Por tierras de Rueda, el joven vino blanco de la vieja Castilla

  • La D.O. Rueda incluye 11.000 hectáreas de viñedo de 74 municipios; 53 de Valladolid, 17 de Segovia y 4 Ávila.
  • El mejor momento para visitar estas tierras es en septiembre, cuando el fin de la vendimia se convierte en una fiesta.
  • La oferta gastronómica espera en Medina del Campo y Tordesillas.
Viñedos de la Denominación de Origen Rueda.
Viñedos de la Denominación de Origen Rueda.
dorueda.com
Viñedos de la Denominación de Origen Rueda.

Rueda es hoy sinónimo de vino blanco. Y así en muchos bares de España no se pide un blanco sino un “rueda” o un verdejo -su variedad de uva fundamental–. La Denominación de Origen Rueda incluye 11.000 hectáreas de viñedo de 74 municipios; 53 de Valladolid, 17 de Segovia y 4 de Ávila. Es la D.O. más antigua de Castilla y León, reconocida en 1977.

La variedad de uva verdejo, que pudo llegar a la zona de la mano de los mozárabes, es la más presente en estas tierras llanas y altas (700-800 m sobre el nivel del mar), con inviernos fríos y veranos secos y calurosos. Es la verdejo la que da a los vinos de Rueda ese toque “amargoso” y ese punto de suave acidez característicos.

Como en toda región donde el vino es importante, las tierras de Rueda celebran el final de la recogida de la uva por todo lo alto. La Fiesta de la Vendimia, allá por septiembre, cierra el ciclo de festejos por este motivo en toda esta parte de Castilla.

Los días que coinciden con el fin de la vendimia salpican de fiestas y celebraciones los pueblos de la zona. En la Plaza Mayor se elabora el primer mosto de la temporada y las bodegas invitan a una degustación de sus productos. Es cuando más se puede sentir la esencia de esta tierra castellana y de vinos.

Si visitamos estas tierras, con la presencia destacada de Medina del Campo o Tordesillas, además de vino debemos aprovechar para degustar otras delicias de su gastronomía como el queso de oveja, las cocadas de Medina del Campo, los mantecados y canelos de Tordesillas o las tortas de aceite. Los más golosos debieran empezar por las rocas de Santa Teresa, rosquillas y sables que las hermanas capuchinas elaboran en el Convento de los Sagrados Corazones de Nava del Rey.

Y sentados a la mesa, además de un buen Rueda, habrá que probar sus carnes. El gallo turresilano, las perdices y el lechazo son tres buenos ejemplos.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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