro. Quizá algo más nórdico, no sé. Me parece un ejercicio en el que también juegan otros factores y que también sirve para seguir conociéndome. 

2.Prenda que entra, prenda que sale

Esto puede parecer que se pega un poco con el propósito anterior. Pero lo reconozco, lo de dejar de estrenar para mi es prácticamente imposible. Por varios motivos, entre ellos, la profesión que tengo. Compro, me regalan… Una vez asumido esto, tengo que empezar a practicar el desapego. Acumular y acumular sin sentido se ha terminado. Cosas que probablemente ni siquiera me vuelvan a valer. Regalar, vender, intercambiar. Las posibilidades son infinitas.

Tener la ropa ordenada en cualquier habitación es posible.
Acumular ropa que ya no nos ponemos además dará sensación de desorden.
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3.Arreglar, transformar y redescubrir

Antes de dejar 'volar' muchas de esas prendas quiero empezar a recuperar aquellas que han significado algo para mi y volver a darles vida. Entre mis propósitos de nuevo año está el encontrar una 'modista de confianza' y junto a ella dar nueva vida a esa falda que ya no me cabe pero que me trae tan bonitos recuerdos.

4.¿Y si aprendiera a coser?

Muchos os habéis apuntado a cerámica, me dicen que es relajante. A lo mejor yo encuentro la misma satisfacción en la máquina de coser. He de decir que siempre he sido bastante desastre con las manualidades, pero oye, nunca se sabe.

5.Aplicar la regla de los 3 segundos

Aunque con los años he aprendido a ser muy respetuosa con todo el mundo, lo cierto es que todavía se me sigue escapando algún comentario estético fuera de lugar. A partir de ahora solo pienso hacer comentarios de aquello que la otra persona pueda solucionar en tres segundos. Me explico. Tiene un trozo de lechuga entre los dientes, tarda menos de tres segundos en quitárselo. Bien. Qué blanquita está aún siendo agosto. No hay nada que hacer. Te callas, bonita.

A partir de ahora solo pienso hacer comentarios de aquello que la otra persona pueda solucionar en tres segundos

6.La hucha de los deseos

Dicen que vienen tiempos duros, así que no sé yo si vamos a estar para ahorrar para caprichos pero como no hay prisas voy a inaugurar la hucha de los deseos y oye a lo mejor para el año que viene o dentro de dos puedo ver colgado en mi armario ese bolsazo con el que llevo tiempo soñado. La idea, dejar de comprar muchos pantalones de diez pensando en el de 100. Menos y mejor, aunque lo mejor tarde en llegar, ¡al final hace también más ilusión! Si es que todo son ventajas.

Pues aquí van algunos de mis propósitos ¿me cuentas cuales son los tuyos?

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