Cada 19 de noviembre Mónaco se viste de gala y celebra su día nacional reuniendo así a toda la familia Grimaldi en la catedral de Nuestra Señora Inmaculada donde ha tenido lugar una misa de acción de gracias y un 'Te Deum'. Un año más la princesa Charlene se ha convertido en la protagonista de la mañana, esta vez sorprendiendo a todos con un estilismo explosivamente colorido. Algo que rompe con su paleta discreta de la última temporada, y que es signo de recuperación total tras sus problemas de salud.
Acompañada por el príncipe Alberto de Mónaco, podíamos ver a la Princesa en la puerta de la catedral presidiendo el día nacional enfundada en un llamativo 'total look' rojo compuesto por un vestido ceñido de escote cerrado; abrigo de corte militar abotonado y de grandes solapas; tocado discreto como marca la tradición; guantes y botas de tacón a la rodilla.
Después de una temporada marcada por el blanco, los colores neutros y el negro, sorprende ver a Charlene de Mónaco atreviéndose con este vibrante color tan en tendencia durante el invierno de 2023 y que refleja el momento feliz que vive en todos los aspectos tras su último bache.
Como complementos de este arrebatador conjunto, no podía faltar el clásico tocado y guantes a tono. En cuanto a joyas, ha lucido pendientes cortos de diamantes y rubíes que aportaban el toque 'royal' necesario en una ocasión así y ha prescindido de cualquier otra pieza.
Así, la princesa Charlene sentencia que el rojo es el color de las invitadas de invierno que quieran destacar con elegancia en sus próximos eventos.
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