Abril como una feria: es Sevilla

  • Nació en 1847 como feria ganadera, con 19 casetas; este año son 1.049 casetas.
  • Su demanda de electricidad equivale a la de una ciudad de 40.000 habitantes.
  • Sus clásicos: fino, manzanilla y rebujito para el jamón, las gambas y el 'pescaito'.
La tradicional prueba del alumbrado ha abierto de manera oficial la Feria de Abril de Sevilla de 2013 con el encendido de las más de 250.000 bombillas que iluminan el recinto.
La tradicional prueba del alumbrado ha abierto de manera oficial la Feria de Abril de Sevilla de 2013 con el encendido de las más de 250.000 bombillas que iluminan el recinto.
José Manuel Vidal / EFE
La tradicional prueba del alumbrado ha abierto de manera oficial la Feria de Abril de Sevilla de 2013 con el encendido de las más de 250.000 bombillas que iluminan el recinto.

La tradicional prueba del alumbrado sirvió este martes para dar por abierta la Feria de Abril de Sevilla de 2013, aunque la fiesta arrancó el lunes con la noche del 'pescaito' frito, cena previa al alumbrado. Con el encendido de las más de 250.000 bombillas que iluminan el recinto, se dio paso a una semana que congregará a miles de personas.

Nacida en 1847 como feria ganadera, la Feria de Abril de Sevilla ha evolucionado desde las 19 casetas de sus inicios al carácter de cita multitudinaria que tiene hoy en día. Ya el éxito de los primeros años provocó que hubiera que separar la mercadería del ganado del espacio para la diversión, ampliando el emplazamiento y los días de la celebración.

De su tamaño hoy en día da una idea este dato que aporta Endesa: la demanda total de energía eléctrica del Real de la Feria de Abril podría superar valores de 2.200 megavatios hora, lo que supone una demanda diaria equivalente a la de una ciudad de unos 40.000 habitantes.

Es, efectivamente, toda una ciudad artificial creada para la ocasión. Más de 40.000 metros cuadrados ocupados por más de un millar de casetas –este 2013 son 1.049 casetas– en un recinto rectangular. El Real de la Feria, con calles que atienden a nombres de toreros y se adornan con farolillos, se comienza a montar ya en enero.

El modelo de feria evolucionó de establos a tiendas de campaña y finalmente a casetas propiamente dichas. Hay unas pautas comunes en la construcción y en sus motivos, como las lonas en franjas verdiblancas o rojiblancas, la pañoleta con motivos barrocos y el nombre de la caseta o la barandilla que hace de "terraza".

Hay casetas privadas y públicas –las casas regionales, las de sindicatos y partidos políticos, las de los distritos de la ciudad, etc–, abiertas a todo visitante. Los desplazamientos de unas a otras solo pueden hacerse a pie o en coche de caballo. Así, pueden verse hermosos carruajes con nobles corceles y cocheros en atuendos de gala.

Otra tradición es el atuendo clásico para la fiesta, traje típico sevillano, inspirado en las antiguas batas de faena a las que se añadían dos o tres volantes. Los hombres también tienen indumentaria, en este caso marcada por el traje corto y el sombrero de ala ancha. Y de esa guisa, a bailar… sevillanas.

El baile y la juerga general tiene su comida y su bebida, los vinos tradicionales de Jerez y Sanlúcar de Barrameda, respectivamente, el fino y la manzanilla. El relevo lo ha tomado el rebujito. Todos ellos para acompañar viandas como el jamón, las gambas, el queso o el 'pescaito'. Y más tarde, el clásico caldito con hierbabuena, necesario para continuar la noche con energía.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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