![Coronavirus.- China estima que la vacuna de la COVID-19 no estará disponible par](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_360/uploads/imagenes/2020/06/19/coronavirus-china-estima-que-la-vacuna-de-la-covid-19-no-estara-disponible-par.jpeg)
En plena carrera mundial por dar cuanto antes con una vacuna efectiva frente a la Covid-19, el Reino Unido ha puesto sobre la mesa la opción de realizar los denominados ensayos de desafío humano, en los que los voluntarios son infectados de forma deliberada con el virus, en este caso el SARS-CoV-2. No obstante, dichos ensayos necesitarían previamente de una aprobación ética y de seguridad por parte de los reguladores.
El grupo farmacéutico británico Open Orphan ya está realizando los trabajos preliminares para los ensayos mientras negocian con el Ejecutivo de Boris Johnson. Según ha declarado a la agencia Reuters el presidente ejecutivo de esa compañía, Cathal Friel, "estamos en conversaciones con numerosas partes, incluido el Gobierno del Reino Unido, en torno a un estudio de desafío Covid-19, y una vez se firme cualquiera de esos contratos haremos un comunicado".
Por parte del Ejecutivo británico, un portavoz ha indicado que están "trabajando con socios para comprender cómo podríamos colaborar en el potencial desarrollo de una vacuna frente a la Covid-19 a través de estudios de desafío humano". La misma fuente ha agregado que cualquiera de estos estudios debe cumplir primero "con marcos regulatorios y éticos sólidos en el Reino Unido".
Los partidarios de llevar a cabo este tipo de ensayos defienden que es un buen método para acortar el proceso de desarrollo de una vacuna, que requiere que sea probada en miles de voluntarios previamente.
En los estudios de desafío humano, los participantes reciben la dosis correspondiente de la vacuna y, aproximadamente un mes después, son infectados deliberadamente con el virus en condiciones controladas. Para comprobar si la vacuna es realmente efectiva contra la enfermedad, los voluntarios son aislados, puestos en cuarentena y vigilados para ver sus efectos.
Este método no está exento de controversia ya que, según los más críticos, no resulta ético infectar de forma deliberada a una persona sana con una enfermedad potencialmente mortal para la que no existe actualmente un tratamiento eficaz.
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