Biorresonancia, una pseudoterapia disfrazada de alta tecnología

  • Según su teoría, cada órgano tiene una frecuencia electromagnética específica. Si está frecuencia está alterada, se producirán cambios químicos, malestar, e incluso, enfermedades.
  • El Ministerio de Sanidad lo está estudiando como una posible pseudoterepia, pues no existen evidencias científicas sobre su eficacia.  
La biorresonancia se confunde y entremezcla con otras pseudoterapias, como terapia magnética o biomagnetismo.
La biorresonancia se confunde y entremezcla con otras pseudoterapias, como terapia magnética o biomagnetismo.
Jules A. / Pixabay
La biorresonancia se confunde y entremezcla con otras pseudoterapias, como terapia magnética o biomagnetismo.

La biorresonancia es una pseudoterapia que se basa en la biofísica de la mecánica cuántica, que asegura que todos los seres vivos están compuestos por campos electromagnéticos. Según su teoría, cada célula, órgano u organismo vivo tiene una frecuencia electromagnética específica que puede ser identificada. Si está frecuencia está en orden, tendremos salud, pero si está alterado -a causa de bacterias, virus, hongos, parásitos, toxinas, estados emocionales, predisposición…- y esto se prolonga en el tiempo, se producirán cambios químicos, malestar, e incluso, enfermedades. Además, al estar intercomunicados, si una célula u órgano está alterado, puede influir en los demás.

Esta teoría surgió en los años 70 de la mano del doctor Franz Morell y el ingeniero alemán Erich Rasche, aunque desde 1988, y basándose en una premisa muy parecida, el doctor mexicano Isaac Goiz Durán estableció lo que llamó el biomagnetismo. De hecho, como aseguran en Maldita Ciencia, a menudo, la biorresonancia se confunde y mezcla con otras pseudoterapias, como terapia magnética o biomagnetismo. Según la teoría del Dr. Goiz, todas las enfermedades proceden de desequilibrios del pH en los órganos del cuerpo y que, con unos imanes colocados estratégicamente, este equilibrio se reestablecería. 

Cómo es la terapia

Para detectar y corregir esos desequilibrios, se utilizan los equipos de biorresonancia, unos complejos aparatos tecnológicos -como los de llamada terapia Mora, acrónimo de los apellidos de sus creadores Morell y Rasche- que, además de escanear nuestro cuerpo para detectar estos supuestos desequilibrios, son capaces de corregirlos.

A través de distintas versiones, ya sean mediante unos electrodos colocados en algunas partes del cuerpo -como tobillos y muñecas-, sujetándolos con las manos o introduciéndose en una maquina que simula a un escáner, estas máquinas, conectadas a un ordenador, muestran en una pantalla valores que, supuestamente, muestran los desequilibrios de nuestro organismo. Es a través de este mismo dispositivo como se realiza en tratamiento indicado para reequilibrar el organismo, por supuesto, sin efectos secundarios. Las sesiones requeridas dependerán de la patología a tratar, y a veces al tratamiento puede ir acompañado de tratamientos complementarios, como remedios homeopáticos o fitoterapia. 

Qué promete curar

Bajo la premisa de los desequilibrios y enfermedades que supuestamente se provoca en estos campos electromagnéticos, la terapia con biorresonancia promete tratar para mejorar e incluso curar muchas dolencias y enfermedades, desde alivio del dolor, hasta recuperación de lesiones, pasando alergias o dermatitis. Los que la practican, aseguran que es eficaz sobre todo en:

•Alergias e intolerancias alimenticias.

•Infertilidad, si se debe a un fallo hormonal.

•Enfermedades inflamatorias de la piel, como psoriasis.

•Enfermedades óseas, tanto las degenerativas, como osteoporosis y artrosis, hasta fracturas.

•Infecciones en general, ya sean por hongos, virus o bacterias.

•Trastornos psicológicos.

•Otras enfermedades de carácter inflamatorio o degenerativo. 

¿Qué dice la ciencia sobre la biorresonacia?

A pesar de la eficacia que reclaman los que la practican, la biorresonancia -y el biomagnetismo en el que se basa- no está considerada como ciencia por la medicina convencional. De hecho, la magnetoterapia se encuentra dentro de las 66 terapias que el Ministerio de Sanidad está estudiando como probable pseudociencia al no existir evidencias científicas de su eficacia y a la biorresonacia en concreto la considera una técnica no convencional sin evidencia científica contrastada.

La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) también la incluye dentro de su lista de terapias pseudocientíficas y asegura en su web, a través de un artículo elaborado por Cristina Bosó Martínez, graduada en Ciencias Físicas por la Universidad de Valencia, que “se han realizado diversos estudios para investigar la influencia de campos magnéticos en seres humanos y no se ha observado ningún efecto, ni curativo ni perjudicial (…) pero en ningún caso se encontraron evidencias físicas más allá de un efecto placebo”, afirma.

Puede que, como se asegura en la página de Facebook del Dr. Goiz, el tiempo les dará la razón, pero a día de hoy, no existe ningún estudio que demuestre que la terapia biomagnética provoque ninguna respuesta beneficiosa para la salud.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento