Ciberataque a una planta de tratamiento de agua: intentaron subir los químicos a niveles "extremadamente peligrosos"

El depósito que trataron de envenenar proporciona agua potable a casi 15.000 personas.
El depósito que trataron de envenenar proporciona agua potable a casi 15.000 personas.
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El depósito que trataron de envenenar proporciona agua potable a casi 15.000 personas.

Un ciberataque a una planta de suministro tan importante como una central de tratamiento de aguas es uno de los peores temores que pueden existir en materia de ciberseguridad. El pasado viernes esta amenaza se hizo realidad en la ciudad de Oldsmar, Florida (EEUU).

Según informaron las autoridades, un cibercriminal habría intentado interferir en el sistema de la planta, ordenándole aumentar la cantidad de sosa cáustica en el agua a niveles “extremadamente peligrosos”. El atacante habría conseguido entrar a través de TeamViewer, un programa que permite a los usuarios remotos tomar el control total de un ordenador.

Afortunadamente, los operadores de la planta notaron la intrusión y remediaron sus sistemas “antes de que alguien corriera peligro”, pero el evento destaca “los riesgos de los controles conectados a Internet para la infraestructura cívica”, dicen los medios estadounidenses.

En una conferencia de prensa sobre los hechos el lunes, responsables de aquel territorio afirmaron que la planta utiliza este programa para “ayudar a los operadores de tratamiento de agua en Oldsmar a solucionar problemas con las partes computarizadas de sus sistemas de tratamiento”. “El programa está destinado a brindar acceso remoto completo a un ordenador de la planta, pero solo a usuarios autorizados”, añadían.

Sin embargo, esa misma tarde, el sistema fue atacado nuevamente, según creen las autoridades por la misma persona que en el ciberataque inicial. De nuevo, tomó el control del ordenador y cambió el nivel aceptable de hidróxido de sodio, mejor conocido como sosa cáustica, el ingrediente principal en muchos limpiadores de desagües domésticos, de 100 partes por millón a 11.100 partes por millón.

Un operador de la planta de agua notó de inmediato el movimiento y corrigió el cambio. De no haberse dado cuenta -y si las alarmas de la propia planta no se hubieran activado-, los químicos podrían haberse filtrado en el suministro de agua en 24-36 horas. Un depósito de agua subterránea que proporciona agua potable a casi 15.000 personas.

“Debido a que el operador notó el aumento y lo bajó de inmediato, en ningún momento hubo un efecto adverso significativo en el agua que se estaba tratando”, dijeron los responsables, que aseguran que el asunto ya está en manos del FBI y el Servicio Secreto.

Al Braithwaite, administrador de la ciudad de Oldsmar, dijo en la conferencia de prensa que el sistema que permitía el acceso remoto a las computadoras de la planta había sido desactivado.

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