La gastronomía de la provincia de Toledo es tradicional y tiene raíces muy antiguas. Tres son sus pilares: sus buenos quesos, su excelente caza y un dulce afamado como el mazapán.
El queso manchego, con Denominación de Origen, se elabora con leche de oveja y puede degustarse con diferentes niveles de “fortaleza”. El envejecido tiene fuerte personalidad y elegancia; el semicurado, el curado o en aceite, que presenta numerosos matices en boca.
Al hablar de carne en Toledo toca hablar de la carne de caza, tanto menor como mayor. Así, podemos degustar guisos de liebre, de conejo, venado en salsa, jabalí, estofados, calderetas y conejo (al ajillo, a la cazadora, carbonero, tojunto, o con arroz). Emblemática es la perdiz estofada a la toledana (cocida lentamente con fondo de cebolla, ajo y laurel).
No es caza, pero también hay una larga tradición de otros tipos de carne, especialmente el cordero y cochinillo asado, así como el cochifrito de cordero (con tomate, huevo, azafrán y vino blanco).
En cuanto a los postres, perdura la tradición del mazapán, de origen árabe, que en Toledo se consume durante todo el año. Además, en su recetario de dulces abundan las marquesitas, cortadillos de Cazalegas, Nochebuenos, arropes, mostillo, mantecadas y flores de sartén.
Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!
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