Anitta Ruiz Consultora de moda | #LAROPAHABLA
OPINIÓN

Se permite brillar todo el año

Alessandra Ambrosio deslumbró con un vestido largo con escote de corazón lleno de lentejuelas cobres. Para el cabello, la modelo eligió uno de los peinados más de moda de la temporada: el efecto 'wet'.
Alessandra Ambrosio.
Lisa OConnor / AFF-USA.com
Alessandra Ambrosio deslumbró con un vestido largo con escote de corazón lleno de lentejuelas cobres. Para el cabello, la modelo eligió uno de los peinados más de moda de la temporada: el efecto 'wet'.

¡Nunca hay demasiado brillo! Una lentejuela me puede. Confieso que desde hace tiempo me poseyó 'el alma de la urraca', ese es un motivo más por el que me encantan las navidades. A la gente se le olvida la vergüenza de destacar y saca del armario todo el 'bling-bling'. Bueno, se le olvida la vergüenza o no tienen otro remedio, porque un paseo por las tiendas durante estos días nos dan una pista de las ganas de fiesta que parece que tiene el personal. Los años de pandemia hicieron mucho daño en las celebraciones, y estas primeras navidades “normales”, estamos todos dispuestos a tirar la casa por la ventana.

Cuando tenía 20 años esto de 'arreglarse' estaba reservado para Nochevieja. Ese día todo eran excesos. En el vestir y en el maquillarse. Era el principio de los años 2000, esos que ahora vuelven a llevarse pero que bien podrían haber quedado olvidados en el armario. No queráis ver mis fotos de esa época. Sin embargo ahora hemos espaciado un poco, o mejor dicho, diseminado, todo lo que tiene que ver con el más es más y ¡me encanta! Pero sobre todo porque hemos desmitificado lo que es 'arreglarse' y ahora mezclamos y nos divertimos con la ropa.

Creo que ya es habitual que para juntarte a comer con tus abuelos por Navidad nos pongamos cual árbol de idem. Yo soy muy dada a la mezcla y es lo que le recomiendo a todo el mundo que quiera iniciarse en el 'urraquismo'. 

Las lentejuelas con punto de lana es probablemente mi combinación preferida. Tiene ese toque chic parisino super instagrameable. Aunque los brillos también quedan de cine con vaqueros y taconazos. Una americana bien recargadita, un top lencero y un vaquero me parece un lookazo para Nochebuena o para las copas con los compis del curro para entregar el amigo invisible. Como dice una querida amiga mía: un modelito 'a todo poner'. Un tul con camiseta y deportivas me vuelve loquita. ¿Se nota mucho que soy de la generación de Carrie Bradshaw? Práctico, cómodo, estiloso… ¿Qué más se puede pedir a un conjunto?

Lo bueno que tiene esto de mezclar es que también favorece el consumo responsable. Porque lo que desde luego no merece la pena es comprarse un traje de terciopelo plateado si luego va a morir de aburrimiento en el armario. Póntelo completo para estas fiestas y luego separa pantalón y chaqueta para este invierno. A la parte de arriba un jersey de cuello vuelto le resta 'poderío' y puede ser combo perfecto para cualquier aperitivo de domingo. Los pantalones con unos oxford y una cazadora vaquera también quedan perfectos para diario. El caso es comprar con cabeza, que ya sabéis que es la máxima que defendemos desde esta columna, e incorporar a nuestro vestuario piezas que no sólo sumen, sino que multipliquen. 

No soy una creyente del 'armario cápsula', que tan de moda está, pero sí que pienso que un vestidor bien estructurado (y adaptado a las necesidades de cada uno) es una apuesta ganadora a la hora de no gritar más nunca eso de "¡No tengo que ponerme!". Y por este mismo motivo no hay que tener miedo a incorporar un poco de alegría fiestera en forma de paillettes. Pero piénsatelo dos veces antes de gastarte una pasta en algo que te vas a poner sólo una vez.

Lo bueno que tiene esto de mezclar es que también favorece el consumo responsable. Porque no merece la pena comprarse un traje plateado si luego va a morir de aburrimiento en el armario

Si eres de las que todavía no te has convencido de que el brilli-brilli es maravilloso y todavía este año no te vas a atrever con ello, puedes empezar poco a poco y optar por los complementos. Unos pendientes exagerados, una diadema con strass o un super collar de bisutería con muchos pedruscos. Todo es válido, sobre todo si te sirve para animar el espíritu, que en el fondo esto es de lo que se trata: qué la ropa emita luz pero para que brilles tú. Si no, todo esto, no tiene ningún sentido.

Por cierto, a la única tendencia que no le veo yo aprovechamiento, es a la última moda navideña, la de los 'ugly sweaters'. Lo cual no quiere decir que no me haya apuntado, aunque sólo me lo ponga un día al año. Porque la vida es una fiesta y el brillo es alegría. Queridos 'ropers', comed, brindar, celebrar y sobre todo abrazad muy fuerte a los que tenéis cerca. Que el amor de los tuyos ilumine de verdad vuestra vida. Con o sin lentejuelas.

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