La tiara de perlas con cuatro siglos de historia que ha hecho brillar a Máxima de Holanda en la cena con los Macron

Visita de Estado de Macron y la primera dama a Holanda
Visita de Estado de Macron y la primera dama a Holanda
Getty Images
Visita de Estado de Macron y la primera dama a Holanda

Los reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Países Bajos han celebrado este pasado martes una cena de gala al presidente y la primera dama de Francia, Emmanuel y Brigitte Macron, con motivo del viaje de Estado que han iniciado en Holanda. La ceremonia ha tenido lugar en el palacio real de Ámsterdam, donde la reina Máxima ha brillado con sus mejores galas y las joyas más especiales de su colección.

Para la ocasión, la reina de Holanda ha estrenado un impactante vestido rojo pasión firmado por el diseñador Claes Iversen. Se trata de una creación realizada en una tela rígida, que presenta escote barco, cintura marcada y falda de vuelo, además de unas grandes mangas abullonadas que le dan ese toque especial al vestido elegido por la argentina. 

La elección de la reina de los Países Bajos contrasta con el look de Brigitte Macron, esposa del presidente de la República francesa. La primera dama eligió un vestido más minimalista, siguiendo el estilo clásico de la moda francesa. Brigitte ha llevado un vestido en azul marino con un dibujo de lentejuelas en la parte superior y unos pendientes de brillantes.

Una tiara con historia

Pero si algo ha llamado la atención en esta cena de gala ha sido la enorme tiara de perlas de la reina. La monarca holandesa ha llevado una de las piezas más especiales de su colección, datada en el 1900 y diseñada con una guirnalda de diamantes y rematada por siete grandes perlas en forma de pera de incalculable valor.

Maxima de Holanda con la tiara de perlas
Maxima de Holanda con la tiara de perlas
Patrick van Katwijk

La tiara es el resultado de la transformación de una tiara de mayor tamaño que perteneció a la Gran Duquesa Ana Pavlovna de Rusia (1795-1865), que contraería matrimonio con el Rey Guillermo II de los Paises Bajos. Está confeccionada con diamantes y, al parecer, alguna de las siete perlas fueron propiedad de Amalia de Solms-Braunfels (1602-1675), esposa del Príncipe Federico Enrique de Orange. 

Ana Pávlovna Románova con la tiara de perlas
Retrato de Ana Pávlovna Románova con la tiara de perlas
Wikimedia Commons

Esta tiara puede también usarse sin las perlas, como ya hizo Máxima la primera vez que la lució, en la boda de Haakon y Mette-Marit, en agosto de 2001, cuando aún solo era la prometida de Guillermo Alejandro. Desde entonces, todas las veces que la ha lucido lo ha hecho ya con las perlas.

Más perlas completaban el aderezo de Máxima, quien las llevaba también en unos pendientes, un collar y un broche en la cintura que sujetaba la banda francesa de la orden de la Legión de Honor, en rojo como su vestido.

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