Comer, casarse o ir a la sauna en una telecabina, la última idea para protegerse de la covid-19

Comer o cenar en una telecabina, ¿se convertirá en la nueva moda?
Comer o cenar en una telecabina, ¿se convertirá en la nueva moda?
The Gondola Shop
Comer o cenar en una telecabina, ¿se convertirá en la nueva moda?

“Me gustaría reservar para comer dos personas”, “muy bien, ¿prefiere terraza o telecabina?”. Esta conversación, que podría resultar absurda, ya se está dando en algunos restaurantes. Los culpables son los chicos y chicas de la empresa The Gondola Shop. Una pequeña compañía radicada en Fruita –Colorado–, que se dedica a restaurar las telecabinas de las estaciones de esquí y darles una nueva vida.

De esta forma, crean telecabinas que los restaurantes utilizan en sus terrazas para situar a los comensales, saunas, bares e, incluso, telecabinas para bodas. En realidad, en The Gondola Shop están dispuestos a adaptar la telecabina a gusto del consumidor. Lo que les pidan, lo harán.

La telecabina sauna.
La telecabina sauna.
The Gondola Shop

Cada restauración de una telecabina supone alrededor de 100 horas de trabajo individual

En su web hacen un repaso al intenso trabajo que supone convertir una telecabina en otra cosa. Cada restauración, apuntan, supone alrededor de 100 horas de trabajo individual. Y, lógicamente, la carga de trabajo aumenta a medida que crecen los pedidos. En primer lugar, escuchan, conocen y toman buena nota de todo lo que quiere el cliente.

Cuando ya son conscientes de sus deseos, crean bocetos –si es un diseño nuevo– que reflejen el tipo de telecabina que quiere. Desde, por supuesto, el uso que pretende darle, hasta el color, la decoración, etcétera. El siguiente paso es empezar a trabajar en la telecabina propiamente dicha, ya sea tomando alguna que tengan en el almacén o pidiendo una nueva.

Lo primero, explican, es ‘despojar’ a la telecabina de sus propiedades anteriores: eliminar cualquier instalación previa como carcasas, gomas, fundas de asientos… Hasta que el interior esté prácticamente vacío. Entonces llega el momento de limpiar “esa caja de esquí polvorienta”.

Pero no todo es para tirar, las piezas viejas que no están demasiado dañadas, las limpian y desinfectan para que formen parte de la nueva vida de la telecabina. Como ejemplo, aseguran que pueden restaurar las ventanas de plexiglás eliminando hasta el 85 % de los arañazos y hacer que las molduras de las gomas secas, viejas y negras vuelvan a brillar como antaño.

La cabina ya está lista para darle un nuevo uso.
La cabina ya está lista para darle un nuevo uso.
The Gondola Shop

Algunos restaurantes de Colorado ya están usando telecabinas para dar de cenar a sus clientes

Una vez que todo está perfectamente limpio, llega el momento de eliminar la pintura vieja y el óxido. Todo el carro, detallan, se pule con chorro de arena hasta que está listo para someterse a una nueva capa de color y se le dan las características solicitadas por el cliente.

Cuando ya está lista, se toman fotos con todo lujo de detalles para comprobar que se están cumpliendo todas las exigencias del cliente. Posteriormente, preparan, empaquetan, cargan y envían la telecabina directamente desde su almacén. Garantizando, por supuesto, todas las medidas de seguridad para que la recién rejuvenecida telecabina llegue en perfectas condiciones.

Algunos bares de Colorado, aseguran en Tendenciashoy, utilizan las telecabinas de esquí reformadas por The Gondola Shop para dar una opción original y, sobre todo, libre de coronavirus, a sus clientes. 

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