¿Cuáles son las recetas más fáciles y populares de España?

Es verdad que lo de "sencillo" es un concepto muy subjetivo. Lo que a algunos les parece un plato simple que se prepara sin pensar, para otros puede requerir un master en gastronomía. Por votación popular, la tortilla de patatas fue elegida -seguro que para sorpresa de muchos- como el plato más sencillo y popular de España en esta interesante lista internacional.

Así que nos hemos animado a elaborar nuestra propia lista con algunas de las recetas que nos parecen más fáciles de hacer -en nuestra opinión, más que una tortilla de patatas- y que además son de esas que siempre gustan y triunfan.

Los productos de la huerta, "la comida de aprovechamiento" que sobraba de otros platos, o simplemente los alimentos básicos que se podían encontrar en épocas de escasez son la base de muchas de nuestras recetas más tradicionales y que seguimos disfrutando a día de hoy.

En esta pequeña lista recopilamos algunas de esas recetas sencillas que se preparan en un abrir y cerrar de ojos. Seguro que nos dejamos muchas. ¿Qué otras recetas populares y fáciles de hacer añadiríais?

Este plato es, como su nombre indica, de origen muy humilde. Con unas patatas, pimiento, ajo y cebolla se preparaba un plato que llenaba lo suficiente como para seguir con la jornada de trabajo en el campo. Hoy en día es una guarnición muy apreciada, y añadiendo algunos ingredientes extra podemos hacer versiones muy interesantes.

Nuestras sopas más populares y veraniegas. Tanto el gazpacho como el salmorejo llevan productos de la huerta de calidad, por lo que con pocos ingredientes conseguimos un platazo. Con una base de tomate y algunas variantes en función de la zona, ambos son uno de los entrantes más típicos cuando llega el calor.

Esta receta nos recuerda la escasez que se vivió en nuestro país durante mucho tiempo. Por desgracia, para muchas familias no suena a algo lejano y sus cenas son tan pobres como las de antaño. Esta sopa lleva básicamente agua, pan duro, ajo y un poco de aceite. Tiene un sabor muy bueno y es muy agradable en las noches de frío. Añadiendo algunos ingredientes más como jamón y huevo la convertimos en una "sopa castellana", otro plato imprescindible en nuestra gastronomía.

Los huevos fueron el aperitivo más popular de los 80. Huevos cocidos partidos por la mitad y con el hueco de la yema relleno con una mezcla de atún, mayonesa y la misma yema a revuelta o espolvoreada por encima. Bien fresquitos animaron muchas fiestas y comidas de Navidad. Sigue siendo un buen plan prepararlos, aunque siempre podemos variar un poco la receta y rellenarlos por ejemplo con hummus de garbanzos.

El arroz al horno es típico de la comunidad valenciana y su origen también es muy humilde. Se preparaba para aprovechar los restos del cocido del día anterior y se llevaba a los hornos del pueblo, ya que en las casas no había. Aunque parezca complicado se puede preparar con todos los ingredientes en crudo, así que no hay más dificultad que meterlo en el horno.

Gambas y ajo: suena bien, huele mejor y sabe de maravilla. Este entrante o tapa también es muy popular en los bares y restaurantes. La receta es de lo más sencilla, sólo hay que saltear unas gambas con ajo y conseguir el punto justo para que queden perfectas.

En algunos sitios se llaman rabas, en otros calamares rebozados o a la romana. Rebozar unos calamares con harina y huevo no puede ser más fácil, y el resultado es una de las tapas más típicas en la terraza de cualquier chiringuito. Si ponemos las rabas dentro del pan con un poco de mahonesa (opcional) tendremos otro plato muy típico en Madrid, su famoso bocadillo de calamares.

El ajoblanco es otra sopa de ajo también de origen andaluz como el gazpacho, menos conocida pero riquísima. Se prepara con almendras, ajo, pan y un poco de aceite, y se decora con unas uvas. Este plato también se sirve frío y aunque el ajo está muy presente se pueden ajustar las cantidades al gusto.

¿Y qué es lo primero que pedimos si nos acaban de servir una caña? Pues unas bravas, algo casi más social que otra cosa. En general gustan a todo el mundo y no hay debate a la hora de pedir. Dependiendo de dónde nos encontremos las preparan de una forma u otra, pero todas están buenas. La receta de la salsa original para prepararlas en casa tampoco es ningún misterio.

Para aprovechar el pan del día anterior nada como preparar un desayuno con torrijas. Sólo hay que remojar el pan en leche y rebozarlo con huevo, después empapar las torrijas con azúcar y listo, un desayuno o merienda de fiesta que, en realidad, podemos preparar siempre que queramos.

Un postre riquísimo y tradicional. Aunque necesita algo de tiempo, la receta es muy sencilla y fácil de hacer. Una manera diferente de preparar el arroz y de usarlo como postre, aunque llene casi tanto como el segundo plato de un menú.