Cómo arropar a una persona que ha recibido diagnóstico de cáncer

  • No hablar de la enfermedad ni compartir los miedos o expresar la tristeza no ayuda a ninguna de las partes.
  • Es importante desterrar frases como 'puedes salir de ésta' que pueden causar sentimientos de culpa en el paciente.
Paciente ingresado
Una mujer junto a un paciente ingresado.
GTRESONLINE
Paciente ingresado
La supervivencia de los pacientes con cáncer se ha duplicado.
ATLAS

A pesar de los avances terapeúticos, la detección precoz y las campañas preventivas los datos sobre el cáncer siguen siendo demoledores. Los últimos recabados a nivel mundial dentro del proyecto GLOBOCAN estimaban en 18,1 millones los nuevos casos diagnosticados en 2018 y predecían que esta cifra ascendería a 29,5 en 2040.

Por otro lado, según Las cifras del cáncer en España -informe editado cada año por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) con motivo del Día Mundial del Cáncer (que se celebra hoy 4 de febrero)- sigue siendo una de las principales causas de mortalidad en nuestro país. El número de tumores diagnosticados este 2020 se estima alcanzará los 277.394 casos, según los datos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), siendo los más frecuentes los de colon y recto, próstata, mama, pulmón y vejiga urinaria.

A pesar de ello, hay lugar para la esperanza. De forma general, la mortalidad del cáncer en España ha experimentado un fuerte descenso en las últimas décadas. Según datos elaborados también por REDECAM la supervivencia neta a cinco años de los pacientes diagnosticados en el periodo 2008-2013 fue de 55,3% en los hombres y de un 61,7% en las mujeres.

Dejando las cifras a un lado, cuando se trata de cáncer uno de los temas más difíciles sigue siendo cómo abordarlo desde el lado más humano cuando a un familiar, amigo, compañero de trabajo o conocido le diagnostican esta enfermedad.

“En ocasiones, enfermo y familia no saben si es mejor hablar o no y de qué forma tratar el tema”, indican desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). “A veces no se habla de la enfermedad ni de los tratamientos y con frecuencia no se comparten los miedos, no se expresa la tristeza, la preocupación o la rabia. Aunque la intención que hay detrás de estas actitudes sea la de proteger al enfermo, en general, no ayuda. Es fundamental no dar por supuesto los deseos del enfermo y lo preferible es preguntarle directamente”, continúan.

¿Cómo hablar entonces con alguien que tiene cáncer? ¿Qué se puede decir o hacer para hacerle sentir arropado? En primer lugar, reconocer que es completamente humano sentir temor y no saber cómo abordar el tema y, una vez asumido esto, expresarle de la manera más apropiada y prudente, que se está al tanto de su enfermedad.

“Cuando se habla con alguien que tiene cáncer, lo más importante es simplemente escuchar a la persona. Tratar de escucharle y comprender cómo se siente. No subestimarle, juzgarle o tratar de cambiar la manera en que la persona se siente o actúa. Dejar nuestros sentimientos y miedos a un lado. Hacerle saber que cuenta con nuestra disposición para que hable en cualquier momento en que lo desee. En caso de que la persona no sienta deseos de hablar de ello en ese momento, decirle que eso también está bien. Puede expresar a la persona que tiene cáncer que está disponible para escucharle cuando así lo entienda pertinente”, aconsejan desde la American Cancer Society (Sociedad Americana del Cáncer).

Teniendo en cuenta todo lo anterior, esto es lo que la ACS aconseja hacer y también no hacer:

¿Qué podemos hacer?

- Prestar atención a las señales que dé la persona con cáncer. Algunas son muy reservadas, mientras que otras hablarán más abiertamente de su enfermedad. Respetar la necesidad de la persona para compartir o su necesidad de privacidad.

- Permitir que sepa que nos preocupa.

- Respetar su decisión de cómo se va a tratar el cáncer.

- Incluir a la persona enferma en planes y actividades sociales. Dejar que sea ella quien diga si el compromiso es demasiado. En cualquier caso, seguir visitándole y animar a otros amigos a hacerlo. Las personas con cáncer pueden sentirse muy solas y aisladas.

- Escuchar sin sentir que siempre tiene que contestar. A veces, lo que la persona afectada necesita es alguien que escuche con empatía.

- Esperar que el enfermo tenga días buenos y otros malos, emocional y físicamente.

- Mantener su relación tan normal como sea posible. Estas situaciones requieren de mayor paciencia y empatía.

- Ofrecer ayuda en forma específica y concreta: acompañarle para ir al médico, no esta solo en casa, hablar de lo que necesite, hacer algún recado… Hacerle sentir que cuenta con apoyo tanto en lo logístico como en lo emocional.

¿Y qué es mejor no hacer?

- Ofrecer opiniones o consejos no solicitados.

- No tomarse las cosas de forma personal. Es normal que la persona con cáncer esté más callada de lo habitual, que necesite tiempo para estar solo, y que a veces manifieste enfado.

- Tener miedo a hablar de la enfermedad aunque se deberían evitar las referencias a los cambios físicos que va a sufrir, decirle que tiene suerte de sufrir un tipo de cáncer y no otro o preguntar por el pronóstico.

- Sentir que siempre se tiene que hablar del cáncer. Ambas partes disfrutarán con conversaciones que no tengan que ver con la enfermedad.

- Tener miedo de mostrarle cariño, abrazarle o tocarle, si dicho contacto era parte habitual de su relación antes de la enfermedad.

- Ser condescendiente. Tratar de no usar expresiones como “¿te sientes muy mal hoy?", basta con preguntar "¿cómo estás?".

- Decir a la persona con cáncer "puedo imaginar cómo te sientes", porque en realidad eso no es posible.

No al vocabulario bélico

La American Cancer Society hace mucho hincapié también en que no se debe insistir a la persona con cáncer que conserve siempre una actitud positiva. Comentarios como ‘tienes que ser positivo’, ‘vas a encontrar una cura’, ‘puedes salir de ésta’ o ‘esto no va a poder contigo’ pueden ser vistos como un falso optimismo, además de afectar a la autoestima del paciente y crearle un sentimiento de culpa si las cosas no salen finalmente bien.

El experto en comunicación y profesor emérito de la Universidad Estatal de San Francisco Stan Goldberg escribió al respecto en su libro Living, supporting and caring for the cancer patient (Amar, apoyar y cuidar al paciente con cáncer): “Este tipo de comentarios pueden ser efectivos solo en el corto plazo pero a la larga pueden generar culpa si el cáncer es más agresivo y vence todos los esfuerzos de la persona”. Por esta misma razón, los especialistas sugieren erradicar por completo el vocabulario bélico que hable de lucha, dura batalla o pelea contra el cáncer.

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