En España es obligatorio circular con una póliza de seguro contratada que, al menos, cubra los daños a terceros en caso de accidente. Si en un control los agentes de tráfico detectan que no se tiene ningún tipo de cobertura, la multa a pagar puede ascender hasta los 1.500 euros.
Pero es cierto que las pólizas, a veces, cuestan demasiado y no cubren todo lo que deberían. Es habitual llevarse una sorpresa, en caso de siniestro, tras confirmar que nuestro seguro no se responsabiliza de algunos desperfectos.
Y no solo eso: muchas veces, los contratos se renuevan de forma automática, o suben de precio o recortan en coberturas. Por eso es muy importante, tanto a la hora de contratar una nueva póliza como de renovar, informarse y contar con un profesional con nos asesore antes de elegir algo que, quizás, no nos convenga.
Para evitar algunas prácticas abusivas por parte de las empresas aseguradoras y saber detectar actitudes engañosas, la Organización de Consumidores ha publicado el siguiente decálogo:
- No es fácil conocer el detalle de las pólizas y poder comparar lo que ofrecen unos seguros y otros.
- Recomiendan contratar pólizas o coberturas innecesarias, que cubren riesgos remotos, dejando fuera otros más comunes.
- No ponen fácil el hacer una pequeña modificación en un seguro. A menudo en vez de mantener las condiciones y realizar solo el cambio solicitado, hacen firmar una nueva póliza, a veces hasta empeorando tu contrato.
- Cuando se produce el siniestro, todo lo que parecía antes tan fácil es ahora un problema: escamotean la indemnización, ponen trabas para acceder a ella.
- El informe del perito con la propuesta de indemnización va a la compañía, sin que el asegurado reciba una copia con la información.
- Valoran el daño a la baja y te ofrecen la indemnización: cobras pronto, pero menos de lo que correspondería.
- Un truco de los seguros a todo riesgo: te dan un golpe, reparan los daños pero los presentan como propios. El resultado es que el segurado se encuentra con una subida de prima o con que tiene que pagar la franquicia.
- Es frecuente encontrar que, en caso de un accidente siendo el otro el culpable, sea la propia compañía la que regatea a la baja la indemnización ofreciendo menos de lo que cuesta reparar o comprar otro coche similar al dañado.
- Otra mala práctica es que la compañía comunica el aumento de prima con una antelación menor a los dos meses debidos, para que no le dé tiempo a maniobrar y el seguro se prorrogue automáticamente.
- Puede haber subidas de precio inesperadas, condiciones más estrictas, cambios de promociones... sin informar debidamente al usuario.
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