Letizia ha retomado su agenda este martes después de un mes de vacaciones, que ha disfrutado en Mallorca junto a su familia. La reina se ha trasladado hasta Lleida para presidir la conferencia Tour del Cáncer, organizada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
Letizia acudió en la tarde del martes a una de las conferencia impartidas por el doctor Carlos López-Otín, investigador de enfermedades como el cáncer o la artritis. La asociación llevará estas charlas a diferentes puntos de España, con el objetivo de incrementar la visibilidad y el conocimiento de la enfermedad ante la sociedad.
Para esta primera aparición de la temporada de otoño, la reina ha escogido un vestido estilo kimono, en color rojo con estampado de flores. El escote de pico y el cinturón con el mismo tejido dan un toque muy favorecedor a la prenda. El diseño, de corte midi, y media manga, es ideal para el entretiempo propio de principios de este mes de septiembre.
Un vestido estampado que ya habíamos visto
No es la primera vez que Letizia lleva este vestido, que pertenece a la colección otoño-invierno 2018/2019 de la firma española Adolfo Domínguez. Lo lució por primera vez en agosto de 2018 y volvió a llevarlo un año después, en julio de 2019. También en 2021 rescató esta pieza del armario, aunque esta vez en los meses de invierno, demostrando lo versátil que es este tipo de diseño.
Ahora ha vuelto a lucirlo, siguiendo los mismos trucos de estilo que en las pasadas ocasiones. Sin duda, parece que esta prenda tan favorecedora se ha convertido en una de las favoritas de la reina, cosa que no nos extraña en absoluto.
Pero lo que más ha sorprendido de su look ha sido, sin duda, el calzado. Mientras que, durante sus vacaciones, la Reina había optado por zapatos más cómodos y veraniegos, como sus famosas alpargatas, en esta ocasión ha escogido un calzado más clásico. Letizia ha llevado unos taconazos de salón, de un color rosa palo a juego con las flores del estampado de su vestido. Un calzado muy clásico que ya llevó en anteriores ocasiones para acompañar a esta misma prenda.
En cuanto al cabello, la reina ha llevado su media melena suelta, con un peinado lacio, con la ralla en medio y puntas onduladas hacia fuera. Un estilo muy clásico, que ya fue tendencia en los años 60, y que, décadas después, está de vuelta
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