Este martes la Generalitat advirtió de la existencia de 17 brotes de impétigo en 12 centros educativos de Barcelona, una infección bacteriana de la piel de carácter leve, pero muy contagiosa.
Los centros escolares son espacios en los que es fácil que se extiendan las enfermedades infecciosas y parasitarias. Las razones son obvias: tienes a grupos nutridos de niños compartiendo durante muchas horas los mismos espacios. Juegan juntos, comen juntos y comparten enseres, como debe ser. Pero es inevitable que virus, bacterias y parásitos también se compartan. Algo que se acentúa en estas épocas de difícil conciliación para los padres en la que los niños acuden con frecuencia a clase sin estar completamente sanos.
"En cuanto empieza el colegio, empiezan a aparecer infecciones. Es cierto que a veces tienen que ver con los cambios de temperatura, pero por ejemplo al empezar las vacaciones escolares se ve como disminuyen los casos de gripe. Son un lugar idóneo para que haya transmisiones", explica Irene Maté, pediatra de atención primaria en un centro de salud de Madrid
Por eso los centros escolares tienen políticas de animar a la higiene de los niños, al lavado de manos frecuente. También advierten a los padres de la importancia de no enviar niños enfermos al cole, que han desayunado Apiretal o Dalsy para mitigar su malestar. Igual que informan cuando se detecta alguna enfermedad especialmente contagiosa ante la que haya que reforzar la vigilancia. Lo más habitual, los avisos de que los piojos (pediculosis) han llegado a algunas cabecitas de la clase.
Además de la vacunación, el doctor Luis Sancho es jefe de pediatría del hospital Quirónsalud sur explica que "es fundamental lavarse las manos, aplicarse alcohol-gel que es más efectivo que el lavado con jabón. Y no llevar niños al colegio que están con una infección respiratoria activa. Es difícil establecer el momento en el que ya no contagian, pero normalmente el periodo febril es un indicador bastante bueno, suele ser el periodo más activo de contagio. Y pasada la fiebre es prudente esperar uno o dos días".
No obstante vivir implica enfermar a veces. Y no siempre es malo. Determinadas enfermedades es mejor pasarlas en la infancia y tenemos un complejo y capaz sistema inmune que en la infancia tiene que aprender y desarrollarse, igual que nuestros niños. "El sistema inmunológico necesita ir enfrentándose a infecciones", afirma la doctora Mate, que reconoce que hay enfermedades que efectivamente es preferible tener de niños: "tradicionalmente se ha dicho eso de la varicela. A día de hoy, como vacunamos, procuramos que no se pase tampoco en la infancia. Infecciones virales como la mononucleosis son mucho más leves en la edad preescolar. O con el boca-mano-pie, que se oye tanto ahora, he visto a adultos que lo han pasado bastante peor que sus hijos".
Las enfermedades más frecuentes en los centros escolares son, según datos del Instituto Nacional de Estadística y el Centro Nacional de Epidemiología, las infecciones respiratorias y las diarreas, algo que confirma Irene Maté por su experiencia en consulta.
Según el último informe del INE, con datos del Instituto de Salud Carlos III de 2015, las enfermedades infecciosas y parasitarias de declaración obligatoria más frecuentes fueron la gripe (731.513 casos), la varicela (179.255), la tos ferina (8.471), la infección gonocócica o gonorrea (4.802), las tuberculosis (4.552), la parotiditis o paperas (3.763), la sífilis (3.693), y la legionelosis (1.333).
No se especifica cuántas se produjeron en el ámbito escolar. Por lógica parecería que habría que dejar fuera la sífilis y la gonorrea, teniendo como resultado que las enfermedades más frecuentes en colegios e institutos serían gripe, varicela, tos ferina y paperas, que son todas enfermedades presentes en los calendarios de vacunación, que es esencial seguir. No obstante, la doctora Maté recalca las enfermedades de transmisión sexual "existen y hay que tenerlas en cuenta cuando se habla de adolescentes".
Entre las mencionadas, el doctor Luis Sancho explica que la más frecuente entre niños probablemente sea también la gripe, "porque no todos los niños se vacunan, solo los de riesgo". "La varicela sí que se ve, pero normalmente es una varicela de niño vacunado. Antes se ponía una sola vacuna que no era suficiente, pero pasaban una varicela muy ligera, sin fiebre casi siempre, pocas lesiones y buen estado general. Pero ahora se está vacunando dos veces, en los bebés y en niños de cuatro años, y ya no vemos prácticamente varicela". También apunta que "la tos ferina es una de las más peligrosas en los bebés, pero en estos momentos se está vacunando a las madres durante el embarazo, por lo que los niños en el principio están protegidos".
A esas habría que sumar las enfermedades que los profesionales de la salud no tienen obligación de reportar, que no buscan activamente por distintos motivos y de las que por tanto no hay datos, como la ya mencionada pediculosis (piojos). "Eso sí que es tremendo", dice el jefe de Pediatría de Quironsalud sur refiriéndose a su incidencia y difícil erradicación. También los oxiuros o lombrices intestinales, el impétigo o el boca-mano-pie, que según Sancho es "bastante frecuente y muy contagioso, pero benigno".
"Entre lo que no reportamos básicamente lo que vemos son enfermedades respiratorias, es decir, catarros; infecciones virales como el boca-mano-pie o las anginas; virus como el enterovirus que dan un poquito de todo, un poco de granos, un poco de mocos... Eso es lo más habitual", explica la doctora Maté, coincidiendo con el doctor Sancho en lo que es más frecuente: "Virus respiratorios normales y virus banales como el adenovirus o el rhinovirus".
Enseñando a los niños
Las enfermeras escolares Inmaculada López y Concepción García publicaron en 2013 en Metas de enfermería un trabajo en el que proponían que enseñemos a los niños, de forma adaptada a su edad, una serie de medidas de prevención para minimizar riesgos.
En Educación Infantil conviene implantar hábitos de higiene y autonomía como cuando y dónde lavarse las manos, no compartir vasos o cubiertos, usar correctamente el baño o cepillarse los dientes. En Primaria ya podemos trabajar con ellos el control de tos y estornudos, sin cubrirse la boca con la mano, y que aprendan a limpiarse correctamente.
"Hay que toser hacia el suelo o hacia el brazo con ropa, porque la piel tiene una temperatura más propicia para que los virus crezcan", explica el doctor Sancho.
En la Educación Secundaria las enfermeras explican que aumentan la frecuencia de casos de pie de atleta o papiloma plantar y hay que insistir en una buena higiene durante y al final de las prácticas deportivas. Se puede comenzar a explicarles la importancia del uso correcto de los antibióticos y pueden darse las primeras enfermedades de transmisión sexual, por lo que es vital informar sobre su prevención: "Tendemos a pensar que nuestros niños no tendrán relaciones sexuales hasta mucho más adelante, pero yo tengo críos de doce o trece años que ya tienen relaciones", asegura Irene Maté.
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