El Parador Alcalá de Henares, la armonía de lo nuevo y lo antiguo

  • El convento de Santo Tomás es hoy el nuevo Parador de Alcalá de Henares.
  • Integrar el nuevo edificio en el convento existente es el gran logro del proyecto.
  • Este “convento” ha visto cómo su capilla de Santo Tomás se convertía en ‘spa’ y las celdas de la vieja cárcel, en lujosas habitaciones.
Pario interior del Parador de Alcalá de Henares.
Pario interior del Parador de Alcalá de Henares.
Paradores Nacionales
Pario interior del Parador de Alcalá de Henares.

En 2009 se inauguró el Parador de Alcalá de Henares, que ocupa el antiguo convento de dominicos de Santo Tomás, perteneciente a la orden de los dominicos. Se trata de una construcción del siglo XVII situada dentro del conjunto monumental de la ciudad complutense; un edificio que ha sido convento, colegio, cuartel y cárcel antes que hotel.

El nuevo parador de Alcalá de Henares nace de un magnífico proyecto arquitectónico firmado por el estudio madrileño Aranguren&Gallegos. Tan elogiado ha sido que la maqueta del mismo estuvo en la exposición sobre la nueva arquitectura española realizada por el MOMA de Nueva York.

Sus modernas instalaciones cuentan con 128 habitaciones y numerosos salones, repartidos entre los 20.000 metros cuadrados de superficie que ocupan el edificio histórico y los niveles bajo tierra. La integración de un nuevo edificio en el convento ya existente es el gran logro del proyecto.

Y se ha logrado gracias a una laboriosa excavación. La ampliación subterránea, que se diseñó para dar una mayor capacidad al parador sin romper las líneas arquitectónicas de la ciudad, cuenta con zonas ajardinadas abiertas al exterior. Además, se ha dotado al conjunto de placas solares, ventilación natural y sistemas de ahorro de agua y de electricidad para minimizar el consumo energético.

Este “convento” de la ciudad complutense ha visto cómo su capilla de Santo Tomás se convertía en spa y las celdas de lo que prisión pasaban a ser las habitaciones más lujosas del complejo. La decoración juega con grandes ventanales con vistas a la cuidada vegetación interior, y sobre el edificio se halla un jardín tallado de 3.000 metros cuadrados, donde podemos pasear o dedicar un rato a la lectura.

Para leer, la biblioteca, que ofrece las mejores lecturas de los escritores galardonados con el Premio Cervantes, que cada año se entrega en esta ciudad.

El broche perfecto es una visita al restaurante. Julián Martín, jefe de cocina, ha elaborado una carta que actualiza la cocina cervantina con recetas como la sopa boba, las migas ilustradas, los duelos y quebrantos y la costrada.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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