La resistencia a los antibióticos es un grave problema a nivel mundial que afecta a la salud humana, a la sanidad animal, al medioambiente, así como a la ganadería y a la agricultura y, consecuentemente, a la economía global.
El uso inadecuado y excesivo de estos fármacos es una de las principales causas de la aparición y propagación de bacterias resistentes, esto es, que mutan como respuesta a la acción de los antibióticos y son capaces de combatir sus efectos.
Se trata, por tanto, de una adaptación natural de estos microorganismos. No obstante, alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS), si no se toman medidas urgentes "el mundo está abocado a una era post-antibióticos en la que muchas infecciones comunes y lesiones menores volverán a ser potencialmente mortales".
Un problema que incrementa la mortalidad
Según los datos del Plan Nacional Frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), cerca de 33.000 personas mueren cada año en Europa como consecuencia de infecciones hospitalarias causadas por bacterias resistentes. En el caso de España, según las cifras del Registro del Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD), se registran aproximadamente 3.000 muertes al año por este motivo.
El consumo de antibióticos en salud humana bajó en España un 11,8 % entre 2015 y 2019 y las ventas totales de antibióticos de uso veterinario se redujeron un 58,8 % entre 2014 y 2019, según los datos del PRAN publicados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Sin embargo, aunque existe una tendencia de reducción del consumo de estos fármacos, lo cierto es que sigue siendo un grave problema global que requiere de acciones específicas en todos los niveles de la sociedad.
¿Qué puede hacer la población general?
Con motivo del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, una iniciativa europea que se celebra cada año el 18 de noviembre, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), detalla algunas de las acciones que pueden contribuir a que los antibióticos sigan funcionando y se prevenga la resistencia:
- Utilizar antibióticos únicamente para el tratamiento de infecciones bacterianas.
- Buscar el consejo médico antes de tomar antibióticos.
- Consumir estos fármacos de forma responsable siguiendo las pautas médicas.
- Evitar la automedicación.
- No compartir estos medicamentos con otras personas.
- No conservar las dosis sobrantes tras un tratamiento.
- Aprender a cuidarse sin antibióticos, si no son necesarios.
- Beber mucho líquido y descansar para ayudar a mejorar los síntomas.
La OMS destaca la importancia de prevenir infecciones causadas por bacterias a través de medidas básicas como el lavado regular de manos, la manipulación de alimentos en correctas condiciones higiénicas, adoptar medidas de protección al mantener relaciones sexuales y estar al día con el programa de vacunación.
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