Superar miedos y vergüenzas y hacerse una revisión anual a partir de los 45, imprescindible ante el cáncer de próstata

El 15 de septiembre se celebra el Día Europeo de la Salud Prostática, una fecha destinada a concienciar sobre la importancia de las revisiones periódicas para la detección precoz de enfermedades en este órgano, como el cáncer de próstata. 

Según datos de Sociedad Española de Oncología Médica, los tumores de próstata -unos 35.000 al año en España- son los más frecuentes diagnosticados en varones e incluso superan en número a los de mama, de los que se diagnostican cerca de 33.000. Además, provocan 6.000 muertes al año, muchas de ellas evitables, pues con una adecuada detección precoz, es un cáncer curable en el 90% de los casos.

Falta de concienciación entre los hombres

A pesar de tener una mayor incidencia, los hombres están muchos menos concienciados que las mujeres con respecto al cáncer de mama, y muchos, por desconocimiento e incluso vergüenza no acuden a las revisiones, que se recomiendan a partir de los 45 años. 

Es más, hay un gran porcentaje de hombres que incluso desconocen las funciones de la próstata, ya que, según una encuesta realizada en 2019 por la Asociación Europea de Urología, sólo el 26% de los hombres son capaces de identificarla y hasta el 62% tenían conceptos erróneos sobre su salud prostática.

"Acudir al urólogo una vez al año debe formar parte de nuestra rutina, igual que lo es para las mujeres ir al ginecólogo"

“Los hombres deberíamos tener claro que acudir al urólogo una vez al año debe formar parte de nuestra rutina, igual que lo es para las mujeres ir al ginecólogo. Sin embargo, lo habitual es acudir solo cuando se toma conciencia porque algún familiar o amigo padece una enfermedad de la próstata, por insistencia de la pareja, porque la empresa le obliga o cuando ya se han tenido problemas que impiden llevar una vida normal”, explica el doctor Fernando García Montes, responsable de la Unidad de Urología y Andrología de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario de Ibiza.

Sin embargo, es muy importante no esperar a que se presenten los primeros síntomas, pues, al tratarse de un cáncer de evolución lenta, estas primeras molestias pueden significar que la enfermedad está muy avanzada y es más difícil atajarla. Un diagnóstico precoz, además de aumentar considerablemente las probabilidades de curación, supondrá tratamientos muchos menos agresivos y cortos, como la radioterapia estereotáctica corporal (SBRT), que permite reducir de 28-30 a cinco las sesiones necesarias para tratar este tipo de cáncer.

En qué consisten las revisiones prostáticas

La inmensa mayoría de los casos de cáncer de próstata -el 95%- se dan en varones de más de 50 años, por eso las revisiones anuales se recomiendan a partir de los 45, aunque no se tenga ningún síntoma. 

Estas revisiones, pese a los prejuicios erróneos que circulan en torno a ellas, no son ni dolorosas ni requieren de ninguna preparación especial. Simplemente consisten en un cuestionario sobre hábitos urinarios y sexuales, una exploración física -incluido un tacto rectal-, una ecografía y unos análisis de sangre y orina. El objetivo no es solo detectar cáncer de próstata, también afecciones como la hiperplasia benigna de próstata (HBP), una afección muy común, especialmente entre los hombres de más de 60 años, por la que la próstata tiende a agrandarse provocando molestias como el aumento de la frecuencia de micción, sobre todo por la noche, o dificultad y molestias al orinar.

Descubren que el virus del papiloma humano podría causar también cáncer de próstata y piden vacunación universal

Tanto para detectar el cáncer, la hiperplasia u otras afecciones de la próstata, como infecciones o inflamaciones, es muy importante controlar los niveles de PSA (Antígeno Prostático Específico) en sangre, una proteína que se secreta en la próstata, que aumenta con la edad y que, cuanto más elevada esté, más probabilidades hay de que el paciente tenga cáncer de próstata.

En caso de que los niveles de PSA fueran más elevados de lo esperado, sería necesario realizar pruebas adicionales a las de una revisión rutinaria, como biopsias o resonancias, que, en el caso de las revisiones prostáticas, cada vez son más avanzadas y precisas. Este es el caso de la resonancia magnética nuclear multiparamétrica prostática, una prueba que permite diferenciar enfermedades prostáticas benignas y malignas, y precisar cuándo y en qué zonas es necesario realizar biopsias.

Menos revisiones a causa del coronavirus

Además de la falta de concienciación de los problemas de próstata por parte de los hombres, la crisis de la Covid ha provocado que se acuda menos a las revisiones urológicas. 

Como asegura el doctor García Montes, “el impacto de la pandemia por el virus SARS-Cov-2 está siendo terrible tanto de forma directa como indirecta, pues hay pacientes que no sólo no están acudiendo a sus revisiones rutinarias, sino que están mostrando reticencias a buscar atención médica cuando presentan síntomas o empeoran síntomas pre-existentes. Indudablemente, esta situación tiene un impacto muy negativo en la evolución de la enfermedad”. 

"Hay pacientes que no están acudiendo a sus revisiones rutinarias por la pandemia"

Y es que, como en muchas enfermedades, especialmente las oncológicas, en diagnóstico precoz es determinante para la supervivencia de los pacientes, y el riesgo de no acudir a revisiones es mucho mayor que el de contraer el coronavirus. Y más aún cuando, tanto en la sanidad pública como la privada, los protocolos que se siguen son muy estrictos, “lo más importante es el cumplimiento de las medidas de higiene y distanciamiento social, pero vamos a convivir con la pandemia durante un tiempo indeterminado y, mientras tanto, no se deben dejar a un lado las revisiones de otras enfermedades. El retraso de la atención médica puede ser muy superior al riesgo de contagio”, asegura tajante.