¿Por qué el coronavirus afecta con mayor gravedad a los hombres?

El enfermero español Joan Pons, que trabaja como enfermero en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) del hospital de Sheffield desde hace cinco lustros, es uno de los mil voluntarios que se han inoculado una vacuna experimental contra el coronavirus y que está desarrollando la Universidad de Oxford. Esta misma tarde, en una entrevista telemática, ha confirmado que continúan los buenos resultados. Aunque todavía cree que es prematuro sacar conclusiones y que hay que tomarlas con “precaución”, considera que “si todo va bien” se esperan resultados definitivos en agosto y que podrían comenzar a producirla entre septiembre y octubre.
Un estudio analiza por qué el coronavirus afecta con mayor gravedad a los hombres.
El enfermero español Joan Pons, que trabaja como enfermero en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) del hospital de Sheffield desde hace cinco lustros, es uno de los mil voluntarios que se han inoculado una vacuna experimental contra el coronavirus y que está desarrollando la Universidad de Oxford. Esta misma tarde, en una entrevista telemática, ha confirmado que continúan los buenos resultados. Aunque todavía cree que es prematuro sacar conclusiones y que hay que tomarlas con “precaución”, considera que “si todo va bien” se esperan resultados definitivos en agosto y que podrían comenzar a producirla entre septiembre y octubre.

Hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, ningún perfil está a salvo de contagiarse de coronavirus. Sin embargo, la COVID-19 no afecta a todos por igual ni tienen las mismas posibilidades de contraerla, sino que son los varones de edad avanzada los que presentan una probabilidad más alta de desarrollar la enfermedad de forma más grave. Pero, ¿por qué? Un estudio ha analizado ahora la respuesta inmunológica de ambos sexos en un intento de explicar a qué obedecen estas diferencias.

Este trabajo, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Yale y publicado en la revista Nature este miércoles, ha concluido que la respuesta inmunológica de los hombres ante el coronavirus es más débil que la desarrollada por las mujeres y que, por ello, pueden tener una dependencia mayor de las vacunas para protegerse del virus. 

"El panorama inmunológico de los pacientes con COVID-19 es considerablemente distinto entre sexos, y estas diferencias pueden ser la base de una mayor susceptibilidad a la enfermedad en los hombres", apuntan los responsables del análisis.

Así, las mujeres presentaron una mayor activación de los linfocitos T, que son los encargados de eliminar todas las células infectadas del organismo, que los hombres durante la COVID-19. Además, los autores apreciaron diferencias entre ambos sexos en los niveles de citoquinas -proteínas que activan el sistema inmunológico-, que influyeron en la evolución de la enfermedad.

Los resultados alcanzados por estos científicos, que confían en que sus hallazgos sirvan de base para futuras investigaciones sobre coronavirus y diferencias entre sexos, son consistentes con lo descubierto hasta ahora. De hecho, a nivel mundial, en torno al 60% de las muertes por COVID-19 se reportan en hombres.

Peor respuesta de los linfocitos T en los hombres

El estudio, que analizó el desarrollo de la COVID-19 en 17 hombres y 22 mujeres con enfermedad moderada que no habían recibido medicamentos inmunomoduladores, reveló que las pacientes femeninas tuvieron una activación de linfocitos T "significativamente mayor" que los pacientes masculinos durante la infección por el SARS-CoV-2. Esta diferencia, resaltan los autores, se mantuvo incluso en los pacientes de más edad.

Asimismo, apuntan que la respuesta deficiente de los linfocitos T en los hombres se correlacionó negativamente con la edad y se asoció con una peor evolución de la enfermedad en los pacientes varones, pero no en las mujeres.

En cuanto a la presencia de citoquinas en sangre, el estudio reveló que era elevada en todos los hombres, pero solo en algunas mujeres. Sin embargo, solo en estas últimas los altos niveles de estas proteínas se asociaron con una peor evolución de la enfermedad.

Diferentes terapias para cada sexo

Los autores consideran que, en conjunto, estos datos sugieren que las vacunas y las terapias para elevar la respuesta de los linfocitos T podrían estar justificadas para los varones, mientras que las mujeres podrían beneficiarse de tratamientos que amortiguen la activación inmunológica de las citoquinas en las primeras etapas de la enfermedad.

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