La coronación de Carlos III ha marcado un precedente para eventos Reales que guarden una línea austera y relajada donde la elegancia no reside en grandes excentricidades si no en un estilo personal, atemporal y cuidado como el de Mette Marit.
Es conocida como la princesa más natural de Europa y es que Mette Marit es una royal de perfil bajo. Sucesora a la corona de Noruega al casarse con el príncipe Haakon, su origen es humilde como el de nuestra reina Letizia y este pasado se plasma en la manera de vestir y de comportarse en actos con un protocolo cerrado.
La lección de elegancia de Mette Marit
Cumpliendo con cada uno de los puntos de protocolo de vestimenta que el mismo recién nombrado Rey Carlos III de Inglaterra designó para su coronación, la princesa de Noruega ha lucido un sencillo vestido lápiz por debajo de la rodilla, con manga 3/4 y escote redondo cerrado adornado por un lazo no muy llamativo en uno de los hombros.
Tanto el vestido, como el total de accesorios (tocado, zapatos, bolso y guantes cortos) se han teñido de un rosa empolvado sutil y elegante que destaca la tez ligeramente bronceada de la princesa así como su rubio más nórdico. Sigue así, a su manera, la tendencia 'barbiecore' en un espectro mucho más sutil y nos deja muy claro lo siguiente:
Una lección de elegancia que es digna de cualquier chica nórdica influencer que seguimos vía Instagram y es que parece que el estilo atemporal, pulido y minimalista es todo lo que necesitas para lucirte en una celebración.
Aunque seas una invitada de honor, practicar el "menos es más" te puede conducir al éxito garantizado, ¿verdad Mette Marit?
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